Intervienen las autoridades estatales; disminuye la tensión en Zinacantán
Libres, priístas y perredistas que se enfrentaron en Chiapas
ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL
San cristobal de las Casas, Chis., 24 de marzo. Los 49 indígenas perredistas y priístas que permanecían retenidos a consecuencia de un enfrentamiento a balazos y golpes, ocurrido el viernes anterior entre ambos grupos en el municipio de Zinacantán, fueron liberados a la medianoche del sábado, con la intervención de las autoridades estatales, informó Porfirio Encino Hernández, secretario de Pueblos Indios.
Dijo que con la liberación de los retenidos este domingo disminuyó la tensión en las comunidades de Zinacantán, aunque aclaró que en la cabecera unos 500 militantes del PRI continuaban reunidos esta tarde en actitud ''amenazante'', lo mismo que otros tantos perredistas en el paraje Nachig, cercano a la cabecera.
Señaló que la liberación se concretó cerca de la medianoche de ayer en las oficinas de la Subprocuraduría de Justicia Zona Altos, adonde fueron llevados todos para ser entregados a sus respectivos grupos. Los priístas tenían detenidos a 34 perredistas en la cabecera y en el paraje Navenchauc, mientras que los miembros del sol azteca tenían en su poder a 23 militantes del tricolor en Pasté y a otros tres en Nachig. Ambos grupos accedieron a que los retenidos fueran traídos a esta ciudad por funcionarios estatales, para garantizar que todos fueran liberados.
La mayor parte de los indígenas que permanecieron detenidos todo el sábado, de ambos grupos, estaban severamente golpeados y no habían recibido alimento alguno.
Este día surgió otra versión acerca de los motivos del zafarrancho, que se inició la noche del viernes y dejó como saldo un muerto, tres heridos de bala y decenas de golpeados. La nueva explicación es que cuando los indígenas simpatizantes del tricolor y el sol azteca -muchos de ellos en estado de ebriedad- participaban en festividades en la comunidad Apaz, se fue la energía eléctrica, lo que provocó que dejara de tocar música el grupo que amenizaba un baile. Esto molestó a los priístas, quienes atribuyeron el apagón a los perredistas, y se desató el enfrentamiento.
Según testigos, durante la gresca salieron a relucir incluso fusiles Ak-47, los llamados cuernos de chivo. En el zafarrancho pereció el priísta José Santís Pérez y resultaron heridos otros tres tzotziles: dos del PRD y uno del PRI. Los militantes del sol azteca sostienen que Santís Pérez fue asesinado ''por sus propios compañeros, en medio de la confusión''.
Porfirio Encino dijo haber escuchado esa versión, pero agregó que la Procuraduría de Justicia del estado, luego de investigar los hechos violentos, determinará quién o quiénes fueron responsables del homicidio y de las lesiones.
Aseguró que el origen del conflicto entre ambos grupos es la negativa del ayuntamiento que encabeza el perredista Domingo de la Cruz Pérez de aceptar que tres regidores plurinominales del PRI se integren al cabildo, con el argumento de que ese es el acuerdo de sus comunidades, y porque la pasada administración priísta no ha concluido el proceso de entrega-recepción de bienes y documentación correspondiente al trienio que finalizó el 31 de diciembre de 2001.
Se busca acuerdo político
''Nosotros no aceptamos que la violencia sea el mecanismo para se incorporen sus plurinominales'', subrayó el secretario de Pueblos Indios, quien informó que esta tarde él y otros funcionarios estatales se reunirían por separado con los miembros del ayuntamiento y con los priístas inconformes para tratar de convencerlos de firmar un acuerdo político para la gobernabilidad del municipio.
A ambos grupos les hizo un llamado para que resuelvan sus diferencias a través del diálogo y no movilicen a su gente, pues de lo contrario se corre el riesgo de nuevos hechos de sangre.
Hasta esta tarde no había ningún detenido y el agente del Ministerio Público aún recibía declaraciones de indígenas de ambos grupos, entre ellos el alcalde De la Cruz, cuya vivienda en la cabecera sufrió quemaduras parciales.
En tanto, la policía sectorial realizaba patrullajes en Zinacantán para prevenir más hechos violentos.