Podrían ocurrir hechos de violencia como el de Agua Fría, advierten
Poblados mexiquenses llaman a constituir un frente para exigir la solución de conflictos agrarios
MATILDE PEREZ U.
Comunidades del estado de México miembros de la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía (ANIPA) advirtieron que en la entidad podrían ocurrir hechos tan lamentables como el del pasado 31 de mayo en la sierra sur de Oaxaca, debido a que las "autoridades agrarias no han resuelto los conflictos por límites y los han endosado a las propias comunidades".
Llamaron a las comunidades indígenas que enfrentan problemas de límites agrarios a unificarse en un movimiento nacional para exigir al gobierno federal la solución definitiva de esos asuntos con el propósito de terminar con las injusticias, ilegalidades, destrucción de bosques y violencia.
Los presidentes de bienes comunales de San Jerónimo Acazulco, Roberto Peña García, y de San Juan Atzingo, Ildefonso Zamora, presentaron un resumen de la lucha por la tierra que mantienen con sus vecinos.
Acazulco, dijo Peña García, lleva seis décadas disputando 800 hectáreas a San Pedro Atlapulco y 867 hectáreas a Tepezoyuca; durante esos años han ocurrido enfrentamientos armados, con heridos y muertos, pero las autoridades nunca investigaron los hechos.
Hace 40 años, San Juan Atzingo inició su lucha con Ocuilán de Arteaga por 40 mil hectáreas, también con una historia de enfrentamientos debido a los dictámenes del cuerpo consultivo agrario y posteriormente del Tribunal Unitario Agrario a favor de Ocuilán, a pesar de que los comuneros de San Juan presentaron títulos primordiales de 1753. "Exigimos justicia", dijo Ildefonso Zamora, y advirtió que los comuneros no "permitirán que los sigan despojando de sus tierras y si para ello hay que morir, agarrar las armas y hacer lo mismo que en Oaxaca, lo haremos".
En ambos casos las autoridades comunales indicaron que la disputa agraria también ha provocado la destrucción de los bosques y una actuación dudosa de las autoridades municipales y estatales. En San Juan Atzingo -que limita con el parque Lagunas de Zempoala- se han devastado mil hectáreas boscosas por tala clandestina, pero las autoridades no detienen a los taladores sino a los comuneros y artesanos que poseen los permisos correspondientes.