CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Los embates del neopanismo

EL TEOREMA clásico de ser o no ser ya no es un problema para el Partido Acción Nacional, que ha decidido dejar de ser un organismo cerrado, compuesto de familias tradicionales, para convertirse en una organización política abierta, en la que quepan todos los que comulguen con las ideas de este nuevo PAN que se impulsa en el Distrito Federal, cuando menos.

EL DILEMA ya no fue tal, luego de saberse que en las encuestas, si bien mantenían el segundo lugar en las preferencias del electorado, estaban lejos del PRD, que pese a todo lleva la delantera en la capital.

POR ESO Acción Nacional decidió no hacer el fuchi a los militantes priístas y de otros signos políticos que pretenden nutrir las filas de ese partido y para ellos, según se dice, se prepara una gran bienvenida.

POR EL momento, según las cuentas del PAN-DF, hay una lista de 33 mil adherentes que están listos para sumarse a la contienda, que tiene bastante nerviosos a los partidos políticos en la capital.

Y EN esa cantidad hay de todo. Al PAN se le quitó el asco y va en pos de campesinos, obreros y cualquiera que tenga edad para votar y quiera hacerlo a favor de los azules que están en plena campaña, no sólo para renovar su presidencia local, sino para preconfigurar los escenarios de la elección de 2003.

PARA LOS nuevos esquemas políticos del PAN la prioridad por el momento es arrancarle al PRD las preferencias del votante y sacarlo del gobierno central, y para ello aprovechan los enormes huecos creados por las disputas internas y los escándalos en ese partido.

RESPECTO DEL PRI, el análisis panista va de la mano de la caída electoral del priísmo en la ciudad. Así, dadas las circunstancias y el abandono en que se halla la militancia tricolor, el panismo encontró el caldo de cultivo perfecto para llevar algunos votos extras a sus urnas.

SIN EMBARGO, el que este partido se abra a una militancia más heterogénea causará estragos entre los azules de corazón, que prefieren un partido compacto donde no quepa nadie que no comulgue con las ideas y las formas del panismo tradicional.

PARA ELLOS abrir el PAN es justificar la entrada de los Amigos de Fox al organismo y poner en sus manos las riendas de Acción Nacional. Uno de los ejemplos, para ellos muy claros, es la iniciación como militantes de varios secretarios de Estado que hasta hace poco estaban fuera de ese instituto.

EL HECHO, advierten, servirá para acallar las voces panistas que piden mayor concurso de su militancia en el gobierno de Fox. Ahora nadie podrá decir que no hay panistas en el gobierno.

PERO A final de cuentas, lo que parece no haberse medido es lo que pasará en Acción Nacional porque las reacciones contra la estrategia actual podrían no ser del todo tranquilas. Ya una vez frente al neopanismo hubo un desprendimiento de aquellos que se sintieron traicionados por las cúpulas.

HOY EL nuevo dilema es: Ƒcuántos panistas tradicionales aguantarán los embates del panismo neoliberal?

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