Fondo de $20 millones para apoyar cualquier proyecto
Buscan arraigar con créditos a jóvenes en zonas rurales
Se brindará seguimiento, no sólo recursos: funcionaria
MATILDE PEREZ U.
Para propiciar el arraigo de los jóvenes en las zonas rurales y dar oportunidades de ingresos a las mujeres ejidatarias e indígenas, el Fideicomiso Fondo Nacional de Fomento Ejidal (Fifonafe) inició el programa nacional de financiamiento al desarrollo agrario, mediante el cual se otorgarán créditos hasta de 150 mil pesos a los grupos de mujeres y de 80 mil a los de jóvenes.
"El programa tiene una orientación específica, no son escopetazos, ni se limita a la entrega del dinero", puntualizó la directora del Fifonafe, Wendy Quintero Gallardo.
"En estos nuevos proyectos la misión no se dará por concluida con la entrega de los financiamientos, ya que la intención no es sólo darle dinero a la gente y abandonarla, sino seguirla acompañando hasta que el proyecto de cada grupo esté consolidado y sea una verdadera oportunidad de negocio, un éxito", explicó.
Para este año se pretenden desarrollar 210 proyectos para los cuales se tiene un fondo total de 20 millones de pesos. A la fecha ya están funcionando 20 planes, de los cuales una docena corresponden a grupos de mujeres, "los resultados más consistentes estarán en julio, ya que el programa inició el mes pasado", abundó Quintero Gallardo.
Además, para difundir entre los indígenas dicho programa -según datos del INEGI en el país hay 4 millones de indios, la mayoría habitan en zonas marginadas- se cuenta con el apoyo de las radiodifusoras del Instituto Nacional Indigenista, que divulgan en las lenguas de los diversas etnias los detalles del financiamiento.
Guanajuato, Chiapas, Sonora, Chihuahua, Durango, Yucatán, Hidalgo y Querétaro son los estados donde los jóvenes, mujeres e indígenas han mostrado interés y mayor demanda, agregó la directora del Fifonafe. "Buscamos alianzas fuertes con los gobiernos de los estados, ya está en ciernes la firma de un convenio con el gobierno del estado de México y sus institutos para la coordinación de promoción y recuperación de financiamientos, y se está trabajando en Tabasco e Hidalgo."
Este, dijo Quintero Gallardo durante la plática, "es mucho trabajo hormiga, de sensibilización y convencimiento entre jóvenes, mujeres y gobiernos de los estados para que trabajen con Fifonafe".
Pagos accesibles
Los financiamientos, con tasas de interés menores hasta en 50 por ciento a las que se manejan comercialmente, se podrán pagar en plazos de dos a tres años, con uno de gracia para el pago del capital. Las mujeres interesadas en participar en el programa deberán ser mayores de edad, sujetas de derecho agrario, habitar en zonas rurales con presencia indígena y conformar grupos de trabajo de al menos cinco integrantes. En el caso de los jóvenes, podrán ser ejidatarios, comuneros o avecindados, cuyas edades oscilen entre 16 y 24 años, y reunirse por lo menos seis para conformar alguna figura asociativa.
"Fifonafe interviene porque somos el respaldo técnico en materia de proyectos en el sector agrario, lo importante es poner a disposición de los jóvenes la experiencia técnica para que no se sientan abandonados, porque la gente no sabe cómo hacer un negocio, cómo emprender un proyecto. La fórmula no es darle el dinero a la gente sino acompañarlas en sus ideas, en su camino hasta que se consolide su proyecto, incluso enseñarle cómo administrar sus recursos, si es necesario", comentó Wendy Quintero.
Para otorgar un crédito, el Fifonafe realiza un perfil de cada grupo y tiene un análisis de las principales necesidades de la región y aunque a la fecha, las peticiones de apoyo se han orientado para proyectos de servicios y comercio, "no se limita la creatividad de los clientes potenciales" del organismo", asentó.
Por ejemplo, hay algunos jóvenes en el norte que quiere integrar un grupo musical, y en Guanajuato una agrupación de mujeres pidió apoyo para un taller de costura; entre otros. "Lo importante en cada grupo es que la creatividad es su límite", insistió.
Pero, asentó, lo más importante de los programas es que no están vinculados directamente al trabajo de la tierra. "El tipo de proyectos a financiar no tiene limitaciones, puede ser de cualquier rama. Nosotros podemos detectar oportunidades de acuerdo con la zona donde viven, ese es el espíritu de la Secretaría de la Reforma Agraria -dependencia que integra a Fifonafe-".
Quintero reiteró que los financiamiento para los proyectos "no son subsidios, son financiamientos recuperables". Aclaró que los recursos para dicho programa no proceden de los casi mil millones de pesos de los fondos comunes de 4 mil 500 núcleos agrarios; esos son recursos de los ejidos y ellos deciden cuándo retirarlos. "Esos fondos comunes provenientes de indemnizaciones no se pueden tocar, nosotros los administramos buscando que Nafin -que funge como tesorera- dé los mejores rendimientos del mercado."