Sólo grandes empresas tienen capacidad para explorar y explotar
el recurso: especialistas
Pretende el gobierno ceder el control del sector de
gas a las trasnacionales
La apertura a la inversión privada ocurre cuando EU tiene gran necesidad
de energéticos
Los contratos de servicios, con dedicatoria a compañías foráneas,
considera Rodríguez Padilla
ROBERTO GONZALEZ AMADOR Y EMILIO LOMAS M.
El proyecto del gobierno mexicano para conceder a empresas
privadas la exploración, perforación y producción
de yacimientos de gas en el norte del país representa en la práctica
ceder su función de control sobre este sector estratégico,
al tiempo que apunta al desplazamiento de los trabajadores de Petróleos
Mexicanos (Pemex), quienes quedarán al margen de participar en estos
procesos.
La pretensión del gobierno federal de comenzar
a permitir la participación privada en la explotación de
gas, tiene una trascendencia mayor a la simple contratación de un
servicio, consideran expertos. Las únicas empresas que en el mundo
son capaces de realizar este tipo de trabajo son las grandes trasnacionales
dedicadas a la explotación del gas y el petróleo, las que,
en caso de prosperar la iniciativa en los términos planteados por
el gobierno, tendrán un acceso privilegiado al conocimiento sobre
los yacimientos de energéticos en el país.
"Hay que tomar en cuenta el contexto internacional. El
mayor problema energético de Estados Unidos ahora es la necesidad
de gas. Ese país ha llegado a tener en los meses recientes consumos
diarios de 82 mil millones de pies cúbicos y simplemente ya no tiene
de dónde obtenerlo. Por eso, está buscando gas en Canadá,
Alaska y ahora México", considera José Antonio Rojas, investigador
de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma
de México y experto en temas energéticos.
Este jueves, La Jornada dio a conocer que el gobierno
mexicano ya tiene lista la propuesta para que Pemex, por medio de su empresa
subsidiaria Pemex Exploración y Producción (PEP), pueda contratar
con firmas privadas proyectos de explotación de yacimientos de gas.
Según el modelo de contrato, en poder de este diario, las compañías
interesadas participarán en la explotación del energético
por periodos de hasta 20 años, aunque el combustible extraído
será propiedad de Pemex.
Los términos en que está redactado el contrato
de servicios múltiples (CSM), "tienen una dedicatoria para favorecer
a las empresas extranjeras", opina Víctor Rodríguez Padilla,
asesor del Senado en materia energética. "Por los términos
en que van a ser contratadas esas empresas, se trata de una violación
a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en materia
de petróleo. Esto es porque esas empresas traerán el capital,
asumirán el riesgo geológico y en contrapartida tendrán
una parte importante de la renta económica asociada a la explotación",
señaló.
Estableció que los CSM implican contratación
de deuda. Esto significa que el gobierno mexicano va a llamar a trasnacionales
a que resuelvan un problema de financiamiento, pero a un costo más
alto.
Las empresas que participen en los CSM cobrarán
3.31 dólares por la extracción de cada millar de pies cúbicos
de gas en la Cuenca de Burgos (al norte del país), mientras que
si la misma extracción es realizada por Pemex el costo es inferior
a 1.5 dólares por millar de pies cúbicos, declaró
Rodríguez Padilla, también investigador universitario. Acotó
que el cálculo consta en un documento elaborado por Luis Ramírez
Corso, director general de PEP, en un documento enviado al Senado el 23
de abril pasado.
El especialista apuntó que para desarrollar la
misma capacidad de producción unitaria en Burgos, Pemex requiere
de alrededor de 12 mil dólares por mil pies cúbicos de gas
natural al día. Bajo los CSM, las compañías extranjeras
que participen en la explotación cobrarán 15 mil dólares.
Trabajadores desplazados
El texto del contrato establece que los trabajadores de
Pemex, empresa en donde la capacidad y calidad del personal operativo es
reconocida, quedarán al margen de participar en las obras, lo que
en la práctica constituye el paso para la creación de una
industria energética paralela.
Dice el documento: "El personal directivo, de supervisión
y operativo relacionado con el presente contrato deberá ser proporcionado
por el contratista a su elección, debiendo contar con la experiencia
necesaria para garantizar la correcta ejecución de las obras objeto
de este contrato".
Más adelante, señala que "ningún
funcionario, empleado, mandatario o miembro del personal del contratista
o de sus subcontratistas será considerado por ningún motivo
como empleado de PEP. El contratista y sus subcontratistas serán
los únicos responsables de todas las obligaciones laborales y de
seguridad social a favor de sus funcionarios, empleados, agentes y demás
miembros del personal del contratista o de sus subcontratistas, incluyendo
el pago de salarios, beneficios por vacaciones, bonos, pagos al Instituto
Mexicano del Seguro Social, pagos al Infonavit, contribuciones al sistema
de ahorro para el retiro, así como cualesquiera otras obligaciones
o pagos".
Rojas Nieto consideró que la intención de
que los trabajadores de Pemex queden al margen de participar en estas explotaciones
de gas constituye un desplazamiento que "desmantela la fortaleza de la
ingeniería y de construcción desarrollada por la paraestatal
hasta ahora".
Para otorgar la explotación de yacimientos de gas,
PEP establece como requisito que la empresa privada que obtenga el contrato
tenga "suficiente experiencia y capacidad para cumplir y ejecutar las obras
requeridas... incluyendo el hecho de haber cumplido en forma exitosa con
obras similares a las que son objeto de este contrato y tiene la organización,
elementos y capacidad jurídica, técnica y económica
para ejecutar por sí mismas las obras".
Los términos planteados por el contrato son, a
juicio del especialista, "ambiguos y manipulables". Explicó que
la propuesta del gobierno plantea que serán empresas de servicios
las que realizarán las obras. Y esto porque, de acuerdo con la legislación
vigente, está prohibido a empresas petroleras o gaseras del exterior
participar en la perforación y explotación.
El asunto, finalizó, es que las empresas que participen
en estos contratos tendrán información de primera mano sobre
yacimientos, reservas y explotación.