Incluyen funcionarios sobornos en costos
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reconoce que aún es frecuente encontrar empresas que consideran el pago de sobornos a funcionarios de países extranjeros como parte de sus costos de operación; sin embargo, destaca que en la mayoría de los países afiliados ha habido avances legislativos para prohibir que dichas dádivas sean deducibles de impuestos.
En un documento titulado La lucha contra el soborno y la corrupción, la OCDE considera que prohibir la deducibilidad de los pagos ilícitos es una forma de decir a las compañías que esta práctica ya no es aceptable. Sin embargo, no todos los países que anularon la deducibilidad persiguen penalmente a quien otorga y a quien recibe estas dádivas.
En abril de 1996 la OCDE -de la que México forma parte- emitió la Recomendación sobre deducibilidad de los sobornos a funcionarios extranjeros. Desde entonces los países miembros han modificado sus leyes para terminar con los incentivos fiscales a la corrupción. Hasta antes de las reformas, algunas naciones permitían la deducibilidad si el soborno era considerado "costumbre" en el país donde se buscaba hacer negocios e incluso se le veía como un mal necesario para obtener ventaja sobre otros competidores.
Por ejemplo, Japón no considera deducibles los sobornos, pero los clasifica como "gastos de esparcimiento". Hasta antes del 14 de diciembre, Luxemburgo permitía la deducibilidad de los sobornos como si se tratara de cualquier otro costo; sin embargo, el receptor del dinero debía estar claramente identificado; así, este beneficio no podía hacerse extensivo a empresas o personas con domicilio en paraísos fiscales.
En México no se permite deducir sobornos a funcionarios públicos porque estas erogaciones no cumplen los requisitos legales para ser considerados gastos deducibles, los cuales deben ser estrictamente esenciales para las actividades de los contribuyentes y estar formalmente documentados.
De acuerdo con información de Transparencia Internacional, Suiza, Países Bajos, Italia, España y Francia figuran entre los 19 principales exportadores que no han ratificado la convención de la OCDE para evitar la corrupción y el soborno, en tanto China, Taiwán, Singapur y Malasia ni siquiera la han suscrito.
De acuerdo con una encuesta de Gallup, los sectores económicos más expuestos a la corrupción son, en orden descendente, los contratos de obras públicas, la proveeduría de armamento y equipo militar, la energía (incluida la industria petrolera), la industria (incluida la minería), servicios de salud, telecomunicaciones, aviación civil, los servicios bancarios y financieros y la agricultura.
DAVID ZUÑIGA