Para la Delegación Cuauhtémoc no hay discusión: el acto se cancela definitivamente

Definen hoy la realización del Tecnogeist

La prohibición evidencia incomprensión absoluta de lo que es una ciudad moderna: Monsiváis

FABRIZIO LEON Y JORGE CABALLERO

Aunque el día de ayer la oficina de prensa de la Delegación Cuauhtémoc, por medio de su portavoz Francisco Parra, informó que el permiso para efectuar el festival de música electrónica Tecnogeist en el Zócalo se cancela en "forma definitiva", así como el desfile Love Parade (del Angel de la Independencia al Zócalo), las autoridades del gobierno de la ciudad y la Secretaría de Seguridad Pública todavía discuten la posibilidad de que este concierto popular y gratuito se lleve a cabo, siempre y cuando se respeten las medidas de seguridad que se impulsen y de que los organizadores se comprometan a difundir entre los jóvenes la importancia de no provocar disturbios, de respetar los inmuebles históricos de la ciudad y abstenerse del consumo de drogas. Otra posibilidad que se estudia es que este evento se realice en un foro cerrado (como el Foro Sol o el Palacio de los Deportes).

Hoy por la tarde se espera un pronunciamiento por parte de Marcelo Ebrard y el gobierno de la ciudad respecto de dicho permiso.

Este concierto está programado para el sábado 13 de abril y forma parte de las actividades juveniles del 18 Festival del Centro Histórico, junto con el llamado concierto de música alternativa Radical Mestizo.

El vocero delegacional abundó: "La posición de la Delegación Cuauhtémoc se retrasó porque no es una decisión que adopte sólo ésta, sino que se consultó con la Secretaría de Seguridad Pública y el gobierno de la ciudad de México y hasta ahora, no se otorgará el permiso para que se realice este festival y desfile de música tecno. La negativa se debe también a las quejas vecinales, a que afecta la vialidad, porque no está garantizada plenamente la seguridad de los asistentes y por los daños al patrimonio histórico que este festival provocó el año pasado en el Monumento a la Revolución: hubo pintas, desmanes y daños al monumento. El gobierno de la ciudad tuvo que costear la reparación".

Las políticas culturales del gobierno de la ciudad desde que Cuauhtémoc Cárdenas ganó la elección de 1994, y luego con Rosario Robles al frente, fue el uso del Zócalo para conciertos masivos, incluyendo el Tecnogeist en el año 2000, organizados por el naciente Instituto de Cultura de la Ciudad de México, ahora parece que esta línea ha cambiado, al parecer por los temores de que este concierto de 12 horas derive en actos de violencia con saldo rojo y abuso en el consumo de drogas; no obstante que en las ediciones pasadas el saldo reportado por la SSP fue de apenas 11 detenidos en el año 2000 en el Zócalo "por consumo de alcohol". En la primera edición de este concierto fueron desplegados 368 policías y fueron insuficientes los baños portátiles.

Más adelante Francisco Parra afirmó que junto con la propuesta de la delegación se les hizo saber a los organizadores que "lo realizaran en un lugar cerrado con la finalidad de proporcionarles mayor seguridad y control; las autoridades del festival rechazaron esta posibilidad".

-ƑLos organizadores pueden apelar de la decisión?

-No, porque la autoridad es el gobierno de la ciudad, la delegación y la SSP. Ellos son los que brindan los permisos.

-ƑQué opina de que la decisión va más por el lado moral que de logística y seguridad?

-No estamos en contra de la música ni del evento en sí, sino porque no está garantizada la seguridad del público. Hay quienes van a divertirse sanamente; pero habrá grupitos que vayan a causar desmanes.

-La experiencia nos ha enseñado que el Zócalo repleto no representa ningún problema con espectáculos artísticos y populares.

-Obvio. Simplemente el 15 de septiembre y los conciertos que se han hecho ahí. Repito, la decisión se basa en lo que pasó el año pasado en el Monumento a la Revolución. No estamos en contra porque la Delegación Cuauhtémoc forma parte del comité organizador.

Por su lado el director del Festival del Centro Histórico, Roberto Vázquez, mencionó: "Hasta el momento no nos han informado nada de la cancelación definitiva del permiso para realizar el Tecnogeist y el desfile Love Parade; me estoy enterando por ustedes. El año pasado hubo problemas y a última hora nos dieron el permiso. Lo cambiamos del Zócalo al Monumento a la Revolución".

Agrega: "Antes de organizar este festival y el Love Parade me entrevisté con Manuel López Obrador, después con Enrique Semo, director del Instituto de Cultura, y luego con la delegada en Cuauhtémoc, Dolores Padierna. A los tres les pregunté si estaban de acuerdo en que se volviera a organizar el desfile y el festival de música tecno. Su respuesta fue afirmativa, fue en el sentido de que tenían la buena voluntad de permitirlo; echamos a andar toda la maquinaria porque el Festival del Centro Histórico no se organiza de un día para otro, sino con un año de anticipación.

"Además este permiso ya se nos había dado, consta en el oficio 178; después vino la revocación. Hemos demostrado que con las dos emisiones anteriores no causamos problemas; me parece contradictorio que se permitan manifestaciones con machetes en las calles y no la manifestación juvenil con la música de su tiempo."

-ƑQué van a hacer?

-Como director no puedo hacer nada porque represento una institución, tenemos que acatar la orden.

-ƑA cuánto asienden las pérdidas?

-Entre hospedaje y honorarios serían alrededor de 400 mil pesos.

-ƑCómo afectaría esto las relaciones con el gobierno e instituciones alemanas?

-Esa es la gran pregunta, porque fue un proyecto binacional que lo trajo en su agenda el canciller alemán en su reciente visita, que por cierto se entrevistó con el jefe de Gobierno del DF.

-ƑCómo afecta esta decisión a la cultura juvenil?

-Mucho. Cómo podemos hacer entrañable el Centro Histórico para los jóvenes si no los dejamos que se manifiesten con sus propias formas de diversión. Me parece triste y lamentable. El Love Parade se efectúa en Moscú, la cuna de la izquierda contemporánea; resulta paradójico que sea precisamente la izquierda en México quien lo prohíba.

En relación con este asunto el escritor Carlos Monsiváis mencionó: "Todas las prohibiciones juntas no permitirán que vuelva el régimen de Ruiz Cortines ni nos devolverán las atmósferas tan vigilantes del buen comportamiento que caracterizaban al sexenio de Díaz Ordaz y que distinguen la intención de los alcaldes panistas. Y cuando se pueda la práctica de los alcaldes panistas. Prohibir a cuenta de las reclamaciones vecinales en el Zócalo o a cuenta de la vigilancia nacionalista del comportamiento juvenil es una pérdida de tiempo. Ojalá se quedara en eso. Lo malo es que señala la incomprensión absoluta de lo que es una ciudad moderna y de lo que son las libertades responsables de los jóvenes. Estoy seguro de que estas autoridades, si se les propusiera un festival de silencio absoluto, lo prohibirían alegando el estrépito. Es una lástima que nadie les informe del año en que vivimos".

El escritor y músico Pacho Paredes señaló: "La obligación de las autoridades sería autorizar el festival. Es triste que siempre encuentran argumentos para golpear a los sectores más desprotegidos, en este caso la juventud, a la que únicamente se le celebra en su papel de consumidora en la oferta de la industria del espectáculo; se le deja ejercer su cultura siempre y cuando esté mediada por los espacios del gran mercado, pero en cualquier tipo de iniciativa cultural con algún tipo de arraigo independiente, alternativa o de raíces juveniles, jamás se le permite ejercer su derecho a la cultura.

"Es muy triste que todavía tengamos que padecer la herencia del 68 y 71 con estas autoridades que fueron elegidas democráticamente en esta ciudad y que supuestamente son de izquierda; es lamentable que estén manteniendo esta actitud hacia las expresiones juveniles similares a las del regente Uruchurtu, que reprimió la vida nocturna en la ciudad y estigmatizaba al rock, como en el caso del Avándaro. Parece que en México vamos en contra de la historia: cuando en todos los demás países se ha abierto más la tolerancia para las expresiones artísticas de los jóvenes, aquí es un retroceso. Es inverosímil lo que están haciendo, es increíble que las autoridades reaccionen en términos de 'pánico moral' en relación con la figura del joven, cuando su obligación es mediar entre los intereses de los diferentes sectores de la sociedad; así como se permiten las celebraciones religiosas o infantiles, que afectan a otros sectores de la sociedad, las de los jóvenes tienen derecho a llevarse a cabo. Es incomprensible esta actitud de las autoridades."