El cineasta celebrará su aniversario
el lunes
A sus 80 años, el francés Alain Resnais
continúa buscando ''algo nuevo''
DPA
PARIS, 31 DE MAYO. Marc y Claude aman a Odile. Simón
y Nicolás, a Camille, la hermana de Odile. Cuatro hombres aman a
dos mujeres. Las confusiones, los malentendidos, los juegos de amor y casualidad
y las complicadas intrigas interesaron desde siempre al director francés
Alain Resnais.
"Siempre tengo que experimentar. Me interesa si esto o
aquello se puede mostrar también en el cine. Sigo buscando constantemente
algo nuevo", explica el bretón, nacido en Vannes en 1922.
Sus
ganas de experimentar lo convirtieron en un "mago de los trucos" o en un
"artesano que juega con el cine'', según diferentes definiciones.
El próximo lunes, el ilusionista, cuyas películas
son celebradas como acontecimientos y distinguidas siempre con numerosos
premios, cumplirá 80 años.
Su fama de experimentador y cineasta intelectual le llegó
en los años 60. En la película experimental de ciencia ficción
Jet'aime, je t'aime (Te quiero, te quiero/1968) hizo entrar
al público y a la prensa francesa en un complicado juego de diferentes
niveles temporales y narrativos.
Y en Providence (1976) confrontó a los espectadores
con la muerte y las fantasías de un escritor enfermo. El mismo,
sin embargo, rechaza esa fama y sólo se ve como instigador, como
mediador entre partes, como gran "montajista''.
Alain Resnais nació cineasta. A los 13 años
rodó su primera cinta en 8 milímetros. Entre 1946 y 1947
pasó a los 16 milímetros y se concentró en filmes
documentales sobre pintores como Van Gogh y Gauguin y sobre temas artísticos
como la decadencia del arte africano.
Su película documental más famosa es el
estudio sobre la Biblioteca Nacional parisina, Toute la memoire du monde
(1956).
Resnais debutó como director de ficción
con Hiroshima, mon amour (1959), basada en un guión de Marguerite
Duras. Esa película sobre el amor entre una francesa y un japonés
en medio de la guerra, con consideraciones sobre la bomba atómica,
se convirtió en una cinta de culto.
Al igual que L'anné dernière à
Marienbad (El año pasado en Marienbad/1961), una experimental
y filosófica disertación en torno a la muerte. Con esa obra
atrevidamente surrealista, en la que contó con la colaboración
del escritor Alain Robbe-Grillet, Resnais ganó en 1961 el León
de Oro del Festival de Venecia.
Su trabajo con autores conocidos siguió en 1966
con el español Jorge Semprún con La guerra est foinie
(La guerra ha terminado).
Una crítica francesa consideró "una declaración
de amor del cine al cine" el díptico Smoking/No Smokin (1993),
adaptación de la obra de teatro del británico Alan Ayckbourn,
que muestra escenas de amor y amistad marcadas por la adicción a
la nicotina.
En su última obra, On connait la chanson,
los actores alternan entre diálogos y playback, y cantan
en el original las "chansons" de Charles Aznavour, Edit Piaf y Johnny Hallyday.
Por esta original y genial comedia social sobre el mundo
"sano" de las canciones y las heridas de la vida, Resnais recibió
en 1998 siete premios César, entre ellos el de mejor película
del año.