Lima, prácticamente tomada por 22 mil uniformados; detenidos, 20 peruanos
Se comprometen George W. Bush y Alejandro Toledo a combatir narcotráfico y terrorismo
Reitera EU su disposición a renovar el Tratado de Preferencias Arancelarias Andinas
AFP, DPA Y REUTERS
Lima, 23 de marzo. Perú y Estados Unidos acordaron hoy emprender una guerra sin cuartel contra el terrorismo y el narcotráfico, tras una entrevista entre los presidentes Alejandro Toledo y George W. Bush, poco antes de que se celebrara una cumbre regional a la que asistieron también los mandatarios de Colombia, Bolivia y Ecuador.
Bush arribó a las 14:40 horas locales, procedente de Monterrey, a una capital peruana prácticamente paralizada y tomada por las fuerzas de seguridad con unos 22 mil efectivos desplegados en diversos puntos estratégicos, con un cerco de vigilancia que se ex-tendía por cielo y mar, y la anulación de toda protesta callejera al ser disueltos dos pequeños mítines y detenidos 20 manifestantes.
No obstante, poco antes de la llegada del primer presidente estadunidense que visita Perú en toda su historia, unas seis bombas de fabricación casera estallaron en el populoso distrito de San Juan de Lurigancho, lanzadas desde vehículos en marcha y sin que causaran daños personales ni materiales.
En ese marco y tras el atentado del miércoles en esta capital que dejó nueve muertos y 30 heridos, la visita de Bush estuvo rodeada de extraordinarias medidas de seguridad sin precedentes, con 22 mil policías y soldados peruanos custodiando la ciudad, sumados a 500 agentes de seguridad estadunidenses y francotiradores apostados en algunos edificios y zonas de tránsito de Bush y demás mandatarios.
Mientras el centro histórico se mantuvo cerrado y cordones de seguridad vigilaban y pedían identificación a los transeúntes, en las maniobras de vigilancia también participaban aviones peruanos Mirage 2000 y MIG 29, fragatas, aviones radar, seis helicópteros y buques estadunidenses. Además, el visitante llegó en el Air Force One escoltado por cuatro cazabombarderos F-16.
Tras ser recibido en el aeropuerto por To-ledo y miembros de su gabinete, el visitante acudió primero a la residencia del embajador estadunidense John Hamilton, y posteriormente llegó al palacio de gobierno, don-de fue recibido con honores, y se entrevistó con Toledo, en esta visita de 17 horas.
Consolidación de una alianza
Bush y Toledo se declararon "socios" en la lucha frontal contra el terrorismo y el tráfico de drogas. "Estoy impresionado por el progreso de Perú y tengo confianza en su desarrollo", dijo Bush, quien se comprometió a brindarle ayuda a Lima en la lucha antiterrorista, pues reconoció que este tema es "parte de la razón" de esta estadía.
Ofreció, en concreto, colaborar para en-frentar un eventual desplazamiento hacia territorio peruano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), or-ganización a la que se refirió siempre como "grupo terrorista".
En conferencia conjunta, Toledo admitió no tener evidencias de algún "traspaso" de las FARC hacia Perú, pero que de todos modos se estaban tomando medidas de precaución, por ello ambos afirmaron estar "consolidando" una alianza para enfrentar juntos el terrorismo, que además dijeron se extendió al narcotráfico.
"El presidente Toledo y yo compartimos el objetivo común en la lucha contra el terrorismo. Desde el 11 de septiembre Perú ha llevado una acción contra esta amenaza, y agradezco a él su liderazgo y su fuerte apoyo", comentó Bush, y añadió que esta semana los peruanos han recordado lo terrible que es este flagelo de terror.
Al subrayar la prioridad de la batalla contra el terrorismo, Bush introdujo la problemática social al apuntar que "no se puede aliviar la pobreza si hay terror en el vecindario"; en cuanto al narcotráfico, reconoció que "lo mejor" que puede hacer su país para ayudar a las naciones productoras de droga es disminuir su consumo.
Pero el mandatario dijo que aún no decide si reanuda los vuelos de intercepción de avionetas sospechosas en el espacio aéreo peruano, suspendidos desde el año pasado debido a un error al ser atacado un vuelo que causó la muerte de una misionera estadunidense y su pequeña hija.
"A partir de hoy iniciaremos una alianza estratégica esperanzadora hacia el futuro", expresó el anfitrión. Además, Toledo se mostró complacido de la "honestidad" del visitante al reconocer que uno de los problemas en la lucha contra el narcotráfico radica en el consumo.
Otro de los compromisos de Bush, a pedido de Toledo, se refiere a agilizar la desclasificación de documentos en poder de Estados Unidos sobre corrupción, narcotráfico y violaciones a los derechos humanos que se cometieron durante el régimen de Alberto Fujimori y de su ex asesor de seguridad Vladimiro Montesinos.
Luego Bush refirió que el diálogo también ha incluido un eventual incremento en el comercio bilateral y la reducción del pago de la deuda externa, la reanudación de las labores de los Cuerpos de Paz estadunidenses en Perú (expulsados en 1975), protección de la biodiversidad y capacitación de maestros en la región andina.
Asimismo, reiteró su compromiso de re-novación del Tratado de Preferencias Arancelarias Andinas, que beneficia a Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, referente a más de 6 mil productos de esos cuatro países y que terminó el 4 de diciembre, cuya activación depende de la aprobación por parte del Senado estadunidense.
Las primeras damas de Estados Unidos y Perú efectuaron agendas paralelas, pero to-có a la estadunidense Laura Bush anunciar que su país otorgará a Lima 195 millones de dólares en apoyo a la democracia, la lucha contra el narco y el combate a la pobreza.
Más tarde dio comienzo la reunión entre Bush, Toledo y los mandatarios de Colombia, Andrés Pastrana; el boliviano Jorge Quiroga, y el vicepresidente ecuatoriano Pedro Pinto, en torno justamente a la cuestión arancelaria estadunidense hacia el grupo andino, y por supuesto los temas de terrorismo y narcotráfico.
Tanto Pastrana como Quiroga emitieron declaraciones de condena a los atentados del miércoles en Lima.
Una de las iniciativas conjuntas entre los asistentes, presentada por Toledo, se refirió a la urgencia de relanzar la economía andina dando impulso a la agricultura, pues los países de la región desearían sembrar algodón, café o maíz para dar empleo honesto a los jóvenes.
Se destacó que existe una fuerte relación entre el tratado de preferencias arancelarias y la reducción del área cultivada con la hoja de coca, y que la guerra contra el narcotráfico y el terrorismo son asuntos de seguridad nacional.
Bush partirá este domingo a El Salvador, donde discutirá con los mandatarios centroamericanos la posibilidad de implementar un tratado de libre comercio similar al que Estados Unidos tiene con México.