Signo de militarización y amenaza a derechos humanos de migrantes: ombudsman de BC
Riesgosa, la Guardia Nacional en la frontera
Según el gobernador, no hay motivo de preocupación: simple "mano de obra disponible"
JORGE ALBERTO CORNEJO CORRESPONSAL
Tijuana, bc, 19 de marzo. La presencia de efectivos de la Guardia Nacional de Estados Unidos en apoyo al Servicio de Inmigración y Naturalización en las seis garitas internacionales entre California y Baja California crea un marco favorable para la violación de los derechos humanos, al equiparar a los migrantes con terroristas, advirtió el procurador de Derechos Humanos y Protección Ciudadana de Baja California, Raúl Ramírez Baena.
Para éste, la presencia de la Guardia Nacional viene a confirmar lo que, según dijo, se inició desde 1995: la militarización de las fronteras, en una estrategia que pone en riesgo de muerte a los migrantes que intentan ilegalmente arribar al vecino país del norte.
Dicha estrategia, en la que se encuadra la operación Guardián, ha obligado a los migrantes a optar por rutas cada vez más alejadas de los núcleos urbanos, exponiéndose a caminar durante días por montañas y desiertos, donde en los últimos siete años han muerto por lo menos 745 personas.
El ombudsman bajacaliforniano externó su preocupación al recordar el incidente ocurrido en la frontera de Texas en 1998 cuando militares que efectuaban un operativo encubierto antidrogas en la frontera con México mataron al joven pastor Ezequiel Hernández.
Ramírez Baena calificó de indignante para los bajacalifornianos que el gobierno federal de Estados Unidos considere a todos los que hacen uso de las garitas internacionales, turistas en su mayoría, como sospechosos, y los someta a intensas revisiones.
Para el gobernador de Baja California, Eugenio Elorduy Walther, la presencia de los efectivos de la Guardia Nacional en las garitas se traducirá en beneficios para la población bajacaliforniana. "Es algo positivo", dijo, al ser cuestionado sobre el anuncio dado a conocer la víspera en cuanto a la permanencia de 266 militares desarmados.
"No hay que ver moros con tranchete, no se trata de una militarización. Simplemente, con todo respeto, se trata de mano de obra que para ellos estaba disponible en tanto terminan de contratar y entrenar a más inspectores migratorios, a fin de agilizar el tráfico en las garitas", sostuvo.