La FIDH está en alerta, señala
reporte del organismo
Los conflictos agrarios podrían causar más
muertes en Oaxaca
Acceso a tierras, pieza clave de la guerra de baja
intensidad
ALMA E. MUÑOZ
En el informe sobre los pueblos indígenas de México
elaborado por la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH)
se denuncia que el acceso a las tierras "constituye una pieza clave de
la guerra de baja intensidad" a la que están sometidas las
comunidades.
Destaca que el organismo se mantiene en alerta por la
posibilidad de que en Oaxaca los conflictos agrarios deriven en numerosas
muertes de indios, debido a la falta de normas jurídicas para hacer
frente a estos hechos.
Al
respecto, cabe señalar que el Instituto Nacional Indigenista (INI)
informó de la existencia de al menos 25 "focos rojos" en la región,
derivados de problemas por tierras y de cómo estos hechos pueden
generar más violencia.
Para la FIDH, la existencia de conflictos por tierras
en México, tanto individuales como colectivos, tienen que ver con
límites entre ejidos, entre comunidades y propiedades privadas,
por la restitución de bosques y aguas, invasiones, despojo, extracción
ilegal de recursos naturales y el Programa de Certificación de Derechos
Comunales (Procede), "que individualiza la tierra de las comunidades indígenas
transgrediendo la cultura y la organización socioeconómica
de las etnias".
Cuando observadores de la FIDH se reunieron con campesinos
de la Huasteca constataron que, derivado de esas pugnas, "en las recientes
tres décadas hubo una secuela de decenas de muertos y muchos se
quejan de que aún no obtienen el reconocimiento de las tierras que
reclaman, las cuales están en manos de caciques no indígenas.
Una situación similar se vive en Oaxaca, donde a consecuencia de
numerosos problemas agrarios en los años recientes murieron 411
personas".
Al referirse a Chiapas, la FIDH considera "preocupante
la información sobre la militarización del conflicto rural
y la manipulación de la que fueron objeto las comunidades por parte
de las autoridades gubernamentales del PRI", a pesar de los anuncios del
presidente Vicente Fox de desmilitarizar la entidad.
Después de analizar el comportamiento de los gobiernos
estatales priístas, resalta que "el Ejército, la policía
y los gobiernos estatal y federal, por conducto del partido oficial, promovieron
sistemáticamente el enfrentamiento entre campesinos.
"No es de extrañar entonces que entidades del propio
gobierno mexicano admitan que los conflictos agrarios, en particular los
relacionados con el despojo, y aquellos relacionados con la construcción
de presas, vías de comunicación y plantas industriales, estén
entre las principales causas de migración de los indígenas."