Norberto Rivera
No sirven limosnas a naciones para salir del subdesarrollo
JOSE ANTONIO ROMAN
La creciente pobreza en los países en desarrollo terminará por "afectar terriblemente" a las naciones más poderosas, afirmó ayer el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, quien resaltó que la miseria "siempre lleva a la violencia".
Si bien la globalización es un fenómeno al que nadie puede oponerse, aseveró, también es necesario que los países industrializados asuman un compromiso y una actitud solidaria con los pueblos pobres. "Pero no se trata de dar una limosna, de dar una ayuda esporádica, sino de potenciar a nuestros pueblos para que salgan de su pobreza y del subdesarrollo, pues de lo contrario todos, absolutamente todos, sufriremos las consecuencias", señaló en breve entrevista al término de la celebración del Domingo de Ramos, en la catedral metropolitana.
Rivera Carrera, accesible como pocas veces, se refirió de manera indirecta a la llamada cumbre de Monterrey y a la propuesta de condonar la deuda externa de los países pobres, planteamiento reiterado por el papa Juan Pablo II durante la celebración del Jubileo en 2000. El cardenal advirtió que con la onerosa carga de la deuda externa, para muchas naciones el desarrollo se hace prácticamente imposible.
Sin embargo, precisó que la condonación por sí sola no basta para garantizar el desarrollo de esas naciones, que enfrentan graves problemas de pobreza, sino que es necesario impulsar fuertes programas de financiamiento, pues de lo contrario siempre van a estar necesitados de ayuda y nuevos préstamos.
El cardenal subrayó que la globalización de la economía y de muchas otras cosas, como la cultura, no es el problema que hoy enfrenta la humanidad, sino esencialmente la falta de solidaridad entre individuos y naciones. "La verdad es que muy pocos somos solidarios", señaló.
Entrevistado luego de la misa con la que comenzó oficialmente la Semana Santa, el alto jerarca de la Iglesia católica informó también de los recientes encuentros que ha sostenido con el jefe del gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador. La seguridad pública durante la próxima visita de Juan Pablo II a México -que se atenderá en coordinación con el gobierno federal- y asuntos de apoyo y logística son los temas que se han abordado en las pasadas reuniones, comentó.
