Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 26 de abril de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Sociedad y Justicia

"Nuestros templos y escuelas son seguros", se defiende

"Unos pocos", los sacerdotes pederastas: la Iglesia de EU

Cuestiona ONG la falta de discusión sobre culpas legales

REUTERS

Ciudad del Vaticano, 25 de abril. Para una institución como la Iglesia católica, los escándalos de abuso sexual infantil que han estremecido a Estados Unidos pueden ser comparados con el daño que provoca a la confianza del consumidor la retirada del mercado de un producto popular.

El daño es difícil de cuantificar. Sus costos son enormes y pueden pasar muchos años antes de que el consumidor, en este caso un padre católico con hijos en edad escolar, se sienta confiado de nuevo.

Será una batalla muy difícil para los 12 cardenales estadunidenses y otras autoridades de la Iglesia que regresaron a su país el jueves, tras conversaciones sin precedente en el Vaticano destinadas a contener la crisis provocada por los pederastas.

Y ellos saben cuán difícil será mantener satisfechos a los clientes. "Pero estamos decididos a hacerlo", dijo a Reuters uno de los participantes, el cardenal de Baltimore William Keeler, poco antes de partir de Roma.

Por su parte, el obispo Wilton Gregory, presidente de la Conferencia Episcopal Católica estadunidense, dijo a Reuters en Roma que "la Iglesia de Estados Unidos tiene que hacer su trabajo al respecto".

La primera tarea que muchos cardenales enfrentarán en sus diócesis será ofrecer el liderazgo necesario para crear la confianza que esperan transmitir a decenas de miles de escuelas, iglesias, hospitales y organizaciones caritativas.

Las estadísticas están a favor de los obispos. Existe un consenso de que los delitos han sido cometidos por unas pocas manzanas podridas y que la mayoría de los curas nunca han abusado de menores.

"El hecho es que la mayoría de nuestros estudiantes nunca han sido dañados y siempre se ha velado por ellos cuidadosa y prudentemente", dijo Gregory. "Los sucesos que han tocado a unos pocos han dado la impresión de que en general las iglesias católicas tienen un ambiente inseguro. Eso no es cierto", agregó.

"Nuestras escuelas, nuestras iglesias son tan seguras como cualquier institución pública que conozco. Desafortunadamente, el momento actual no dice eso. Como obispos debemos trabajar más duro para asegurar que incluso esos casos raros no sean permitidos más", agregó.

Pero las cifras no significan nada para un padre que teme que su hijo termine siendo víctima de abusos. Ahora, dicen muchos católicos y algunos obispos, los actos tienen que seguir a las palabras.

"Si no hacemos algo, si no damos una garantía a nuestro pueblo, estamos perdiendo una tremenda oportunidad y esa sería una gran pérdida para la Iglesia", dijo el cardenal de Washington DC, Theodore McCarrick.

"Ya ha pasado el momento de las 'mea culpas'. Estamos en el momento de la acción", expuso Gregory. Una de las soluciones para restaurar la confianza en los clérigos será, irónicamente, poner más en puestos de responsabilidad.church_paedophilia_8uu

Varios participantes en las reuniones, entre ellos el cardenal Roger Mahony, de Los Angeles, dijeron que más laicos deben ser miembros de los comités diocesanos y parroquiales sobre abuso sexual, de modo que los sacerdotes no sean jueces, jurados y acusados.

Una de las dificultades que se espera enfrenten los cardenales en su país serán los cuestionamientos de por qué hubo aparentemente pocas discusiones en las reuniones del Vaticano sobre la culpa y responsabilidad en el escándalo de los "salones de juntas" diocesanos.

El caso Bernard Law

Muchos católicos han pedido la cabeza del cardenal Bernard Law, acusado de transferir de parroquia en parroquia en Boston a sacerdotes que habían abusado de niños, en vez de expulsarlos. Law ha dicho que no renunciará y los participantes en la reunión comentaron que el tema no salió a relucir, pero ninguno dijo que Law debía seguir en su puesto a toda costa.

Grupos católicos disidentes, como Catholics for a Free Choice (Católicos por una Opción Libre), expusieron que el tema va más allá de las parroquias locales e involucra una Iglesia que se ha convertido en insular y clerocéntrica.

"La falta total de discusión sobre la culpabilidad legal y moral de quienes continúan asignando sacerdotes depredadores a trabajos que los exponen a los menores, y sobre la obstrucción legal de los obispos y la diócesis, mantiene la vieja mentalidad de club de varones del Vaticano y los obispos", dijo Frances Kissling, presidenta de la organización.

"Como católicos laicos necesitaremos llevar nuestras preocupaciones a las autoridades civiles de las cortes y legislaturas estadunidenses, a la ONU, donde debe pedírsele al Vaticano, como parte de la Convención sobre los Derechos del Niño, que explique y cambie sus políticas o pierda su asiento" en la convención, dijo.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año