El objetivo, estudiar el impacto del producto en la biodiversidad de México, plantean
Necesario, que el gobierno autorice la siembra de maíz transgénico, afirman especialistas
Aseguran que hasta el momento no hay pruebas científicas de que el grano modificado genéticamente afecte las variedades criollas
ANGELICA ENCISO L.
La autorización del gobierno para que se realicen siembras de maíz transgénico destinadas a la experimentación y a la investigación es fundamental para conocer el impacto que podría tener en la biodiversidad de México, sostuvo ayer un grupo de científicos reunidos a iniciativa de la Sociedad Mexicana de Biotecnología y Bioingeniería.
En México existe una moratoria para el cultivo de maíz transgénico, por lo que ésta fue una de demanda reiterada de los especialistas, quienes expusieron las conclusiones del taller El impacto del maíz transgénico en México.
Ahí fueron interrogados por Liza Covantes, de Greenpeace, sobre las repercusiones que tiene la importación de maíz transgénico de Estados Unidos en las variedades criollas del grano. Ante ello, Mayra de la Torre, presidenta de la sociedad, dijo que eso no era el tema del taller, aunque después Michelle Chauvet precisó que resultaba muy costoso para los compradores mexicanos que en el vecino país del norte se excluyera el maíz tradicional.
Los transgénicos son organismos modificados a los que se les incorpora un gen de otra especie para lograr una característica particular.
Los especialistas concluyeron que hasta el momento no existe evidencia científica que indique que un transgen puede alterar las características de la estructura genética del maíz criollo, además de que tampoco se ha demostrado que haya transferencia de los rasgos modificados a los humanos o a los animales.
Advirtieron que frente a la supuesta presencia de transgenes en las variedades criollas de la sierra de Oaxaca, se requiere una mayor investigación. "No existe la evidencia necesaria que permita cuantificar la presencia de rasgos transgénicos en maíces de México, por lo que resulta importante establecer métodos confiables de monitoreo."
Sin embargo, consideraron que el uso de transgenes en variedades comerciales del maíz puede tener un impacto positivo en la producción nacional. "Es importante dirigir el uso de esta tecnología a la solución de problemas específicos de la agricultura de México", establecieron.
Hasta el momento, advirtieron, la información necesaria para evaluar el impacto del maíz transgénico en la biodiversidad de México es extremadamente limitada o inexistente, "debido a la falta de apoyo económico, a la carencia de un seguimiento permanente del problema y al muy limitado interés gubernamental".
Jean Phillip Vielle, del Cinvestav de Irapuato, explicó que las instituciones gubernamentales han respondido tardíamente a la presencia de transgénicos en México. Agregó que es difícil evaluar la situación del flujo de genes del maíz, ya que esto puede ser por el polen o por las mismas semillas. Por ello, dijo, es necesario hacer investigaciones controladas.
En ese sentido, otra conclusión de los científicos fue que resulta indispensable "reconocer la necesidad de implementar políticas de evaluación de riesgo que permitan anticipar situaciones excepcionales e inesperadas. Debe promoverse el desarrollo de estrategias que limiten o impidan el flujo de genes en el maíz".
Además aseguraron que es posible el consumo de maíz transgénico, pero no lo recomendaron para la producción de farmacéuticos o plásticos biodegradables. Mayra de la Torre aseguró que todos los granos modificados genéticamente que son comerciales han pasado estrictos protocolos, por lo que es viable su consumo.
Por su parte, Liza Covantes cuestionó que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos aplique un principio precautorio para la liberación de organismos modificados genéticamente, "pero sí exporta a México el grano transgénico".
Indicó que una de las preocupaciones de la agencia es el desarrollo de malezas, pero también la posible afectación a la biodiversidad y la pérdida de genes de interés para el mejoramiento de plantas, lo cual, en México, aún no se toma en cuenta.