TUMBANDO CAÑA
Ernesto Márquez
Hollywood sigue siendo racista
A CASI UN mes de que fueron entregados los Oscares
a Denzel Washington y Halle Berry, como mejor actor y actriz principal,
respectivamente, la polémica sobre el racismo en la meca del cine
persiste.
PARA
ALGUNOS, EL reconocimiento a los dos actores negros ha sido una muestra
de que el racismo en Hollywood es cosa del pasado. Para otros, fue sólo
una pantalla política para apaciguar conciencias y mejorar
relaciones con la dirigencia negra.
KWEISI MFUME, PRESIDENTE de la Asociación
Nacional para el Apoyo a los Negros, ha dicho que puede ser que tal hecho
"constituya un paso, pero está lejos de ser un avance". Además
"tampoco cambia nada que Denzel y Halle figuren en la categoría
más alta de las estrellas que cobran 20 millones de dólares
o más por una película si la mayoría de los negros
viven coartados y sin opciones reales por el imperante racismo que se sigue
viviendo en EU".
LA IMAGEN DE HALLE BERRY con el Oscar en la mano
se convirtió en un afiche publicitario para la academia.
HALLE HABIA CALIFICADO el acto de trascendental
para su raza. Sin embargo, para vivir ese momento "privilegiado" tuvieron
que pasar 39 años desde que un negro, Sidney Poitier, subiese por
primera vez a recoger la dorada estatuilla al mejor actor.
POITIER RECIBIO EL Oscar por su papel en Los
lirios del valle (1964), filme en el que interpretaba al trabajador
Homer Smith, contratado para construir una iglesia en el sur de Estados
Unidos para unas monjas alemanas que lo desprecian.
EN
LAS 38 ceremonias siguientes al premio de Poitier nunca más
se leyó el nombre de un actor o una actriz negros en el apartado
de mejor actor principal. Desde entonces la academia postuló a 780
candidatos y sólo cuatro de los 152 ganadores fueron negros, en
el apartado de mejores actores de reparto. Uno de ellos fue precisamente
Washington con Glory; otra de las distinciones recayó en
Whoopi Goldberg por Ghost. Fuera de ellos nada extraordinario sucedía
con los actores negros, siempre confinados a papeles de maleantes, traficantes
de drogas o subempleados.
SEGUN MFUME, "AHI es cuando aparece la cuestión:
¿qué es lo que realmente está pasando?" La respuesta
no es fácil. Poitier comentaba recientemente en una entrevista a
Newsweek que pese a que se han dado ciertos avances en la industria
estadunidense "algunas cosas siguen igual que antes y eso es terriblemente
desmoralizador (...). Tal parece que el tema del racismo se ha superado
pero ¿por qué a los negros se les ofrecen tan pocas veces
personajes protagónicos?"
HARRY BELAFONTE AFIRMA: "Hollywood no es amigo
de la gente de color. Hemos sido tratados como personas de segunda categoría.
Nuestra problemática fue llevada a la pantalla y aceptada porque
la sociedad forzó cambios y esa política la asume ese coloso
de la industria cinematográfica". El actor, nacido en Jamaica y
reconocido ahora por su lucha panafricana y de derechos humanos, subrraya
que "las personas que vienen de sociedades oprimidas y luchan por la igualdad
de razas no deben tener expectativas sobre compromisos sociales o de cambio
por parte de Hollywood. Ellos no están comprometidos con la comunidad
negra y latina. Somos nosotros lo que tenemos mucho por hacer".
EL CINEASTA SPIKE LEE afirma: "El reto (y compromiso)
consiste en saber dar la batalla en ese espacio indeterminable del entretenimiento.
Hacerlo favorable a nuestra lucha para plantar desde ahí la semilla
de la conciencia multirracial".