Apenas tuvo el mérito para empatar 1-1 ante Suecia

Argentina llora su eliminación

Los albicelestes no eran eliminados en primera ronda desde Chile 62

DPA, REUTERS Y AFP

Miyagi, Japon, 12 de junio. Fue casi como la postal del naufragio de un acorazado: Gabriel Batistuta, en cuclillas delante del banco de suplentes, llorando, al igual que el Piojo López y Pablo Cavallero, mientras otros, acostados en el suelo, miraban al cielo en busca de alguna explicación. Unos segundos antes Suecia se había quedado con un empate a un gol que condenaba a una de las grandes favoritas, Argentina, a abandonar el Mundial 2002 apenas iniciado, como sucedió un día antes con la campeona Francia. Así, esta Copa del Mundo continuó desafiando todos los pronósticos.

Desde Chile 62 Argentina no recibía un golpe tan duro en la primer fase como el que tuvo en tierras niponas. En aquella ocasión se despidió con un récord idéntico: una victoria, una derrota y un empate. Curiosamente, el único revés fue causado en ambas oportunidades por Inglaterra.

Hoy, Argentina salió con hambre de gol y de victoria, presionando bien arriba, mientras Suecia, que con el empate tenía boleto seguro a la próxima ronda y no pudo alinear por lesión a tres jugadores vitales (Patrik y Daniel Andersson y Fredirk Ljungberg), se dispuso a esperar y, si la oportunidad se le presentaba, aprovechar algún error del rival.

El equipo de Bielsa demostró enseguida un juego que no había exhibido en sus dos presentaciones anteriores. Pablo Aimar se puso el equipo al hombro con madurez, en tanto Ariel Ortega no se estacionó y formaron la sociedad creativa que el equipo reclamaba.

Los carrileros Zanetti y Sorín se sumaron al ataque como dos delanteros más y Claudio López las buscaba todas por derecha y preocupaba siempre a su marcador Mellberg. Sólo Batistuta, absorbido por la marca de los centrales suecos, desentonaba en el cuadro.

Así se fueron acumulando las oportunidades de gol para Argentina en ese primer tiempo. Las más claras fueron dos cabezazos de Sorín, a los 13 y 16 minutos. Antes de irse al descanso, Canniga se ganó la tarjeta roja por haber reclamado una decisión arbitral desde la banca.

Tras la pausa, Suecia dio rápidas señales de que estaba al acecho. Primero con una llegada armada entre Anders y Magnus Sversson, más el recién ingresado Andreas Andersson. Y en seguida con un tiro libre apenas desviado de Anders Svensson.

En el minuto 58 Anders Svensson lanzó de tiro libre un derechazo desde 25 metros que superó la barrera por lo alto y se metió en el ángulo derecho de la portería de Cavallero.

Con el 1-0 en contra, Bielsa decidió jugarse sus últimas cartas y mandó a la cancha a Hernán Crespo, Verón y Cristian González.

Los sudamericanos se desesperaron, mientras Suecia buscaba liquidar el pleito de contrataque. A cinco minutos del final, el travesaño salvó a Argentina, tras remate de Andreas Andersson.

Pero sobrevino el penal de Mattias Jonsson sobre Ortega, que cobró el mismo Ariel. El portero Hedman contuvo el débil disparo, pero Crespo estuvo atento y mandó el rebote a la red, para el 1-1 a los 88.

El estadio era una caldera y Argentina se fue arriba con todo, incluido el propio Cavallero. Pero los minutos que quedaron no les alcanzaron para el milagro final, el de un gol que le hubiera valido el pasaporte.

Suecia, como primero del Grupo F, se medirá con Senegal, segundo del A, mientras que Inglaterra jugará frente a Dinamarca, el ganador de esa misma zona.