Altos costos de inversión para arrancar servicios y guerra de tarifas, las causas
Severos problemas económicos enfrentan tres concesionarias telefónicas mexicanas
La empresa Miditel ya comenzó el procedimiento para solicitar la quiebra
VICTOR CARDOSO
A escasos cinco años de la apertura a la competencia, el mercado mexicano de telefonía comienza a deteriorarse y amenaza con cobrar sus primeras víctimas: por lo menos tres concesionarias enfrentan severos problemas económicos, y al menos una podría solicitar la quiebra.
Las razones, hasta donde se sabe, se derivan de los altos costos de inversión en que incurrieron los operadores telefónicos para arrancar sus servicios y una no reconocida guerra tarifaria.
Miditel, empresa propiedad de la familia Kanahuati, es hasta el momento la más afectada por la crisis económica. Desde 1999 comenzó a mostrar problemas económicos derivados de la infructuosa asociación que negociaba con inversionistas coreanos.
Si bien la empresa logró sortear momentáneamente las dificultades para continuar sus operaciones, enfocadas particularmente a clientes corporativos, sus adeudos con proveedores se acumularon a grado tal que hace poco más de un año Teléfonos de México (Telmex), su principal acreedor, intervino la caja de Miditel para garantizar el pago de servicios de interconexión y transporte, entre otros.
En esas circunstancias se sabe que la empresa comenzó los procedimientos necesarios ante las secretarías de Comunicaciones y Transportes (SCT) y de Economía, la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) y otras autoridades para solicitar la quiebra y acogerse a la Ley de Concursos Mercantiles.
Para la telefónica Maxcom, que encabeza el empresario Fulvio del Valle, la crisis económica ya representó un agudo programa de reducción de costos que derivó en el despido de unos 400 trabajadores.
Al mismo tiempo se sabe que el programa de restructura de la empresa considera una renegociación con los tenedores de su deuda, que implicaría una posible capitalización de los bonos emitidos, así como la conversión de un bono de deuda por 275 millones de dólares.
Otro caso significativo de problemas económicos es el de Alestra, donde confluyen como socios los poderosos grupos Alfa, BBVA Bancomer y la estadunidense AT&T.
Esta semana, Standard and Poor's colocó las calificaciones de riesgo crediticio en moneda nacional y en moneda extranjera de Alestra en el listado de ''revisión especial con implicación negativa''.
La calificadora informó que la colocación en el listado de revisión especial ''se da a raíz de la incertidumbre acerca de la deteriorada posición de liquidez de la empresa, derivada de la caída de las tarifas de larga distancia y su alto apalancamiento''.
Expuso que si bien Alestra ha trabajado en la obtención de un crédito sindicado que contribuiría al pago de una emisión de bonos con vencimiento en noviembre próximo, "la incertidumbre de los mercados respecto al sector de las telecomunicaciones en general, y acerca de la liquidez de Alestra en particular, afecta su flexibilidad financiera".
Ante esa situación, Standard and Poor's dijo que sus analistas se reunirían con la empresa para evaluar sus alternativas financieras, el grado de apoyo de los accionistas y el plan de negocios para determinar la magnitud de la baja de calificación, ''la cual pudiera ser de varios niveles''.