El Consenso de Monterrey no dará resultados a corto plazo, asegura Javier Prieto
La globalización ha generado empresas ricas y millones de pobres: Concamin
Responsabilidad de gobierno, empresarios y legisladores atacar de raíz la marginación, dice
Critica que la apertura comercial en México se haya dado sin capacitación y financiamiento
HUMBERTO ORTIZ MORENO
El Consenso de Monterrey no dará resultados en el corto plazo y por ello es responsabilidad social de gobierno, empresarios y legisladores impulsar los cambios estructurales, sin politizar ni "ensuciar" los temas sustantivos, para revertir la desarticulación de las cadenas productivas provocada por la apertura y atacar de raíz la pobreza en México, planteó Javier Prieto de la Fuente, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
Reconoció que en el país la globalización ha generado empresas ricas y muchos millones de personas pobres, pero aclaró que "es un proceso normal" porque la riqueza, por medio de la tecnología, hace que los ricos avancen más rápido porque tienen mejores sistemas productivos y financiamiento.
"Así se dio la apertura en el país, sin capacitación, sin tecnología, sin financiamiento y con pequeñas y medianas empresas desarticuladas totalmente del mercado de exportación", y solamente la clase pudiente aprovechó la coyuntura, admitió el dirigente de los industriales del país.
Asimismo, llamó al Congreso de la Unión a no distorsionar ni politizar, como el fiscal, el debate de otros temas, para concretar en el próximo periodo de sesiones las reformas energética y de telecomunicaciones.
Prieto de la Fuente expuso su punto de vista sobre el enfoque que dio la cumbre de Monterrey al problema de la pobreza, y recordó que "nosotros lo hemos enfatizado ya desde hace tiempo, y reconocemos que la globalización ha generado una brecha entre riqueza y pobreza, no nada más entre países, como ocurre con Estados Unidos y México, sino dentro de las mismas economías, como la nuestra, en la que tenemos empresas ricas y muchos millones de mexicanos pobres".
Sin embargo, a su juicio, "este es un proceso normal, porque esa riqueza, mediante la tecnología, hace que los ricos avancen más rápido. No es que abusen, sino que avanzan más rápidamente porque tienen mejores procesos, tecnología y financiamiento".
Puntualizó que el enfoque que se dio en Monterrey es fundamental, porque es la única manera de cerrar la brecha entre riqueza y pobreza mediante el financiamiento, la capacitación, la tecnología y el establecimiento y copia de las mejores prácticas de las que ya se han desarrollado precisamente para cerrar esa brecha".
Aun cuando calificó de importante el esfuerzo de los gobiernos que participaron en la cumbre, consideró que "probablemente no dará resultados a corto plazo". Solamente, dijo, cambiará la mentalidad de los gobiernos y de las grandes empresas que están metidas en la globalización, para que "podamos darnos cuenta de que tenemos una responsabilidad social que cumplir".
Prieto de la Fuente explicó que esto puede lograrse si los empresarios comparten sus procesos tecnológicos y proyectos de avanzada para jalar a las pequeñas y medianas empresas que por muchos años en México estuvieron muy relegadas, sin financiamiento, preparación ni articulación alguna con la dinámica exportadora.
Por ello, para el líder del sector industrial la responsabilidad fundamental del gobierno es hoy de incorporar estas ventajas a sus programas de apoyo, a fin de articular las cadenas productivas rotas con la apertura comercial.
Dijo que también son de fundamental importancia para el empresariado y la sociedad en general los cambios estructurales que requiere el país para crecer. Si bien no prevé nuevas modificaciones al marco tributario actual a corto plazo, porque cualquier proyecto entraría muy politizado y probablemente ensuciaría y distorsionaría las discusiones en asuntos tan avanzados como las reformas energética, de telecomunicaciones y a la Ley de Radio y Televisión. "No hay que forzar nada", añadió.
No obstante, aclaró que el tributario es un tema abierto y eventualmente la sociedad exigirá al gobierno federal y al Poder Legislativo entrar, de manera seria y respetuosa, al análisis de una reforma fiscal que dé recursos al Estado para poder operar sus programas y atacar los grandes rezagos sociales y en infraestructura.
Desde la perspectiva del presidente de la Concamin, cinco semanas son un periodo muy corto para que los legisladores encuentren consensos en todos los asuntos pendientes, así que tendrán que atacar proyectos que "ya vienen en cartera" y que forman parte de las reformas estructurales que urgen a México, como la energética.