"Ejecución sin precedente"
Para el comandante Octavio Ortiz, ex director de la desaparecida
Dirección General de Investigación de Robo a Bancos y Delincuencia
Organizada de la PGJDF, el robo de martes, en el que fueron "brutalmente"
asesinados dos policías, no tiene precedente en muchos años.
Comentó que después de que fueron desarticuladas
las grandes organizaciones criminales de robo a bancos, como las que dirigieron
Andrés Caletri; José Bernabé, El Marino; o
las bandas de La Guerrero, Los Sánchez y la de El
Infiernillo, las cuales obtenían considerables sumas de dinero
en cada asalto, la actividad ilícita disminuyó al dejar de
ser redituable a partir de algunas medidas adoptadas por las instituciones
crediticias; "en las cajas solamente existen las remesas y los dispositivos
de seguridad impiden que los criminales puedan tener acceso al dinero de
las bóvedas. Ya no es redituable para las bandas".
La unidad se creó a partir de que se incrementó
considerablemente el robo a bancos en 1995, como Grupo Especial contra
el Crimen Organizado (Greco), y desapareció en julio de 2000, cuando
la tasa de robo a bancos llegó a cero.
Recuerda que en aquellos primeros años en que comenzó
a operar el grupo, se llegaron a tener hasta en seis meses más de
40 asaltos en los que las bandas criminales obtenían botines millonarios.
"Nos dedicamos a detener a asaltantes en flagrancia y
por investigaciones a partir de la información que se obtenía
de los atracos, los líderes de esas bandas, como el citado Marino,
Caletri o Gabera Ríos, purgan condenas hasta de 40 años,
al igual que sus cómplices, quienes mínimo recibían
penas de ocho años."
Los modos de operar de los grupos organizados se distinguían
unos de otros, por ejemplo, había una "a la que llamamos La banda
del Mazo, porque se caracterizaba precisamente porque con un mazo rompían
los cristales y saltaban del otro lado para entrar a la bóveda",
refiere el comandante judicial.
Luego vinieron los robos psicológicos, en
los que sólo operaba una persona. Aunque hay mucha diferencia entre
este tipo de delincuentes y los del crimen organizado, considera que en
éstos no era la pobreza la que los movía al delito, sino
que en la mayoría de los casos se trataba de delincuentes con una
conducta reiterada, en busca del dinero malhabido. ANGEL BOLAÑOS
SANCHEZ