MEXICO-CUBA

Aprobaron proyecto uruguayo para invitar a la isla a mejorar en derechos humanos

México se sumó a 22 naciones que votaron contra Cuba en Ginebra

Solicitan además la presencia de Mary Robinson para supervisar que se cumpla la resolución

KYRA NUÑEZ CORRESPONSAL

Ginebra, 19 de abril. Con 23 votos a favor -entre ellos el de México-, 21 en contra y nueve abstenciones, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, con sede en esta ciudad, aprobó una resolución contra Cuba que "invita" a La Habana a "realizar esfuerzos para avanzar en el campo de los derechos humanos, civiles y políticos".

Además, solicita a la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Mary Robinson, que envíe "un representante" a la isla para "colaborar" en la aplicación de la resolución.

La controvertida decisión fue motivo de un prolongado debate entre los 53 miembros de la comisión. El proyecto, presentado por Uruguay y patrocinado por siete países latinoamericanos (Argentina, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y Perú), así como por Canadá, fue señalado por los cubanos como de autoría estadunidense, aunque se le manejó como una iniciativa latinoamericana.

A favor votaron México, Guatemala, Chile, Costa Rica, Perú, Argentina, Alemania, Austria, Bélgica, Camerún, Canadá, República de Corea, Croacia, España, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón, Polonia, Portugal, República Checa, Suecia y Uruguay.

La alternativa

De los países latinoamericanos sólo Venezuela votó en contra junto con Cuba, mientras que Brasil y Ecuador se abstuvieron. China tuvo una posición protagónica al presentar una moción de "no acción" -es decir no realizar un debate sobre Cuba en la reunión, y por lo tanto no poner a consideración del pleno el documento- para oponerse al proyecto de resolución; sin embargo, su propuesta fue rechazada por 24 votos, contra 23 a favor y seis abstenciones, luego de la intervención española en nombre de la Unión Europea, señalando que "la moción haría tambalear el principio de transparencia y pondría de nuevo en entredicho la credibilidad de la comisión".

El fracaso de la moción china significó en realidad dos votos más contra Cuba, incluido el de México. La isla se negó a aceptar la resolución y expresó su decepción porque aun cuando es la primera vez que Estados Unidos no forma parte de la comisión -el año pasado perdió su posición-, ésta sigue sirviendo a sus intereses.

En contra de la resolución votaron: Arabia Saudita, Argelia, Bahrein, Burundi, China, Cuba, República Popular del Congo, India, Indonesia, Libia, Malasia, Nigeria, Pakistán, Rusia, Sudáfrica, Sudán, Siria, Togo, Venezuela, Vietnam y Zambia.

Las abstenciones: Armenia, Brasil, Ecuador, Kenya, Senegal, Sierra Leona, Swazilandia, Tailandia y Uganda.

Esta resolución "es un insulto" a la comisión, declaró el representante de Cuba, Juan Antonio Fernández Palacios, quien dijo también que ninguno de los patrocinadores tiene credibilidad para darle recetas de comportamiento.

"ƑRecetarnos el modelo argentino, donde las autoridades se apropian de la riqueza y el pueblo muere de hambre y tiene que saquear su comida? ƑO el modelo uruguayo, donde los principios se cambian por el mercado de carne? ƑO el de Centroamérica, donde se compran fraudes e impera la impunidad? ƑO el de Perú, donde el gobierno propuso redactar el texto y el Congreso se opuso? ƑO el de Estados Unidos, donde por ejemplo se permite que la mafia de Miami se robe las elecciones?", preguntó el director de Asuntos Multilaterales de la cancillería cubana.

Luego de un debate apasionado, acalorado y tenso entre las delegaciones de América Latina, vistas como acusadoras, los votos de México y Chile a favor rompieron con un pasado de neutralidad diplomática de esos países. El clima de la sesión fue por momentos de desagrado, ante la politización de la comisión y el doble rasero con que se manejaron las decisiones ante situaciones similares.

Por ejemplo, en la sesión matutina fue posible que Malasia rectificara su voto en la resolución contra Zimbabue, pero en el caso de Cuba, el presidente de la comisión no aceptó que la República Popular del Congo cambiara su voto durante la moción China, argumentando que el sufragio en favor no cambiaba el sentido de la votación porque se mantenía el resultado, y si lo hacía en contra habría empate, y en ese caso de todos modos se consideraría no aprobada la moción.

A las 17:52 horas, cuando fue emitido el voto de México en favor de la resolución L.30: "Situación de los derechos humanos en Cuba", se rompió con una tradición diplomática que en los años 80 incluyó votar en cinco ocasiones contra este tipo de resoluciones adversas a Cuba y, desde 1990, una posición de abstención.

Desde que Estados Unidos directamente trajo a la Comisión su acción de condena a Cuba en 1986 y hasta 1989, México maniobró para que ninguna resolución fuera presentada. Hace cinco años, Estados Unidos perdió la votación y desde hace cuatro años, en 1999, la resolución contra Cuba fue patrocinada por la República Checa y Polonia.

Es la primera ocasión en que se trata de forzar a Cuba para admitir el escrutinio de la comunidad internacional en derechos humanos. Brasil se abstuvo y Venezuela votó contra la resolución, argumentando que estaba cargada de politización y no tenía lugar en una comisión de derechos humanos.

La resolución insta al gobierno cubano a firmar el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; le urge a permitir la visita inmediata de la eventual representación de la alta comisionada, y decide mantener en la agenda de la comisión el tema de la situación de los derechos humanos en Cuba.

Relaciones históricas

El embajador de Cuba, Iván Mora, afirmó sobre el voto de México: nos preocupa porque es la primera ocasión que es diferente, rompiendo con la posición tradicional e independiente de antes y, sobre todo, contra las relaciones históricas de los dos países. "Lo que acaba de hacer es alejarse de ese criterio digno que es incongruente con lo que pide el pueblo y el Congreso mexicanos."

El resultado era previsible, debido a las enormes presiones desplegadas por Estados Unidos en todo el mundo, torciendo brazos y cuellos, intercambiando votos por créditos, apuntó.

"Ya se verá próximamente que las políticas de Latinoamérica cambiarán con respecto a Cuba; la que no cambiará es la de Estados Unidos, que necesita este papel para seguir manteniendo su bloqueo genocida contra el pueblo cubano."

Mora afirmó que "ni jugando" aceptará La Habana la representación personal
de Robinson ni cualquier otro nombre; "aquí se nos ha puesto en el mismo nivel que a Israel. Es inaceptable, porque allí se está cometiendo un genocidio y le envían a un mecanismo de control".