Propuesta de la artista
plástica Carmen Parra ante las diversas iniciativas de rescate
Busca Amigos del Centro Histórico ser enlace
entre sociedad y consejo consultivo
Si no mantenemos el núcleo simbólico del
país no mantendremos en orden nada, premisa de la agrupación
''Desde que acudí a la inauguración del
consejo jamás se me ha vuelto a convocar''
CESAR GÜEMES
El núcleo de la ciudad de México, la más
grande del país, se ubica en el Centro Histórico y perderlo
sería tanto como negar la propia identidad, olvidarla, eliminarla.
Este escenario no está muy lejos de no llevarse a cabo de manera
urgente el rescate del sitio. La pintora Carmen Parra ha decidido dar la
voz de alerta como integrante de la Sociedad de Amigos del Centro Histórico.
"El
planteamiento fundamental de la inquietud ?dice Parra en entrevista? y
que aquí pongo de manifiesto estriba en que si bien existen muchos
proyectos, estos se generan de manera independiente, así que el
caos se mantiene en el Centro Histórico y se manifiesta en esa desorganización.
Hace poco, por ejemplo, al acudir a la obra Voces de Catedral, resulta
que todos los mingitorios que se destinaron para el evento estaban junto
a la reja de la Catedral misma. Eso sin contar con la cantidad de desperdicios
y basura acumulada: es inverosímil que en una ciudad como la nuestra,
en donde se mueven cantidades muy importantes de dinero, no exista un grupo
de trabajadores de la limpieza asignados para que mantengan despejada la
zona".
La problemática del área es, en efecto,
amplia y compleja. El balance de ella, ofrecido en la página a que
refiere el consejo consultivo del Centro Histórico, se divide en
diez rubros cuyas líneas centrales son: población: "despoblamiento
y pauperización creciente entre los sectores de la población.
Composición diversa de las familias (origen, edad, tamaño).
Población flotante equivalente a la mitad de la población
del Distrito Federal"; base económica: "transición errática
hacia los nuevos mercados de la economía metropolitana. Inserción
insuficiente en la globalización. Productividad y competitividad
decrecientes. Pérdida de empleo y descapitalización generalizada
en todas las ramas económicas. Conflictos entre economía
formal e informal. Retiro de capitales"; suelo: "hundimientos diferenciales.
Vulnerabilidad sísmica. Inseguridad jurídica. Concentración
de la propiedad. Especulación"; subutilización y deterioro:
"un millón de metros cuadrados baldíos o subutilizados. Deterioro
urbano muy avanzado en dos terceras partes del parque inmobiliario"; estructura
urbana: "envejecimiento. Pérdida de funciones y destrucción
de atributos. Ocupación de vías y espacios públicos
por actividades informales. Tendencias hacia la fracturación funcional
y simbólica del espacio"; usos de suelo: "sustitución de
usos habitacionales por comercios, servicios, oficinas, y de éstos
a bodegas, giros negros o estacionamientos en predios baldíos, previa
destrucción de los inmuebles"; vialidad: "conflictos viales por
la concurrencia de diversos factores, algunos ajenos al Centro Histórico
o fuera de su competencia. Oferta inadecuada de estacionamientos públicos";
Transporte de pasajeros: "Oferta insuficiente y burocratización
de la política urbana. Carencia de una estrategia, carencia de proyectos
en todos los niveles.
Los programas parciales resultan insuficientes"; actores
políticos: "sobreposición de organismos y funciones sin esquemas
claros de competencia. Sobrerrepresentación en algunos sitios del
Centro Histórico, insuficiente presencia en otros. Confusión
institucional en las atribuciones e iniciativas de los órganos de
gobierno"; actores sociales: "complejo sistema de actores sociales formales
e informales sin estructura adecuada de representación y participación
en las tareas de gestión urbana. La Ley de Participación
Ciudadana de 1999 es regresiva. Persisten las prácticas clientelares
en todos los niveles: mafias, grupos de crimen organizado y porros se disputan
el territorio. Exodo de la escasa clase media que aún habita en
el Centro Histórico", y seguridad: "prostitución, vandalismo,
venta de armas, distribución y consumo de drogas, indigencia. Inseguridad
generalizada a partir de sitios y zonas focalizadas. Carencia de un programa
integral de seguridad en el Centro Histórico".
La idea de Carmen Parra, por su parte, aunque pertenece
al consejo consultivo del Centro Histórico, es que Amigos funcione
como enlace entre la sociedad civil y las personas, un total de 123, que
conforman al consejo. Explica: "Los amigos del Centro Histórico
estamos reorganizándonos a fin de recuperar de nuevo las actividades
como Sociedad de Amigos para hacer propuestas de parte de la sociedad civil.
La memoria del Centro Histórico nos pertenece a todos, en eso estamos
de acuerdo. El crecimiento de la ciudad ha sido brutal, tan sólo
en cincuenta años pasamos de tener dos millones de habitantes a
prácticamente veinte. Algo como esto no ha colaborado a que los
proyectos sean viables. El crecimiento sin planeación nos está
comiendo. Los proyectos, insisto, están ahí, pero son parte
del mismo caos que señalaba al inicio porque falta un lineamiento
político a fin de dar coherencia a los trabajos que favorecen ese
corazón del país''.
Además
de las 123 personalidades invitadas a formar parte del consejo consultivo,
existe por el momento un comité ejecutivo que se encuentra en funciones
desde hace seis meses. Está conformado por actores del gobierno
federal, gobierno local y representantes de la sociedad civil. A saber:
Alfonso Durazo Montaño, Sari Bermúdez, Julieta Campos, Laura
Itzel Castillo, Alejandro Encinas, Leticia Navarro, Guillermo Tovar y De
Teresa, Norberto Rivera Carrera, Jacobo Zabludovsky y Carlos Slim, quien
por su parte preside el consejo en pleno.
-¿Las personas que fueron invitadas a conformar
el consejo consultivo tienen conocimiento de los avances del rescate?
-Sabemos que se han comprado edificios y los van a restaurar.
Por ejemplo el ex Convento de San Francisco ya entró en la primera
fase de limpieza. El Consejo Consultivo tiene un considerable poder económico
para rescatar al Centro Histórico, pero al mismo tiempo es necesario
realizar un proyecto cultural a través del gobierno del Distrito
Federal. Una de las responsabilidades de la autoridad local es mantener
en orden el núcleo de nuestra ciudad, algo que de llevarse a cabo
sería ejemplo para el resto de la República. Si no conseguimos
mantener como se debe a nuestro núcleo simbólico eso quiere
decir que no mantendremos en orden nada. Es por ello que desde hace ya
varios años estamos preocupados por la situación: la Sociedad
de Amigos del Centro Histórico está compuesta finalmente
por un grupo de ciudadanos sin el poder de decisión para que las
obras se lleven a cabo. Todos los que lo han conformado han sido y son
profesionales de diversos ámbitos y tenemos la enorme tarea, como
testigos, de que se haga al respecto lo necesario.
"El consejo consultivo no ha tenido una continuidad. Desde
que acudí a la inauguración de sus labores jamás se
me ha vuelto a invitar ni a consultar en absoluto. Creo que estos consejos,
si se desea que realmente funcionen, hay que utilizarlos para que la gente
se comprometa y se genere un canal de comunicación para ayudar a
que el Centro Histórico recupere una imagen digna. Dentro de la
Sociedad de Amigos estamos de algún modo en la retaguardia porque
no somos personas con poder. Si no nos hemos acercado directamente a las
autoridades correspondientes es porque son las autoridades las que deben
convocarnos. De cualquier forma estamos siempre en comunicación
a fin de ver cómo participamos en este sistema que es el Centro
Histórico con problemas muy complejos".
-Si algunas personas, como es su caso, pertenecen al consejo
consultivo y a la Sociedad de Amigos del Centro, ¿cómo piensan
actuar?
-Contemplamos que algunos de nosotros a través
de la Sociedad de Amigos tengan la posibilidad de ser voceros de la sociedad
civil con las personas que invierten en el Centro Histórico, porque
es muy real que se está invirtiendo dinero en el rescate. El señor
Slim trabaja ahora con un grupo de personas que analizan la problemática
del sitio, pero falta aún la red de información que señale
cuáles son los problemas de más urgente atención.
Si la sociedad civil no está al tanto como no lo están quienes
trabajan en el proyecto, tampoco lo saben los medios y todo el esfuerzo
se diluye en el mismo caos en el que estamos sumergidos desde hace ya tanto
tiempo. Nuestra idea es que la sociedad civil se articule para saber qué
está haciendo cada uno de nosotros y así podamos aportar
un trabajo concreto al proceso de recuperación.
La conclusión de Carmen Parra, si los trabajos
de rescate del Centro Histórico no fructifican, es contundente:
"Hablaríamos ya de un caos mental que nos va a llevar al desconocimiento
de nosotros mismos, y eso no es bueno para nadie".