La falta de unidad, principal obstáculo para capitalizar errores del PAN en el estado
El PRD, ante el reto de superar pugnas internas o naufragar en los comicios mexiquenses de 2003
SILVIA CHAVEZ, ISRAEL DAVILA, JAVIER SALINAS, RENE R. ALVARADO Y RENATO DAVALOS /III Y ULTIMA CORRESPONSALES Y REPORTERO
El principal desafío del perredismo mexiquense en las elecciones de 2003 estribará en su capacidad para superar las diferencias internas y en llegar a las campañas con una selección de candidatos que no rompa la unidad y abra el espacio para crecer en la preferencia dse los electores, que hoy se concentra fundamentalmente en Nezahualcóyotl y en Texcoco.
El alcalde de Nezahualcóyotl -donde se prevé que el PRD gane de nuevo los comicios-, Héctor Bautista López, resume la situación: "en el PRD hay un intento de recomposición bajo el concepto de que nadie tiene la verdad absoluta ni es hegemónico. El partido tiene muchas posibilidades de incrementar su presencia por el buen trabajo de Andrés Manuel López Obrador en el Distrito Federal, lo que repercute directamente en los municipios conurbados".
Sin embargo, reconoce que las elecciones internas son el talón de Aquiles del PRD. Si se logra consenso el partido podría ser opción y gobernar por lo menos a un tercio de la población del estado de México. Si en dos años se hacen buenas administraciones hay posibilidades de alcanzar la gubernatura. Empero, las pugnas internas, advierte, están afectando más al partido que las deficiencias en algunos gobiernos municipales.
Prueba de lo anterior fueron los comicios perredistas del 17 de marzo, que fueron anulados en el estado de México por múltiples anomalías. En los próximos días, el comité ejecutivo nacional, según Víctor Bautista López y su compañero de fórmula, José Luis Gutiérrez, que contendieron por el liderazgo estatal, los nombrará para hacerse cargo interinamente de la dirección del partido en la entidad.
Sin embargo, se trata de una negociación en curso que podría incluir en la dirigencia a Javier Salinas y Emilio Ulloa, diputado federal perfilado para contender por la alcaldía de Neza. Operador en la campaña de Rosario Robles, Ulloa ha promovido reuniones con empresarios y otros sectores para multiplicar las candidaturas externas y ampliar las posibilidades perredistas de triunfo, especialmente en zonas consideradas tradicionalmente panistas.
La estrategia electoral
Al igual que en el caso del PRI, el PRD tratará de capitalizar los escándalos y corrupción en la que han incurrido algunos de los alcaldes panistas. Asimismo su estrategia electoral se basará en criticar los cacicazgos y otros vicios políticos priístas.
El PRD no ha logrado avanzar sustancialmente en las anteriores elecciones locales. Nezahualcóyotl y Texcoco aparecen como las sedes importantes de este partido en el escenario político mexiquense.
En los pasados comicios internos, el Movimiento Vida Digna, que preside el alcalde Héctor Bautista López, logró el consenso para designar candidatos. Víctor Bautista, su hermano, contendió en una alianza con el Grupo de Acción Política (GAP), al que se le cedieron cargos directivos. Se trata del la agrupación que encabezan Higinio Martínez -compañero de campaña de Rosario Robles a escala nacional- y Rosendo Marín.
Demostraron su fuerza al obtener alrededor de 68 mil votos, por 33 mil sufragios de su más cercano contrincante, Valentín González Bautista, dirigente de la Unión General de Obreros y Campesinos de México (Ugocem), cuya protesta fue determinante para la anulación de los comicios internos. El tercer lugar lo ocupó el líder de la región de Toluca, Javier Salinas Narváez, con 32 mil votos, éste era partidario de los chuchos.
Las cifras de la elección interna revelaron que el movimiento que encabeza Bautista es la primera fuerza del PRD mexiquense, seguido por la Ugocem y en tercer lugar la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ). El cuarto y quinto lugares se lo disputan el Movimiento de Lucha Nezahualcóyotl (MLN), del diputado federal Emilio Ulloa Pérez, y la Organización Heberto Castillo, del diputado local Antonio Cabello Sánchez.
El perredismo mexiquense tiene su enclave natural en el oriente del estado, donde se asientan buena parte de los municipios marginales y sometidos por décadas a los cacicazgos priístas. El reto primordial será desmantelar esas estructuras que han sobrevivido y que incluso demostraron su vigor en las elección de 2000.
Se trata de caciques de filiación cenecista o cetemista que tienen como territorio de operaciones a Chimalhuacán, Ixtapaluca y San Vicente Chicoloapan.
Gustavo Hernández Méndez, décimo regidor y ejidatario de San Vicente Chicoloapan, asegura que la Confederación Nacional Campesina (CNC), representada por Matías Ramírez Pérez, ha utilizado en los pasados 20 años la explotación de siete minas, propiedad de 635 ejidatarios, para imponer o comprar candidatos.
Los 10 millones de pesos que anualmente aportan las ganancias de la explotación de los bancos de arena, grava y piedra, sirvieron para solventar la campaña del líder nacional priísta, Roberto Madrazo Pintado, hace unos meses. La población aún espera la auditoría agraria respectiva.
El exponencial crecimiento demográfico de Ixtapaluca -17 por ciento- hace prever que su población actual, de 300 mil habitantes, se duplicará para el próximo año, lo que convierte al municipio en una especie de botín que intentan aprovechar los caudillos priístas.
En los comicios de 2000 el PRI ganó ahí con 42.6 por ciento de la votación, por poco menos de 30 por ciento del PRD. En el anterior lustro el avance demográfico se ha traducido en la construcción de 11 unidades habitacionales. Tan sólo San Buenaventura tiene más de 30 mil viviendas. La credencialización electoral en el núcleo poblacional municipal es de 150 por día. En San Francisco Acautla y Tlapacoya se han asentado 20 mil familias en los pasados tres años.
Marisela Serrano Hernández, dirigente de la organización priísta Antorcha Campesina, admite que la disputa con la Confederación de Trabajadores de México (CTM) será fuerte, pues ambos grupos intentan controlar la situación política del municipio. La CTM municipal, dice, es "una organización violenta".
Para Adelfo Toledano García, dirigente cetemista, el conflicto político que ha sostenido en los años recientes con Antorcha Campesina no tiene por qué derivar en la violencia, que sólo se presenta cuando "hay dos grupos". Los cetemistas tienen el control de al menos 50 por ciento de la administración.
En Chimalhuacán, pese a la aprehensión de Guadalupe Buendía, La Loba, Jesús Tolentino Román Bojórquez heredó los métodos de la lideresa que provocó una matanza en agosto de 2000.
Pablo Arrieta Cabrera, comunero de Chimalhuacán, señaló que los antorchistas se han convertido en un nuevo grupúsculo que "ataca y presiona a los habitantes para que apoyen a su organización y a la administración municipal".
Con un padrón de 245 mil electores, persiste el negro recuerdo de los diez muertos y casi cien heridos derivados del enfrentamiento entre la Organización de Pueblos y Colonias, encabezada por La Loba, y Antorcha Campesina, cuyo líder local es el actual alcalde, Jesús Tolentino Román Bojórquez.
La revancha sigue latente con el movimiento que encabeza Margarita Preysser Benítez, ex lugarteniente de La Loba y lideresa de los recolectores de basura y de transportistas.
Pobre trabajo partidista
El avance perredista en las preferencias electorales se ha frenado por el poco trabajo partidista en Chalco, Valle de Chalco y los municipios rurales de la región de los volcanes. Además, por gobiernos deficientes, como en Ozumba, donde la votación en favor del partido fue superior a 40 por ciento en 1996 y cayó a 9 por ciento en 2000. A lo anterior se suman las pugnas internas.
De acuerdo con un diagnóstico perredista de prospectiva electoral, municipios como Nezahualcóyotl, Texcoco, San Vicente Chicoloapan, Teotihuacán y Acolman enfrentan problemas de servicios públicos, aunque se prevé que la solidez política del partido les permitirá retenerlos en los comicios de 2003. La circunstancia es distinta en Los Reyes La Paz, Otumba, Tepetlaoxtoc y Tezoyuca. El PRD perdió entre 1996 y 2000 cinco municipios y pasó de gobernar 26 a 21. Conforme al análisis, las pérdidas se explican por la inadecuada selección de candidatos.
De acuerdo con Fernando Palma Galván, investigador de la UNAM, el foco de la disputa electoral durante 2003 se concentrará en los 25 municipios conurbados, donde vive 72 por ciento de la población estatal. Si un partido alcanza 25 por ciento la votación en esa zona tendría un efecto multiplicador de los sufragios totales mexiquenses. De esas 25 alcaldías el PAN ocupa hoy 17, el PRD tres y el PRI cinco.
En los comicios del 2000 Acción Nacional obtuvo 36.77 por ciento de la votación; el PRI 32.48 y el PRD 19.28, aunque en la elección presidencial los panistas se acercaron a 50 por ciento.
Los sondeos hechos por Palma Galván en Tultitlán -como una muestra de lo que sucede en los municipios panistas por los escándalos de corrupción- revelan la volatilidad del voto por el desencanto de la ciudadanía hacia el panismo.
Según la investigación, 80 por ciento de la población de Tultitlán, cuyo alcalde es el panista José Antonio Ríos Granados, descalifica las acciones municipales en materia de seguridad pública, lo que ha incidido en la gobernabilidad.
Además, 40 por ciento de los habitantes no cree en ningún partido y, en caso de votar, lo haría por las características personales de los candidatos, sin tomar en cuenta los aspectos ideológicos. Por ello, advierte Palma Galván, será determinante la selección de candidatos y el perfil de honestidad que puedan proyectar a la ciudadanía.
Según las investigaciones del académico, el descrédito partidista es de 52 por ciento en Lerma y de 30 por ciento en Zinacantepec, al igual que en Ecatepec.
El ligitio del aeropuerto
Palma Galván también evaluó los eventuales impactos que tendría la construcción del aeropuerto en Atenco, y dice que la influencia electoral de la obra dependerá de lo que se resuelva en los próximos meses. Si el gobierno federal y los campesinos logran un acuerdo favorable, indica, los sufragios no serían para el PAN sino para el PRI.
Los efectos electorales, añade, estarían determinados no por el inicio de la construcción del aeropuerto, sino por el manejo publicitario de las obras y los eventuales beneficios que acarrearía a la población.
La resolución pediente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, plantea Palma Galván, podría incidir de manera fundamental en municipios como Atizapán, Huixquilucan, Tultitlán y probablemente Tlalnepantla, especialmente por las obras carreteras derivadas de la construcción del aeropuerto.