Lemerre fue citado para explicar el fracaso de la escuadra

Gélido adiós al eliminado Francia

Zidane, casi el único reclamado Grandes pérdidas de la televisora Tf1

DPA Y AFP

Seul/Paris, 12 de junio. En lugar del esperado desfile triunfal por los Campos Eliseos, una salida precipitada del escenario de la gran humillación: apenas un centenar de curiosos acudieron al aeropuerto de Incheon a despedir con tibios y casi inaudibles aplausos a la selección francesa, que volvía a casa tras perder su corona en la primera vuelta de esta edición.

Con caras sombrías la escuadra gala fue conducida a la terminal aérea por un contingente policial hasta la zona de embarque, donde fue escoltada por miembros de fuerzas surcoreanas de combate.

Para Roger Lemerre podría ser el último viaje como entrenador, puesto que la Federación Francesa anunció para el viernes una reunión con el comité del ramo, en el que el técnico deberá explicar la prematura eliminación de Les Bleus, según un portavoz del organismo.

Lemerre incluso podría renunciar, pues afirmó que aunque tiene contrato para dos años más analizará lo sucedido, "desde un punto de vista personal y con mi federación.

"Mi situación no tiene importancia, pero merecimos lo que nos pasó. Es un fallo colectivo", expresó.

Zinedine Zidane, casi el único reclamado, firmó unos cuantos autógrafos, y de los 23 seleccionados sólo Thierry Henry, del Arsenal inglés, tomaba un avión con destinto a Londres.

En París, al margen de la lluvia de críticas de la prensa francesa que ya realizaba la "autopsia" del fracaso, centenares de aficionados dieron la bienvenida a la selección con aplausos y pancartas de apoyo en el aeropuerto Charles de Gaulle.

"Con o sin campeonato mundial este es nuestro equipo", expresó uno de los hinchas que manifestaron su respaldo al equipo que regresó sin haber marcado un solo gol.

Además de causar una gran decepción, la salida de la escuadra francesa de la Copa del Mundo provocó la caída de algunos valores bursátiles e importantes pérdidas financieras a empresas anunciantes, diarios y al sector hotelero.

La televisora privada Tf1, que adquirió en exclusiva los derechos de transmisión de la Copa del Mundo por 62.4 millones de dólares, es una de las más afectadas.