Critica Francesco Cossiga al Ejecutivo español

Pedirá Madrid ilegalizar Batasuna apenas entre en vigor la ley de partidos

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 11 de junio. El ministro español del Interior, Mariano Rajoy, advirtió ayer que una vez que entre en vigor la nueva ley de partidos políticos, destinada a proscribir a Batasuna, el Ejecutivo pedirá al Tribunal Supremo que actúe para ilegalizar a la coalición nacionalista vasca, a pesar de que ese texto establece que su aplicación no tendrá efecto por los actos cometidos en el pasado.

La ley de partidos fue redactada por el Ejecutivo de José María Aznar con el fin de desaparecer del mapa político a Batasuna, que representa a 10 por ciento del electorado vasco, pero considerada como brazo político de la organización armada ETA.

Esta ley, que se espera reciba la aprobación definitiva del Senado a final de mes, permitirá al gobierno pedir la prohibición de un partido que considere defensor del racismo, la xenofobia o el terrorismo.

La tesis del gobierno es que Batasuna forma parte del entramado político y financiero de ETA, por lo que mantiene firme su intención de disolverla lo antes posible.

Sin embargo, la propia ley establece que ninguna organización podrá ser juzgada por hechos o situaciones pasados, sino que se aplicará desde su entrada en vigor a las formaciones que incurrieran en los supuestos contemplados para su ilegalización.

Pese a esta restricción, exigida por el Partido Socialista Obrero Español y los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unio para suscribir el texto en el Parlamento, Ra-joy señaló que el Ejecutivo pedirá de inmediato al Tribunal Supremo que inicie las diligencias contra Batasuna, extremo que a raíz de las críticas recibidas desde las demás formaciones tuvo que ser matizado por el propio ministerio, que emitió un comunicado en el que precisó que "la ilegalización de Batasuna se impulsará cuando la coalición abertzale (nacionalista) incurra en alguna de las cautelas previstas en el artículo 9" de la ley.

Dicho artículo establece que una formación política podrá ser ilegalizada cuando dé apoyo "expreso o tácito al terrorismo con programas y actuaciones que fomenten la violencia o cuando incluya en sus órganos di-rectivos o en sus listas a personas condenadas por delitos de terrorismo", así como el uso de símbolos, mensajes o elementos que se identifiquen con el terrorismo.

Rajoy también señaló que ETA "no son sólo los comandos, sino también los chivatos, organizaciones como Gestoras pro Am-nistía, el partido que le da soporte y del que hay más de 400 miembros de Batasuna detenidos o condenados por matar o por colaborar con los comandos criminales".

Las palabras de Rajoy fueron rechazadas por el vocero del Partido Nacionalista Vasco en el Congreso, Iñaki Anasagasti, quien las calificó como una "aberración democrática, una auténtica barbaridad política y una vulneración del propio texto de la ley".

El vocero y líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, señaló que a Rajoy "lo ha traicionado el subconciente, ya que tenemos la impresión de que Aznar tiene prisa, está nervioso y una vez aprobada la ley, actuará con premura" para ilegalizar a la formación.

Sin embargo, el dirigente abertzale advirtió: "este pueblo va a ganar y los retamos a que hagan lo que quieran porque desde la represión no van a poder con un pueblo que reclama voz y palabra en el ámbito internacional, por eso frente a la fuerza les responderemos con iniciativa política y con razones".

En relación con esta situación se manifestó el ex presidente italiano Francesco Cossiga, de visita para entrevistarse con diferentes sectores del histórico conflicto.

Señaló que "ilegalizar Batasuna significa reforzar a ETA, y que haya un interlocutor político menos para poner fin al terrorismo mediante el diálogo y la negociación, ya que a ETA quizás se le pueda contener con medidas judiciales y policiales pero no se podrá acabar con ella sin negociación política, diálogo y reformas".

Cossiga también se refirió a las críticas vertidas por Aznar contra los prelados vascos que se manifestaron contra la ley de partidos, a quienes acusó de defender "una perversión moral e intelectual grave".

El ex mandatario confesó que "no recuerda haber escuchado contra ninguna Iglesia un lenguaje como el empleado por Aznar, ni siquiera en el periodo más oscuro de la dictadura nacionalsocialista en Alemania".

Por otra parte, la Audiencia Provincial de Guipúzcoa decidió absolver hoy a dos guardias civiles acusados de someter a torturas y malos tratos a dos jóvenes vascos detenidos en 1998. El tribunal consideró que las heridas y moretones de los jóvenes fueron fruto del "forcejeo durante el arresto".