Alertan sobre efectos de herbicida usado para
destruirlos
Desconoce el gobierno cifras de sembradíos de
drogas: Cendro
El paraquat, capaz de alterar la microflora, advierten
expertos
El cultivo abarca de Chiapas hasta Sonora y parte de
Chihuahua
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
El gobierno mexicano "no conoce el número real
de hectáreas que se siembran anualmente de amapola y mariguana",
señalan documentos oficiales elaborados por el Centro de Planeación
para el Control de Drogas (Cendro).
Sin embargo, se ha detectado que el cultivo de estos enervantes
(base para elaborar la heroína) abarca desde Chiapas hasta Sonora
y parte de Chihuahua.
Para combatir esos cultivos ilícitos en aproximadamente
45 mil hectáreas, anualmente la Procuraduría General de la
República (PGR) utiliza en promedio 100 mil litros del herbicida
conocido como paraquat, el cual, según una investigación
de la Universidad Autónoma de Chiapas, constituye "un peligro latente"
capaz de alterar "la microflora, y las aplicaciones repetidas de éste
pueden causar daños aún no cuantificados al ecosistema".
Aunque oficialmente se ha reconocido que la PGR utiliza
ese herbicida desde hace 15 años, la institución afirma que
no "se ha registrado ningún tipo de contaminación o envenenamiento"
por su uso.
En 2000, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Durango y Guerrero
fueron considerados estados de primer nivel en cuanto a siembra y producción
de amapola.
En tanto, a Nayarit, Jalisco, Oaxaca y Chiapas se les
registra como entidades con menor número de sembradíos, aunque
con "una presencia creciente de cultivos" de la adormidera.
El documento elaborado por el Cendro, del cual posee copia
La
Jornada, indica que sólo en 2000 se erradicaron 15 mil 756 hectáreas
sembradas de amapola, en coordinación con el Ejército Mexicano,
utilizando 46 mil 500 litros de paraquat.
Para destruir los cultivos, la PGR, que es la única
entidad encargada de fumigar, por conducto de la Fiscalía Especializada
para la Atención de Delitos contra la Salud (FEADS), utilizó
46 mil 500 litros del herbicida paraquat.
Sin embargo, las zonas de cultivo de cannabis son
mayores que las de amapola, pues además del llamado triángulo
dorado, que abarca la zona serrana de Durango, Sinaloa y Chihuahua,
también existen regiones productoras en Colima, Nayarit, Jalisco,
Guerrero, Chiapas, Oaxaca y, como área de "primer nivel", Michoacán.
Es decir, tanto para la producción de amapola como
de mariguana, el Pacífico mexicano, a todo lo largo de la República,
es la zona por excelencia elegida por los narcotraficantes mexicanos.
De acuerdo con el Mapa Delictivo de la República
Mexicana, los narcos que controlan dichos estados son Pedro Díaz
Parada; el cártel de Tijuana, ahora dirigido, según
autoridades de la PGR, por Enedina Arellano Félix y Manuel Aguirre
Galindo, El Caballo, uno de los fundadores del grupo, así
como por Eduardo Arellano Félix, El Gualín, de 46
años y médico de profesión, y Francisco Javier Arellano
Félix, El Tigrillo,
En esas entidades opera también el cártel
de
Juárez, el cual era dirigido por Amado Carrillo, y ahora trabaja
dividido en grupos, unos comandados por Vicente Carrillo Fuentes y su sobrino,
Vicente Carrillo Leyva; otros por Joaquín El Chapo Guzmán
Loera, e Ismael El Mayo Zambada García y su hijo, Ismael
Zambada Niebla.
En lo que va de la administración del presidente
Vicente Fox se han destruido más de 70 mil hectáreas de mariguana,
y de éstas, según datos obtenidos, en la tercera parte habría
sido utilizando paraquat.
Sin embargo, el Cendro afirma no tener "una investigación
que permita contar con cifras reales en relación con el número
de hectáreas que son sembradas con amapola y mariguana". Lo anterior,
pese a que las autoridades federales cuentan con la capacidad de elaborar
un mapa satelital que indique las zonas y la dimensión de los plantíos.
Efectos en Chiapas
En la Universidad Autónoma de Chiapas se lleva
a cabo un proyecto de investigación denominado "Aislamiento y caracterización
de microorganismos que degradan paraquat", el cual, según su resumen,
considera que "poco se conoce de la biodegradación, y menos de la
repercusión al ecosistema" que este herbicida puede causar.
El resumen del proyecto de investigación estima
que en el Soconusco se utilizan anualmente 100 mil litros de este herbicida
(sobre todo en producción agrícola), el cual "se reporta
como de rápida inactivación y baja toxicidad; sin embargo,
se ha demostrado que su acción incide en la población de
bacterias y hongos en los suelos donde se utiliza, así como su alto
potencial para evitar el crecimiento de algas".