Anuncian inminente incremento hasta de 50% en los precios de los medicamentos
Estrepitosa caída del peso argentino ante el dólar
Advierten analistas económicos sobre una hiperinflación y otro estallido social
AFP, REUTERS Y DPA
Buenos Aires, 25 de marzo. Miles de argentinos se agolparon hoy en las puertas de los bancos para comprar dólares, en un intento por ponerse a resguardo de la estrepitosa caída de su moneda, que llegó a tocar el récord de cuatro pesos por dólar pese a la batería de medidas desplegada por el gobierno para sacar pesos del mercado y forzar a los exportadores a liquidar divisas.
Analistas ya advirtieron que puede desencadenarse una hiperinflación y, en consecuencia, un estallido social como el que en diciembre obligó a renunciar a dos presidentes.
Al cierre de las operaciones del lunes el peso cayó 20.78 por ciento en las casas de cambio, a 3.85 unidades por dólar para la venta, mientras en el mercado mayorista se derrumbó 13.89 por ciento a 3.60, tras llegar durante la jornada al récord de 4.00.
Sin embargo, una decena de grandes bancos siguió vendiendo hasta última hora a 3.10 pesos, casi sin diferencia respecto de la cotización del pasado viernes negro, cuando comenzó a dispararse la divisa estadunidense. Esta operación se realizó en el contexto de un acuerdo con el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
De todas maneras, el resto del mercado se movió bajo la presión alcista de la demanda y sin respetar el nuevo límite horario de las 15 horas locales para el cierre de las operaciones.
La demanda del billete estadunidense se reflejó en largas filas y aglomeraciones de ahorristas frente a las casas cambiarias. "Estoy dispuesta a pagar lo que sea. Necesito cien dólares para pagar la cuota de mi casa y no voy a perderla por nada", dijo Susana, una mujer que esperaba en fila más de tres horas antes de que el banco abriera sus puertas. "Cuando estás endeudado no tenés otra opción que hacer lo que el mercado te diga", añadió.
El presidente Eduardo Duhalde decidió en enero dejar atrás más de una década de cambio fijo de un peso por un dólar -que según analistas venía siendo sostenido artificialmente-, y tras un mes de devaluación controlada decidió dejar flotar el peso en febrero. Desde entonces, la moneda ya perdió 70 por ciento de su valor.
Los argentinos han vuelto a recordar tiempos pasados, a finales de la década de 1980, cuando la hiperinflación se reflejaba en la remarcación diaria de precios. Pero entonces, por ejemplo, el índice de desocupación era de 7 por ciento, mientras que hoy ronda 25 por ciento, mientras la pobreza alcanzó a casi la mitad de los 36 millones de habitantes del país sudamericano.
Pese a que el gobierno estima que este año la inflación estará en 22 por ciento, la cifra registrada los dos primeros meses del año es de 5.4 por ciento para el índice de precios minoristas y de 17 por ciento para el de precios mayoristas.
La Federación Argentina de Cámaras de Farmacias advirtió hoy sobre un inminente aumento de "entre 30 y 50 por ciento" en los precios de los medicamentos por parte de los laboratorios. A su vez, el Centro de Industriales Panaderos señaló que el pan aumentará 3 por ciento.
Las ventas en los supermercados cayeron 3.9 por ciento en febrero pasado respecto del mismo mes de 2001, en tanto que en los grandes centros comerciales hubo un descenso de 29.6 por ciento en el mismo periodo de comparación, informó el INDEC.
Pese a esta fiebre del dólar, el gobierno "no piensa en la dolarización" ni en establecer una nueva convertibilidad entre el peso y el dólar para hacer frente a la escalada cambiaria y la sombría perspectiva de un rebrote hiperinflacionario, dijo este lunes el jefe de gabinete, Jorge Capitanich.
Agregó que el gobierno de Duhalde "ratifica la política económica gubernamental", que contempla la intervención del Banco Central, a pesar de recomendaciones en contrario del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Duhalde regresó el fin de semana de la cumbre contra la pobreza en Monterrey, donde apenas logró que el director-gerente del FMI confirme que dentro de dos semanas se iniciarán negociaciones para establecer si se reanuda la ayuda crediticia a Argentina. Sin embargo, "no hay razones para sustentar o alimentar visiones apocalípticas", sostuvo Capitanich.
Pero la centrista Unión Cívica Radical, el mayor partido de oposición, que gobernó el país durante dos años, hasta el 20 de diciembre pasado, planteó este lunes al mandatario peronista "la necesidad de adoptar urgentes medidas" ante la crisis, "independientemente de cuánto tarde el acuerdo con el FMI".
Anticipando la estampida de este lunes, el Banco Central había lanzado un conjunto de herramientas para frenar al dólar, entre ellas reducir de 180 días a cinco el plazo a los exportadores para que liquiden sus billetes verdes y solamente en la autoridad monetaria. Asimismo, a partir de esta semana, los bancos ofrecerán al público plazos fijos indexados por el valor del dólar, para tentar a los ahorristas con otras opciones financieras.
Según fuentes del Ministerio de Economía, el FMI dio su "aval técnico a las medidas del Banco Central", pero éstas no evitaron las aglomeraciones frente a casas de cambio y bancos. "Al gobierno no le cree nadie, no se registra crecimiento económico y la ayuda del FMI parece cada vez más lejana (...) los precios siguen subiendo", comentaba un cambista.