Concluyó el seminario sobre el tema organizado por el PUEG de la UNAM
La lucha feminista también es social: especialista
ROSA ROJAS
En el nuevo milenio, para muchas expresiones feministas el hoy "es una lucha por la justicia de género y la justicia social, disputando sentidos y orientaciones a la globalización neoliberal. Y el proyecto global es la construcción de una globalización alternativa que confronte estas injusticias con perspectiva feminista incorporada", afirmó la experta peruana Virginia Vargas.
Por su parte, Graciela Hierro, directora del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la UNAM, al clausurar el seminario Feminismos latinoamericanos, retos y perspectivas, manifestó a las casi 140 feministas participantes, que en sus diez años de vida el programa a su cargo se ha caracterizado por no estar al margen de la construcción del movimiento feminista latinoamericano, contribuyendo con la sistematización del activismo y la reflexión feminista.
Destacó la preocupación del PUEG porque en el evento existiera un equilibrio de visiones y perspectivas. "La experiencia que las feministas más viejas pudimos trasladar una vez más a las nuevas generaciones, fue una de las características de este espacio de encuentro. Del mismo modo que, voces como las de las lesbianas, las negras, contribuyen a entender la diversidad de los feminismos latinoamericanos".
Gloria Careaga, secretaria académica del PUEG, manifestó a su vez que en el seminario se logró conocer dónde están los feminismos latinoamericanos; si hay elementos nuevos a rescatar, es que la agenda feminista no ha logrado recoger demandas y prioridades de feministas que se sienten lejanas a una agenda que ha tratado de ser universal, y el seminario demostró que las condiciones raciales, de edad, la orientación sexual, siguen siendo no prioritarias para el feminismo, agregó.
En su ponencia, Vargas planteó que el proceso de globalización no es sólo económico, sino también político, tecnológico, cultural, emocional, lo que ha producido nuevas exclusiones, pero también ha impulsado el surgimiento de nuevas subjetividades, nuevas identidades, nuevos actores sociales y nuevas formas de organización social.
Mencionó que en los últimos años han surgido los movimientos por la justicia global -o antiglobalización o globalización alternativa- que se expresan como fuerza social y política global que disputa en espacios y sitios a la globalización neoliberal. En ellos coinciden sindicalistas, ecologistas, feministas, viejos y jóvenes luchadores por la justicia social; se han juntado agendas viejas y nuevas y luchas globales y locales, mezclando expresiones territoriales con redes globales desterritorializadas.
Un ejemplo de ello es el Foro Social Mundial, indicó, señalando que sin embargo éste "expresa también los ejes de discriminación y exclusión con relación a las mujeres", ya que a pesar de que en el primer foro 52 por ciento de las participantes fueron mujeres, y 42 por ciento en el segundo, no se tuvo una presencia proporcional en las conferencias ahí organizadas ni en el comité organizador.