BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife Rahme
Doble desastre externo e interno de Bush
NO
BASTARON EN UNA SOLA SEMANA los desastres de la política exterior
de la administración Bush, desde Cisjordania (donde el general Colin
Powell sufrió una sonora humillación, a menos que los halcones
dirigidos por el vicepresidente Dick Cheney lo hayan mandado al suicidio
diplomático para desembarazarse de la poca moderación existente
en el gabinete y así lanzarse a su demencial guerra contra el mundo
entero) hasta Venezuela (donde no hubo una "Bahía de Cochinos",
pero brotó la antidemocracia solapada por el ex gobernador de Texas),
o cuando el Senado le asestó una severa derrota al impedir la extracción
de petróleo del Ártico. Ocho senadores republicanos, bajo
fuertes presiones de sus electores ambientalistas y la sociedad civil,
fueron suficientes para superar la deserción de cinco senadores
demócratas y se sumaron al rechazo al proyecto energético
de la administración, lo que The Washington Post calificó
como "reprimenda punzante para Bush". El repudio a la política energética
y ambientalista de la administración Bush es consecuencia tanto
de su rechazo al Protocolo de Kyoto como a sus vínculos estrechos
con la gasera texana Enron. Como si lo anterior fuera poco, la más
reciente encuesta de CNN/Gallup le da una popularidad de 75 por ciento,
en comparación con 90 por ciento que tuvo en septiembre, es decir,
un desplome preocupante de 15 por ciento en sólo ocho meses, con
la probabilidad de descender 15 por ciento más de aquí a
julio, según Matthew Dowd, el encuestador privado de la Casa Blanca;
lo que significaría que en 11 meses se precipitaría un enorme
30 por ciento. La sociedad civil estadunidense empieza a quitarse la venda
de los ojos sobre la verdadera identidad depredadora y antidemocrática
de Bush.
India y China salvan la economía global
STEPHEN ROACH, un lúcido economista de la correduría
Morgan Stanley, en su comentario del 19 de abril desmonta los artilugios
estadísticos del reciente Reporte mundial del Fondo Monetario
Internacional (FMI), que "decretó" el crecimiento del producto interno
bruto (PIB) global en 2.5 por ciento, basado en el "poder de paridad de
compra", un parámetro muy cómodo para su lecho de Procusto
estadístico. En contraste, si se añadiera la cotización
de las divisas en los mercados (una constante por los cuantiosos flujos
especulativos de la globalización, que al final de cuentas sirven
para compensar el déficit de la cuenta corriente de Estados Unidos
de alrededor de 500 mil millones de dólares, que ha desestabilizado
al planeta), pues el tal crecimiento se desmoronaría a sólo
1.4 por ciento. En realidad, India y China (38 por ciento de la población
mundial), dos "economías mixtas" de corte "dirigista" (todavía
no entran a la "desregulación" de los países con quienes
se cotejan anómalamente las cifras, lo cual contamina premisas y
resultados), representan 1.1 por ciento, es decir, 44 por ciento del crecimiento
global. Sería más sencillo entender la fatiga de la globalización
monetarista desregulada si se quitasen India y China, lo que alteraría
los "decretos" estadísticos del FMI que, como el Banco Mundial (BM),
juega con las cifras para intentar demostrar lo indemostrable: se obtendría
así el peor desempeño económico del planeta en los
30 años anteriores. Cada vez las estadísticas del FMI y del
BM se parecen más a las mendacidades de la gasera texana Enron y
la mancillada firma contable global Arthur Andersen.
Petróleo: ¿se aleja Rusia de Irán?
UNA DE LAS VARIABLES a seguir desde Cisjordania hasta
Afganistán se centra en las alianzas petroleras que muchas veces
anticipan los futuros ejes geopolíticos regionales. Mientras la
administración Bush prepara su guerra contra Irak para octubre próximo
(un mes antes de las elecciones intermedias de noviembre en Estados Unidos),
comienzan a surgir tensiones entre Rusia y la teocracia de los ayatolas
chiítas de Irán sobre el reparto del mar Caspio (la tercera
reserva mundial de petróleo) y se detectan esbozos de una probable
división entre Rusia y la OPEP. Cada día las trasnacionales
petroleras rusas se acercan más a las políticas de las "cuatro
hermanas" anglosajonas (Exxon-Mobil, Texaco-Chevron, Dutch-Shell y BP)
y han manifestado sus reticencias a seguir la política de recorte
en la producción, de la OPEP, lo cual será evaluado el mes
entrante. Llamó la atención que, en el contexto del quinto
Foro Económico Ruso, celebrado por segundo año consecutivo
en Londres, la petrolera británica BP haya aumentado su participación
a 25 por ciento en Sidanco, la compañía rusa de petróleo.
La simbiosis energética ruso-británica desea ser imitada
por dos grupos rusos (Moscow Oil & Gas Company y Taneft-Corus),
que participarían con 240 millones de dólares en la compañía
petolera británica Sibir Energy, que corresponden a la tercera parte
de sus activos. ¿Se asientan las bases bursátiles para la
fractura de Rusia con la OPEP?
Nuevo concepto político de Estados Unidos: "integración"
RICHARD HAAS, DIRECTOR de Planeación Política
del Departamento de Estado estadunidense, pretende inmortalizarse con el
término "integración", como George Kennan, quien acuñó
el exitoso concepto de "contención" durante la guerra fría.
Haas define así la "integración" en política exterior:
"Estados Unidos tiene el papel de persuadir a las otras grandes potencias
a firmar un cierto número de ideas principales de cómo el
mundo debe operar: oposición al terrorismo y a las armas de destrucción
masiva, apoyo al libre-comercio, democracia (sic), mercados. Integración
es encerrar (sic) a las grandes potencias en estas políticas y luego
construir instituciones que las encierren (sic) todavía más".
¡Uf!, como que suena a encarcelamiento unilateral con tanto "encierro".
Ya por lo pronto tienen "encerrada" a la dupla Fox-Castañeda. ¿No
es más bien la "desintegración" caótica lo que está
consiguiendo la administración Bush por doquier?
Premio Nobel del chiste para Bush
HAY QUE RECONOCER la infinita comicidad del presidente
Bush (alguna gracia debía tener después de su reciente desliz
disléxico), a quien nominamos para el Premio Nobel del chiste
(lo siento, mi querido Brozo, te ganaron). El mismo día profirió
dos frases que lo marcarán de por vida: después de la actitud
antidemocrática de la administración Bush al haber diseñado
el doble golpe de Estado mediático-militar desde su embajada en
Caracas, según revelaciones de la revista Newsweek, para
derrocar a un gobierno elegido en las urnas (pese a que las primeras medidas
del empresario golpista Pedro Carmona fueron dictatoriales, lo que no inmutó
en absoluto a Bush), se refirió a que el presidente Chávez
debía aprender la función de la "democracia", y en la segunda
frase calificó al general Sharon como "hombre de paz", cuando la
prensa de Gran Bretaña, su aliada especial, truena contra la carnicería
de Jenin. Bello, ¿no?