Los cementeros, pese a su apatía, lograron ganar 3-1 en su estadio

Cruz Azul tomó un respiro, pero León agoniza

Ni un marcador más abultado me hubiera quitado el mal sabor de la primera parte: Trejo

MIGUEL ANGEL RAMIREZ

Aunque estuvo huérfano de entrega y talento, Cruz Azul tomó ayer un respiro y de paso dejó agonizando al León. Los cementeros volvieron a toparse con la victoria después de tres fechas, al doblegar 3-1 a los Esmeraldas, en la jornada 16.

Pero el regreso a la senda triunfal y al trepar al segundo lugar de su grupo no estuvo acompañado de una buena actuación. El técnico José Luis Trejo confesó al final que en el descanso tuvo que hablarles fuerte a sus pupilos y, pese a la reacción en el complemento, resaltó que ni un marcador más abultado "me hubiera quitado ese mal sabor" de la primera parte.

Razón le sobraba. El sufrimiento de los escasos espectadores en el estadio Azul, sobre todo en el arranque del trámite, no fue accidental. La apatía de los cementeros era infernal.

Después de un disparo lejano de José Alberto Hernández, al minuto cuatro, que alcanzó a desviar el portero Aldo Díaz, parecían vacacionistas. La inercia los llevaba al campo rival, pero ni una gota de esfuerzo, inteligencia o chispa para atemorizar a la visita.

Y como este León no es como lo pintan (dejó la iniciativa al Cruz Azul y se dedicó más a cuidar su guarida), los espectadores empezaron a reclamar desde el minuto 18 con silbidos.

Hasta el 27 los principales protagonistas se apiadaron de ellos. Y fueron los visitantes. De los botines de Jair Vázquez salió un buen tiro que Oscar Pérez logró desviar a tiro de esquina.

Al minuto 32 los Esmeraldas inauguraron el marcador. Jorge Toledano dio un pase por el sector derecho a Jair Vázquez, quien esta vez tuvo éxito, porque mandó un tiro que superó al portero, pegó en el travesaño, luego en el poste derecho y terminó en el fondo de la red.

Fue el 1-0 y a punto estuvo León de incrementar la ventaja, pero Missael Espinosa llegó tarde a un centro que le envió Valenzuela; había quedado sólo ante Pérez.

La Máquina volvió a funcionar hasta los minutos finales. Primero el guardameta Díaz desvió un tiro de Pinheiro, y luego Mendoza rechazó en la línea de gol un remate de Sebastián Abreu.

Al minuto 41 Flores no alcanzó a despejar un envió de Pinheiro; el balón le cayó a Angel Matute Morales, quien controló con la pierna derecha y con la izquierda disparó para poner el 1-1.

En el complemento se abrió pronto el camino de la victoria para los cementeros. Al 54 Matute remató con la cabeza un tiro de esquina; el balón pegó en el poste derecho de la meta visitante, pero llegó Marinho Ledesma para fusilar al portero y poner el 2-1.

Con la desventaja el León tuvo que arriesgar por fin y esto provocó que los aficionados olvidaran el sueño. Aunque la indignación, principalmente contra los seguidores celestes, no los abandonó, pues Marinho, Zepeda y Abreu desperdiciaron inmejorables oportunidades.

Sólo pudieron sentirse tranquilos hasta el 79, cuando el Loco controló un pase de Campos cerca de la media luna y al incursionar al área marcó el 3-1 con tiro cruzado.

Con este resultado el Celaya le sacó una ventaja de cuatro puntos al León en la lucha por no descender. El técnico Rafael Chávez Carretero dijo que presionados han estado siempre, y su única esperanza en estos tres partidos que restan del campeonato es que los Cajeteros deberán descansar en la fecha 18.

Pero si se combinan resultados en la jornada 17, los que descansarán, en paz, serán los Esmeraldas.