Tras 51 días de ayuno, el reo insiste en la ley de amnistía
Insta Gobernación a Silva Nogales a levantar la huelga de hambre
ANDREA BECERRIL
Funcionarios de la Secretaría de Gobernación visitaron ayer en el penal de alta seguridad de la Palma, localizado en Almoloya, a Jacobo Silva Nogales y le pidieron levantar la huelga de hambre que mantiene desde hace 51 días, pero sin ofrecer compromiso alguno a su demanda de que se impulse una ley de amnistía federal.
El jefe de la Unidad de Asuntos Legislativos de la dependencia, Ricardo Sepúlveda, planteó a Silva Nogales la disposición de Gobernación para dar seguimiento a su proceso penal y al de su esposa, Gloria Arenas -también en huelga de hambre en el penal de El Bordo, en Nezahualcóyotl- aunque aclaró que no puede comprometerse a lograr la ley de amnistía.
Elizabeth Silva Nogales, quien estuvo presente durante la visita de los funcionarios, comentó que su hermano, Jacobo, pese a lo débil que se encuentra, decidió continuar con su ayuno, ya que su lucha es por la amnistía para aquellos presos a los que se ha encarcelado injustamente, acusándolos de pertenecer a grupos armados.
Durante la entrevista, Silva expuso a Sepúlveda que fue torturado para obligarlo a declarar que forma parte del grupo guerrillero conocido como Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) y que su proceso está lleno de irregularidades, al igual que el de su esposa. Entre otras cosas, denunció que lo detuvieron en el Distrito Federal, pero mediante golpes y violencia fue orillado a aceptar que la detención fue en Guerrero.
"El acta que lo obligaron a firmar señala que elementos policiacos tocaron a la puerta pacíficamente y que él abrió y de inmediato les dijo, sin que le preguntaran: 'soy Jacobo Silva, comandante del ERPI'. šEso nadie lo cree!", comentó Elizabeth.
Precisó que en el penal, Sepúlveda insistió en que valorara levantar el largo ayuno, toda vez que ya logró que su movimiento sea conocido y hay la intención de dar seguimiento a su caso. Silva Nogales dijo que seguirá con la huelga.
Los familiares de Silva temen por su vida, ya que además de las posibles secuelas por el prolongado ayuno -su estómago ya no tolera los líquidos- los médicos le detectaron un soplo en el corazón.