Son subjetivas y superficiales, afirma la secretaria de Medio Ambiente capitalina

Refuta Sheinbaum observaciones de Semarnat al proyecto de segundo piso

ELIA BALTAZAR Y CAROLINA GOMEZ

Las observaciones del secretario federal de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Lichtinger, acerca del estudio de impacto ambiental para el segundo piso de Periférico y Viaducto son "subjetivas", "superficiales", y se apoyan "en hechos no demostrables".

Así lo afirmó ayer la secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal, Claudia Sheinbaum, en conferencia de prensa que tuvo como objetivo responder a las observaciones emitidas en una carta por la Semarnat, en la cual reconoce que la obra vial es competencia de la administración capitalina.

Respecto de esta afirmación, Sheinbaum comentó: "Lichtinger se dio cuenta de que había cometido un error al pretender intervenir, y celebramos que el secretario se haya puesto a estudiar".

En un comunicado de prensa, la funcionaria respondió puntualmente a cada una de las afirmaciones del secretario Lichtinger y criticó la publicación de ese documento en un desplegado, cuando no habían sido enviadas las consideraciones del funcionario federal al titular del Ejecutivo local, Andrés Manuel López Obrador.

Sheinbaum dijo que "la carta de Lichtinger llegó a la oficina del jefe de Gobierno a las 11:20 horas y no entendemos por qué publicaron el desplegado y sólo después entregaron el documento". Sin embargo, "no hay una sola opinión novedosa en el desplegado de la Semarnat", aseguró la funcionaria.

Frente a la crítica a la secretaria de Medio Ambiente local de desempeñar el papel de juez y parte en la elaboración del estudio de impacto ambiental de la obra, Sheinbaum advirtió que Lichtinger, con conocimiento de causa, omitió informar que lo mismo sucede en todas las legislaciones locales del país e incluso en el ámbito federal.

Además, le recordó a Lichtinger que, con base en la propia opinión de la Semarnat, se pretende hacer la expropiación para el aeropuerto en Texcoco y "omite que ellos evaluarán dicha obra que llevará acabo el mismo gobierno federal y de la cual, por cierto, la opinión pública no conoce el proyecto de impacto ambiental".

Sobre las opiniones que emite la Semarnat acerca de la manifestación de impacto ambiental del segundo piso de Periférico y Viaducto, Sheinbaum aclaró: "las observaciones que manifiesta el secretario federal se apoyan en apreciaciones subjetivas, en aspectos superficiales y en hecho no demostrable".

Aseguró que en el desplegado no se hacen más que observaciones sobre los autores, la fecha y el capitulado de la manifestación de impacto ambiental, "y no así sobre el contenido de la misma". Además, "en ningún momento ofrece observación alguna relacionada con el dictamen, sino sólo sobre el estudio".

Respecto del argumento de que la obra del segundo piso interferirá con zonas de competencia federal, como son las vías del ferrocarril, Sheinbaum consideró que Lichtinger desconoce el convenio firmado en 1994 por el entonces Departamento del Distrito Federal y Ferrocarriles Nacionales, en el cual se establece claramente que dichos espacios servirán de apoyo para la infraestructura vial.

"Hace muchos años que esas vías perdieron su carácter de vía general de comunicación y el GDF ha sido responsable de su vigilancia y mantenimiento, lo cual está perfectamente asentado en el Estatuto de Gobierno del DF, puntualizó".

Dañaría al medio ambiente, según el funcionario federal

Tras aclarar que con base en el artículo quinto de la Ley General de Equilibrio Ecológico la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) puede "atender asuntos que afecten el equilibrio ecológico en zonas donde converjan dos o más estados", Víctor Lichtinger, titular de esa dependencia, advirtió ayer al jefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, que el proyecto de construcción de segundos pisos para Periférico y Viaducto "tendrá implicaciones negativas irreversibles en materia de contaminación atmosférica, estructura vial e imagen urbana".

En una extensa misiva, Lichtinger, aunque manifiesta a López Obrador que "no desea llegar al extremo de una controversia sobre la aplicación del procedimiento de impacto ambiental", le señala que el procedimiento para calcular el eventual daño ecológico en la capital, "se aplicó de manera apresurada y deficiente, aprovechando los vacíos existentes en la normatividad y favoreciendo así la intención del Gobierno del Distrito Federal como promovente del proyecto".

En tono cordial, pero extremadamente crítico, el funcionario federal asegura que el GDF actuó "dolosamente al fraccionar el proyecto en dos etapas", pues con ello "imposibilita la intervención legal del gobierno federal y del estado de México", y detalla -con un dejo de ironía- que "en un tiempo nunca antes registrado desde que se aplica a nivel federal y local el Procedimiento de Impacto Ambiental en México, se había preparado en tan brevísimo lapso (cuatro días) la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), ni siquiera para obras más pequeñas". Ante esa rapidez, considera que "la MIA no puede ser seriamente considerada como suficiente, satisfactoria o justificatoria de una obra que tiene un costo inicial de mil 500 millones de pesos".

El titular de la Semarnat afirma que debido a que esta obra "absorberá presupuesto y dedicación administrativa del GDF", debe analizarse más a fondo, ya que esos recursos "podrían dedicarse a proyectos que fortalecieran el sistema de transporte colectivo y disminuyeran el desorden y desarticulación del transporte público de superficie".

Tras indica que la obra favorecerá el uso del automóvil particular, sostiene que "a diferencia de los automovilistas que habitan en el poniente, la población sin auto del oriente y norte del Valle de México, en especial estudiantes y trabajadores, deben realizar varios transbordos y dedicar hasta seis horas diarias de traslado", por lo cual aconseja al GDF tomar en cuenta que esos viajes "representan más de 66 por ciento" de los que realizan los capitalinos. De ahí que antes de pensar en segundos pisos debieran realizarse "obras de reforzamiento y ampliación del Metro, tren suburbano, Tren Ligero o trolebuses".

Porque "73 por ciento de los contaminantes provienen de autos particulares", por lo que "la inversión pudiera dedicarse a modalidades de transporte masivo más limpias".

Lichtinger también expresa que el GDF "nulificó" la aplicación de la MIA que marca la legislación ambiental vigente, al designar a la titular de la Secretaría de Medio Ambiente como vocera del proyecto, colocándola como juez y parte, y al declarar públicamente que "no se daría marcha atrás, antes de recibir, consultar y evaluar la MIA".

En el escrito la Semarnat propone que el proyecto se presente a la Comisión Ambiental Metropolitana de manera oficial, para su inclusión en el Proaire II y así ser revisado por sus equipos técnico y científico, en especial por los especialistas nacionales y extranjeros que coordina el premio Nobel Mario Molina.

Le hace saber que está a favor del "diálogo respetuoso y transparente entre los distintos ámbitos de gobierno" y que confía en que el Gobierno del DF aceptará en forma "constructiva" estas observaciones.