Cada vez más crítica la situación en Basílica de La Natividad; siguen sin agua ni alimentos
Niega Israel matanza en Jenin; minimiza cifra de muertos
En intento de entrar a la iglesia, los soldados de Tel Aviv habrían matado a dos palestinos
DPA, REUTERS Y AFP
Belen, 16 de abril. La situación en la Basílica de la Natividad "es cada vez más crítica", afirmó este martes el alcalde de Belén, Hana Nasser, al tiempo que el ejército de Israel insistía en que no se han registrado "matanzas" en el campo de refugiados de Jenin.
Alrededor de 200 palestinos que se refugian en la Basílica de la Natividad se encuentran sin alimentos, agua ni medicina, dijo el alcalde, quien explicó que a pesar de las negociaciones todavía no se prevé el fin de la ocupación.
Informes publicados por Dpa señalan que alrededor de 150 palestinos uniformados o armados que huyeron durante los combates con los israelíes warán en la basílica, y con ellos hay varios civiles que les sirven de "escudo protector", por lo cual se presume que unos 200 palestinos se encuentran atrincherados allí.
Nasser explicó que los palestinos rechazan una propuesta de Tel Aviv, según la cual pueden optar entre presentarse ante un tribunal israelí para ser juzgados o ser enviados al exilio, y por eso el ejército apela ahora a "medios sicológicos".
El alcalde detalló que los militares instalaron grandes amplificadores y altavoces, a través de los cuales se transmiten día y noche "ruidos y explosiones extremadamente fuertes. "Son tan horribles que no podemos dormir durante toda la noche", dijo.
Hoy se volvieron a escuchar intensos disparos por cerca de una hora en los alrededores del sector de la basílica, precedidos por ensordecedoras explosiones de granada, y bengalas para iluminar el recinto del complejo religioso.
El gobernador de Belén, Mohammad Al Madanim, quien se encuentra en el interior de la iglesia, afirmó vía telefónica a Afp que soldados israelíes intentaron penetrar en el complejo por una puerta adyacente, y que los palestinos respondieron a los tiros, pero la versión fue desmentida por el ejército.
Fuentes palestinas dijeron que como resultado de los disparos murieron cinco de los refugiados, peros los militares aseguraron que sólo fueron dos.
Un portavoz del ejército israelí, comandante Tal Rivlin, dijo previo a estos disparos que continúan las negociaciones a varios niveles para intentar resolver la crisis.
Israel reclama la rendición de "unos 30 terroristas peligrosos" de Hamas, de Jihad Islámica y del Tanzim, quienes estarían atricherados en al iglesia, pero el negociador palestino, Sala al Taamari, pidió a Tel Aviv que le entregue a la Autoridad Nacional Palestina la lista de los personas buscadas. "Queremos ver los apellidos. Después decidiremos".
El líder palestino, Yasser Arafat, pidió al presidente de Líbano, Emile Lahoud, que haga todos los contactos necesarios para salvar la Basílica de la Natividad de la agresión israelí.
En otro de los focos de mayor tensión en estos momentos, el campo de refugiados de Jenin, el portavoz oficial del ejército israelí, Rafi Laderman, aseguró que no son ciertas las versiones sobre masacres de palestinos, ni hay evidencia sobre ello.
Durante una visita al campo de refugiados de esa ciudad cisjordana, Laderman aseguró que el ejército tuvo que hacer frente a 700 hombres armados, 200 de los cuales lo estaban esperando en el centro del campo. "Unos 500 se rindieron, 150 ya están identificados bajo orden de búsqueda y captura, y sólo 50 murieron en los combates, tras lo cual 95 por ciento del campo está controlado", aseguró.
El ejército de Tel Aviv reconoció que sí hubo civiles muertos, aunque minimizó el hecho al señalar que fueron "los menos posibles", toda vez que los soldados "fueron muy precisos.
"No digo que no haya inocentes muertos, pero fueron muy pocos. Les dimos hasta cuatro oportunidades para que salieran de sus casas, y ellos sabían que podía ocurrirles lo peor", indicó el teniente coronel Dan Schwarzruchs.
Según el coronel, de Jenin salió 50 por ciento de los "terroristas suicidas que cometieron atentados en Israel, Aquí son reclutados y enseñados. Encontramos álbumes con fotos de futuros suicidas".
Pero lo real, como prueba de la violencia son las filas de casas destruidas, los cuerpos de los palestinos pudriéndose en las calles y los testimonios de los vecinos que aseguran que entre los escombros se escuchan los gritos de los heridos.
El activista por la paz, Ury Avnery, opinó que Jenin va a quedar firmemente anclado en la memoria como "el Stalingrado palestino, una historia de eterno heroísmo".
El jefe del Estado Mayor israelí, Shaul Mofaz, refutó esto y aseguró que "no hubo masacres en el campo de refugiados de Jenin, no fue un Stalingrado. Lo que hubo fue una batalla".
Algunos palestinos comparan el caso de Jenin con Sabra y Chatila, donde en 1982 las milicias cristianas libanesas provocaron un baño de sangre entre cientos de refugiados palestinos, ante los ojos de los militares israelíes.
En la apertura de una conferencia de la ONU sobre la paz en Medio Oriente, en Nicosia, el ministro palestino de Cooperación Internacional, Nabil Chaath, acusó al ejército de haber realizado en Jenin ejecuciones sumarias de entre 60 y 70 palestinos, tras lo cual apuntó que esto "se trata de un crimen de guerra".
El ejército se retiró esta mañana de Tulkarem tras una breve incursión, durante la cual fueron detenidos nueve palestinos y otros 10 resultaron heridos en los enfrentamientos, en tanto que dos jefes de Hamas en Ramallah fueron detenidos por el ejército.
Precisamente, el brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezzedin al Kassan, amenazó con asesinar al primer ministro de Israel y a otros funcionarios como represalia por el arresto de Marwan Barghuthi, líder de la organización Fatah, del presidente Arafat, por lo cual Israel reforzó una alerta.
Fadwa Barghuthi, esposa del líder de Fatah, aseguró que su esposo fue "seriamente golpeado por los soldados israelíes tras ser capturado el lunes, y que permanecerá en un lugar secreto durante 18 días".