Ocho heridos; uno de ellos podría ser
estadunidense
Mueren tres soldados afganos aliados tras ataque a
bases militares de EU
DPA, AFP Y REUTERS
Bagram, 20 de marzo. Tres soldados afganos aliados
murieron y otros ocho resultaron heridos ?entre los que habría un
estadunidense? tras un inesperado ataque lanzado hoy contra dos bases militares
estadunidense en el este de Afganistán, al parecer por nuevos remanentes
de combatientes talibanes y de Al Qaeda.
Los
ataques con morteros, granadas y armas de fuego estuvieron dirigidos contra
una base en el aeropuerto de la ciudad de Khost y un campamento de entrenamiento
en Sara Bagh, en la provincia de Paktia, lo que desencadenó un nuevo
bombardeo estadunidense lanzado por aviones B-1 y helicópteros
AC-130.
Sin embargo, algunas versiones de prensa señalaron
que los tres muertos entre los aliados fueron ocasionados por un "error"
en los disparos efectuados desde los aviones y helicópteros de combate
estadunidenses que habían acudido en su auxilio.
Al tiempo que fuentes del Pentágono dijeron no
descartar nuevas escaramuzas como las registradas esta madrugada, días
después de que se dio por concluida la operación Anaconda,
cientos de comerciantes cerraron sus puertas en el centro de Khost en protesta
por la falta de seguridad. Incluso, la víspera habían protestado
ante las tropas estadunidenses por hechos de este tipo.
Las protestas se relacionan también con enfrentamientos
entre grupos tribales. Sin embargo, funcionarios estadunidenses y de Naciones
Unidas estimaron que la fuerza multinacional de paz no se extenderá
fuera de Kabul, pues, ante las exigencias de la población, las tropas
quieren salir cuanto antes de Afganistán, citó The Washington
Post.
En El Cairo, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el
sirio, Bachar al Assad, se declararon opuestos a cualquier ataque contra
Irak y exigieron respeto a la soberanía e integridad territorial
iraquí. En el mismo tenor, el presidente yemenita, Alm Abdala Saleh,
reiteró al vicepresidente iraquí, Taha Yassin Ramadan, ser
contrario a un posible ataque estadunidense contra el régimen de
Saddam Hussein.
Desde Bagdad, Hussein pidió a Washington que elimine
sus armas de destrucción masiva para alentar a los demás
países a hacer lo mismo. Aseveró que tanto Israel como los
estadunidenses deben ser los primeros en destruir esas armas para evitar
que caigan en manos de terroristas, "como ocurrió con un terrorista
estadunidense que produjo el bacilo del ántrax".
El vicepresidente estadunidense, Dick Cheney, concluyó
su gira de 11 países al cerrar con Turquía, sin haber logrado
el apoyo que buscaba para atacar Irak. Una conferencia de prensa al respecto
fue cancelada por problemas de "agenda", y el gobierno turco dijo que los
estadunidenses no prevén de momento ningún ataque.
Mientras que miles de soldados estadunidenses y surcoreanos
se aprestan a iniciar las maniobras militares más importantes desde
la Guerra de Corea de 1950-53, la Casa Blanca anunció que no "certificará"
este año que Corea del Norte se esté adhiriendo al acuerdo
de 1994 sobre el fin de un programa de armas nucleares.
La fuerza aérea estadunidense dijo haber hallado
fisuras en las cubiertas de titanio que protegen los reactores de los bombardeos
furtivos B-52, mientras que un militar murió y otros 14 resultaron
heridos durante una maniobra bélica en Fort Drum, Nueva York.
Al tiempo que Estados Unidos insistía en que Osama
Bin Laden seguiría vivo, y quizá herido, el Pentágono
defendió sus planes de crear comisiones militares para juzgar a
los acusados de "terrorismo" con procesos "justos y equilibrados". A su
vez, legisladores propusieron un proyecto de ley para dar ayuda a los países
que participen en operaciones militares en Afganistán.
En París, la policía francesa allanó
una residencia de Yeslam Binladin ?medio hermano de Bin Laden? en Cannes,
en el contexto de una investigación sobre lavado de dinero.