Alfonso Romo descendió del lugar 11 al 54, según reporte de Grupo Expansión
Hernández y Harp, fuera de la lista de los 100 más importantes
De los 100 hombres más importantes de México (por su fortuna económica y actividad empresarial), seleccionados por el Grupo Expansión, muchos perdieron su lugar de liderazgo después de un año turbulento. Por primera vez desde que este reporte se publica, no aparecen en el listado Roberto Hernández y Alfredo Harp, por no tener por lo pronto una actividad empresarial notable.
El reporte también consigna los cambios en el lugar de los líderes empresariales. La baja más notable fue la de Alfonso Romo, quien pasó del lugar 11 al 54, por la pérdida de valor de mercado de algunas de sus compañías y la venta de otras. Cita la revista Expansión que a raíz de que México abrió su economía, hay casos que han visto vulnerados sus imperios y orgullos.
En un amplio análisis con el sumario "la globalización estremece el árbol genealógico del empresariado mexicano. Algunas manzanas han caído... y viene una segunda sacudida", la revista agrega que "el saldo de la ola expansiva con la que los grupos nacionales respondieron al llamado de la apertura fue doloroso. El modelo de integración vertical, por el que se llegaron a reunir negocios tan distantes como un banco y un fabricante de insumos para papel, enfermó a Vitro de burocracia.
Para Expansión está claro que las corporaciones extranjeras que han llegado a México han actuado más rápido que las nacionales: la francesa Saint Gobain, comenta, vulneró el mercado de vidrio automotriz que pertenecía en su totalidad a Vitro. Las coreanas, por su parte, se han apropiado de los proyectos de construcción. No son casos aislados, sino una tendencia, precisa.
La publicación señala que Vitro llegó a ser la segunda vidriera de Estados Unidos, después de múltiples alianzas y adquisiciones (12 en total). Un modesto fabricante de camiones: Grupo Dina, de pronto era el mayor productor de Norteamérica, y sus ejecutivos eran considerados ejemplo de globalización para otros directivos mexicanos. Alfonso Romo, de Pulsar Internacional, se desligó de negocios "sin futuro" y se sumó al exclusivo y visionario club de las firmas de biotecnología mediante una ecuación calificada de genial (The Wall Street Journal consignó que el empresario compró y vendió nueve negocios en tres años).
La edición, especializada en economía y negocios, añade que cuando México perdió su fulgor, en 1995, debido a la devaluación, quedaron claras varias cosas: el endeudamiento había sido excesivo, el mercado interno (ya derrumbado) seguía pesando demasiado en los balances y, lo más grave, la globalización no estaría al alcance de todos.
"Para 2001 las cosas no mejoraron, al contrario, se suspendieron las acciones de Grupo Dina en la Bolsa Mexicana de Valores , por ejemplo, y a Vitro el episodio le significó perder la mitad de su valor".