Rechaza comentarios de Robinson de que combatir la violencia implica reconocer qué la provoca
Pide EU en la ONU no distraerse de lucha antiterrorista
Hay que ser cuidadosos para no permitir que los males del mundo lo justifiquen, dice su embajador
REUTERS Y AFP
Ginebra, 20 de marzo. Estados Unidos dijo hoy ante el máximo organismo de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que las preocupaciones legítimas sobre "los males del mundo" no deben "distraer" a los Estados de la lucha contra el terrorismo.
"Es esencial establecer una distinción clara entre los terroristas y el ambiente en que éstos se desarrollan", dijo el embajador de Washington, Kevin Moley, en un discurso pronunciado ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
Moley refutó comentarios hechos el lunes por la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Mary Robinson, quien al anunciar su retiro del cargo, en seis meses, debido a presiones de Estados Unidos y Rusia, dijo también que la lucha contra la violencia implica el reconocimiento de las causas que la provocan, entre ellas la pobreza y la discriminación.
Una posición similar fue adoptada por el jefe del programa de refugiados de Naciones Unidas, Ruud Lubbers, quien señaló que los niveles "abominablemente bajos" de ayuda internacional ofrecida por las naciones ricas "violan los derechos humanos de los pobres".
Lubbers cuestionó si la lucha internacional contra la violencia política emprendida por grupos extremistas, subrayada por los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, podría ganarse sin un desarrollo económico adecuado en las naciones empobrecidas.
Sin embargo, Moley expresó que había que tener mucho cuidado de que no se intentara legitimar el terrorismo con un manto de compasión por la pobreza y la ignorancia. "Debemos ser extremadamente cuidadosos para no permitir que los males del mundo sean usados para justificar el terrorismo o apoyar a esas organizaciones", expresó el diplomático estadunidense.
Con las tensiones entre israelíes y palestinos en su mayor nivel en 20 años, el conflicto en Medio Oriente será de nuevo un asunto vital en la agenda de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU con los Estados árabes, presentando una serie de resoluciones que pretenden condenar a Tel Aviv.
No obstante, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Joschka Fischer, instó a las naciones miembros de la comisión a evitar "la polarización del debate" sobre el conflicto en Medio Oriente, algo que "bajo las actuales circunstancias no ayudará a generar confianza e impulsar los esfuerzos de paz en la región".
Otro tema que generará un amplio debate en esta 58 Asamblea General de la Comisión, que se extenderá seis semanas, será Cuba, que buscará nuevamente una condena al bloqueo que Estados Unidos le impone desde hace cuatro décadas, mientras Washington impulsará una condena a la situación de los derechos humanos en la isla, a pesar de que, por primera vez en 56 años, participa en la reunión sólo en calidad de observador. Como tal, Washington no tiene poder de votar o presentar resoluciones o propuestas.
A todo esto, el presidente estadunidense George W. Bush reiteró que el cubano es un "régimen increíblemente represivo", y llamó a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU a que lo condene.
Al responder a una pregunta de periodistas latinoamericanos, el martes por la noche, sobre su voto contra La Habana en la Comisión de la ONU sobre Derechos Humanos, de la que Estados Unidos fue excluido el año pasado, Bush aclaró: "yo no diría que fue votar en contra. Quería recordar al organismo que Cuba es un régimen increíblemente represivo. Es un gobierno no democrático.
"Ellos encarcelan a la gente que no está de acuerdo con ellos; ahí no hay ley. Es la ley de una persona, quien ha estado en el poder durante mucho tiempo y, por desgracia, la gente de su país sufre por su culpa", añadió.
"Entonces, nuestro voto fue en favor de la libertad, algo en lo que el presidente Fidel Castro no cree", aseguró.
Por primera vez en 56 años, Estados Unidos participa en la reunión sólo en calidad de observador. Como tal, Washington no tiene el poder de votar o presentar resoluciones o propuestas.
Al respecto, el diario oficial cubano Granma afirmó este miércoles que la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Organización de Naciones Unidas, de la cual Cuba es miembro, "no es realmente un órgano de defensa de las garantías individuales".
La CDH está "muy lejos de sus principios y metas fundacionales", y "se ha convertido en un campo de batalla en el que las naciones ricas emplean todo su arsenal político-ideológico para cerrar el paso a los anhelos de los pueblos de construir una sociedad justa y equitativa, donde los derechos humanos no se midan por el número de partidos", indicó.