Sin su participación la economía de EU no funcionaría, dice el líder empresarial
Apoya Donohue la legalización de migrantes
Junto con dirigentes sindicales y latinos pide al gobierno de Bush impulsar reformas
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
El presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos se unió a líderes nacionales sindicales y latinos para manifestarse en favor de la legalización de trabajadores indocumentados en el país y pidió al gobierno estadunidense que impulse una amplia reforma de las leyes de inmigración.
Sin los trabajadores indocumentados la economía de este país dejaría de funcionar, declaró ayer Thomas Donohue, presidente de la Cámara de Comercio, asociación que representa a más de 3 millones de empresas de todo tamaño.
Donohue y Eliseo Medina, vicepresidente del sindicato nacional de empleados de servicios (SEIU), con 1.5 millones de agremiados, también expresaron su decepción porque el presidente Vicente Fox no podrá viajar a California este mes para reiterar su posición sobre la necesidad de un acuerdo bilateral migratorio. "Cuando me he visto con el Presidente, siempre ha enfatizado el tema de la inmigración", indicó Medina. "Espero que cualesquiera que sean los temas que llevaron a la cancelación del viaje (de Fox) se resuelvan".
Los dirigentes de las organizaciones nacionales empresariales, laborales, latinas y religiosas, que representan a decenas de millones de personas, subrayaron su apoyo a la negociación de un nuevo acuerdo bilateral comprensivo sobre el tema migratorio, pero su propósito central ayer fue presionar a la Casa Blanca y al Congreso para impulsar una reforma fundamental de las leyes migratorias en Estados Unidos. "Necesitamos una reforma real, no paliativos", dijo Donohue.
"Hay más de 10 millones de trabajadores ilegales en este país, y si mañana los regresáramos a sus casas, la economía se detendría", afirmó Donohue en conferencia de prensa en esta capital. "Tenemos que encontrar la manera de convertirlos en trabajadores legales", agregó. Dono-hue y otros líderes empresariales de sectores como el hotelero y el restaurantero, que emplean a millones de inmigrantes, argumentaron que simplemente no hay mano de obra suficiente entre los ciudadanos o residentes legales para estos empleos y que el problema sólo empeorará en los próximos años.
Este mensaje fue reiterado por John Sweeney, presidente de la central obrera de Estados Unidos. "La AFL-CIO, que representa a 13 millones de hombres y mujeres, renueva su llamado por la legalización de los indocumentados que están entre nosotros, que trabajan duro y pagan impuestos", dijo Sweeney.
El movimiento sindical, añadió, está "profundamente decepcionado" por el reciente fallo de la Corte Suprema, que negó la restitución de salarios caídos a un trabajador indocumentado después de que éste fue cesado por sus actividades sindicales. "Ese fallo socava las normas de vida y las condiciones de trabajo de todos los estadunidenses", declaró Sweeney.
Varios sindicatos nacionales más, junto con defensores de inmigrantes y representantes de organizaciones latinas, se sumaron al llamado de este jueves, y todos insistieron en que tanto la Casa Blanca como el Congreso deben iniciar negociaciones en algo más amplio e integrado que pequeñas y parciales reformas a las leyes de inmigración. "Necesitamos acción sobre estos asuntos lo más pronto posible e instamos a que el Congreso actúe", declaró Cecilia Muñoz, vicepresidenta del Consejo Nacional de la Raza.