Luis Haime Levy
Cayó México 16 lugares en el índice de competitividad
HUMBERTO ORTIZ MORENO
Mientras los legisladores privilegian los tiempos políticos sobre los de la nación, en sólo dos años México cayó 16 lugares en el índice de competitividad mundial: en 1999 ocupaba el sitio 35; en 2000, el 42, y ahora está en el 51, superado por Taiwán, Corea del Sur, Costa Rica y Trinidad y Tobago, "entre otras naciones, y China sigue avanzando", afirmó con ironía el presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Luis Haime Levy.
Consideró urgente, en este sentido, que la Cámara de Diputados discuta las reformas estructurales que demanda la nación, ya que en su agenda para el periodo de sesiones que concluye el 30 de abril ni siquiera están considerados estos temas, "a pesar de que la iniciativa privada entregó al Ejecutivo y al Legislativo propuestas sobre las reformas energética y fiscal, cuya finalidad es encontrar los consensos y equilibrio para la competitividad de la planta productiva".
Insistió el alto directivo del IMEF que, aparentemente, "los tiempos políticos del Congreso no son los mismos que requiere el país".
Haime Levy expuso que el anuncio de la Reserva Federal de Estados Unidos de mantener inalteradas las tasas de interés significa, sin duda, que su economía se encamina a una recuperación moderada.
En tanto, lamentó, en México será más lenta de lo esperado, entre otras causas porque las exportaciones nacionales deberán esperar la plena reactivación del vecino del norte, "además de que deberá considerarse un probable ingreso menor por exportaciones de petróleo ante una disminución de la producción, lo que se aúna a que los ingresos esperados de las modificaciones fiscales sean menores en la realidad a lo previsto por las autoridades hacendarias".
Crecimiento y reactivación del crédito
Haime Levy juzgó previsible, entonces, un crecimiento para este año de entre 1.2 y 1.5 por ciento del producto interno bruto (PIB), considerando que la reactivación del crédito bancario, hoy en su nivel más bajo en muchos años, podría contribuir a mejorar las expectativas junto con un probable aumento de la inversión extranjera directa, que tiene como sustento el grado de inversión otorgado a México por las tres calificadoras de valores de mayor reconocimiento en el mundo.
No obstante, previno, "este alentador panorama podrá verse modificado si los inversionistas nacionales y foráneos vislumbran los cambios estructurales en los renglones energético, fiscal y laboral, además de dar respuesta a los problemas de inseguridad que padecen personas, familias y empresas".
Para concluir, el presidente del IMEF observó también que ante un menor ingreso por concepto de petróleo y una caída en la recaudación, "existen dudas sobre la dinámica del gasto gubernamental, ya que en lugar de alcanzar un incremento de 6 por ciento respecto del año pasado, es posible que ocurran más recortes y ajustes adicionales para mantener la consistencia con la meta programada de déficit público de 0.65 por ciento del PIB".