Debe pedirse al Congreso trabajar en los cambios:
FIDH
"A mediano plazo", resolución de la Corte sobre
reforma indígena
El PPP significa despojo y desolación, dice el
organismo
ALMA E. MUÑOZ
En encuentro privado, la representante de la Federación
Internacional de Derechos Humanos (FIDH), Paulina Palacios, insistió
al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN),
Genaro Góngora Pimentel, en la necesidad de que se instruya al Congreso
de la Unión a trabajar en las modificaciones a la ley sobre derechos
y cultura indígenas para que ésta responda a las demandas
de las comunidades nativas del país.
Sin
embargo, el ministro se negó a hablar del rumbo que seguirá
el máximo tribunal sobre el caso, y manifestó que la resolución
se dará a mediano plazo, no en julio, como se esperaba. "El nos
dijo que tienen muchos asuntos que resolver, y después del cierre
de las audiencias cada uno de los ministros se abocará a un caso,
para después, en conjunto, dar una definición".
No obstante haber escuchado la negativa de los integrantes
de la Comisión de Asuntos Indígenas del Senado de la República
para hacer cambios a la normatividad aprobada el 14 de agosto de 2001,
Palacios pidió al gobierno mexicano ajustar la legislación
al espíritu de los acuerdos de San Andrés Larráinzar
y a las disposiciones contenidas en el Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo.
Según consta en el informe más reciente
que sobre pueblos indígenas mexicanos realizó la FIDH, académicos,
juristas, legisladores, funcionarios y comunidades en general comparten
esta urgencia, porque la disposición "coarta la posibilidad de establecer
reglas generales claras para la construcción de una nueva relación
entre los pueblos, el Estado y la sociedad. No vemos razón alguna
para que la Constitución no reconozca a los indígenas como
sujetos de derecho, dejando dicha tarea a las entidades federativas".
Urgente, analizar los cambios
De acuerdo con el documento de 45 cuartillas, la constatación
de la cantidad de reclamos por la inconstitucionalidad de la reforma ?que
la SCJN evaluará? remite a los expertos a la urgencia de que se
analicen los cambios conforme a los planteamientos económicos, sociales,
culturales y políticos de las etnias y los convenios internacionales
suscritos por el gobierno en la materia, y así se lo externó
Paulina Palacios a Góngora Pimentel.
"Nos preocupa el malestar generalizado respecto a la reforma,
porque deja insatisfechos a los indígenas y no contribuye al objetivo
de pacificación y rencuentro que se perseguía con el reconocimiento
constitucional de los pueblos nativos". Si no hay cambios, insistió,
"se deja en riesgo la pervivencia de esas comunidades".
Después de tres días de encuentros con organizaciones
no gubernamentales y diversas instancias oficiales ?Gobernación,
cancillería, Desarrollo Social y asesores de la Presidencia de la
República?, la representante de la FIDH recibió la negativa
de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para entrevistarse con
su presidente, José Luis Soberanes.
En la evaluación hecha por el organismo consultivo
de la ONU, hay una preocupación expresa por el Plan Puebla-Panamá,
debido a que el gobierno no toma en cuenta que su puesta en marcha representa
para los indígenas "despojo y desolación", por ser un proyecto
geopolítico prefabricado, que busca construir un área de
servicios e infraestructura diseñada desde la lógica de las
empresas trasnacionales, los grupos oligárquicos nacionales y los
organismos financieros mundiales". Considera que en ningún momento
responde a la "lógica social" de las comunidades del sur-sureste
del país.
Finalmente, enfatiza en la situación que viven
las indígenas mexicanas ?quienes representan 30.6 por ciento de
los 12 millones de nativos oficialmente reconocidos. "Estas mujeres ocupan
el último escalafón de precariedad, marginación y
pobreza