Provocan la desaparición de 3 mil hectáreas de bosques y selvas

Mil personas se dedican en Veracruz a la tala clandestina de maderas preciosas

ANDRES MORALES CORRESPONSAL

Veracruz, Ver., 11 de junio. La Cámara Nacional de la Industria Maderera (Canaim) sostiene que entre 600 y mil personas se dedican en Veracruz de manera permanente a la tala y comercialización clandestinas de maderas preciosas, provocando que anualmente desaparezcan tres mil hectáreas de bosques y selvas.

Juan Vega Hernández, presidente del organismo en la entidad, anticipó que en breve la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) emitirá una nueva norma oficial para aumentar la vigilancia y la restricción sobre el corte, traslado y comercialización de productos maderables con la finalidad de frenar la depredación de las áreas boscosas.

Cada año se pierden, a escala nacional, un millón 200 mil hectáreas de zonas boscosas y selváticas debido a la tala ilegal, lo que atenta contra la riqueza natural y animal del país, indicó.

Dijo que de esta cifra, entre 3 mil y 4 mil hectáreas de zonas boscosas taladas corresponden a Veracruz, particularmente en las faldas de los volcanes Pico de Orizaba y Cofre de Perote, así como a los Tuxtlas, Huayacocotla y la sierra del Totonacapan.

Señaló que esas áreas trabajan entre 600 y mil talamontes clandestinos, tanto a título personal como para agrupaciones organizadas que comercializan la madera como si fuera legal.

Puntualizó que la operación de los taladores clandestinos no sólo deriva en la depredación de zonas que tienen restricción ecológica arriesgando a la desaparición de la biodiversidad, sino que también perjudican a los industriales madereros constituidos formalmente que son obligados a cumplir con la normatividad federal.

Por tal motivo, el presidente de la Canaim anunció que luego de varios años de gestión ante las instancias federales, en las próximas semanas la Semarnat podría emitir una nueva norma oficial mexicana (NOM) destinada a incrementar la fiscalización de la actividad.

Entre las disposiciones que contendría la nueva NOM destacan la aplicación de un formato único para la expedición de permisos para la tala, traslado y comercialización de productos maderables, lo que evitará que los talamontes obtengan autorizaciones diversificadas o falsificadas.

Al mismo tiempo, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente tendrá la facultad de reforzar los operativos de vigilancia y revisión en las zonas boscosas y selváticas actualmente sitios de operación de los taladores ilegales.

"Lo que se pugnará es evitar que se detenga, acuse y procese a un campesino indígena que carga algunos bloques de madera, mientras se tolera a los grandes cortadores que muchas veces no son sujetos ni siquiera a revisión en los puestos de control", advirtió.