ASTILLERO
Julio Hernández López
ARCHIVOS ABIERTOS POR doquier: los de la guerra sucia, que mueven al Presidente de la República, en el antiguo penal de Lecumberri, a convocar a "reconciliarnos con el pasado"; los del PAN, que sirven para pintar deslindes respecto a los Amigos de Fox correlones, y los del PRI madracista, que se declaran blancas palomitas para buscar contrastes con el labastidismo y el bartlettismo incómodos para el amasiato reformista (petróleo, electricidad) Quinta Grijalba-Rancho San Cristóbal.
EQUIPOS CON ENTRENADORES echando sus vascas barbas a remojar: el encuentro rapidín de Los Pinos, convocado apenas unas horas después del hundimiento del Tritánic, para hacer ver a los desvelados secretarios matraqueros que debían portarse bien, posar para las fotografías agarraditos de la mano, escribir 10 planas con la palabra "unidad" y no andar peleándose entre sí ni haciendo declaraciones contrapuestas; los encuentros de emergencia del equipo chaparrito y mandilón al que mucho preocupan las filtraciones oficiales que dañan, dicen, la reputación de algunos de esos reputadísimos muchachos de la selección tricolor botada del poder en 2000; y el jefe Diego y sus conjurados, decididos a debilitar al presidencialismo para que las listas de candidatos a San Lázaro, y a otros puestos de elección popular, no sean decididas en Los Pinos.
NO ACABAN DE asentarse las suspicacias respecto a la políticamente correcta derrota mexicana frente a Estados Unidos y ya la realidad política está encima, implacable (pareciera incluso que vengándose específicamente de los días de hipnotismo futbolero). El presidente Fox corre de acto en acto y va de declaración en declaración esperanzado en que la apariencia de velocidad haga creer que hay movimiento, cambio, avance. Y repite que no se ha olvidado de sus promesas, y que está cumpliéndolas, tal cual le han instruido sus tutores mercadotécnicos, teniendo a la vista las encuestas que reflejan el desencanto mayoritario de los mexicanos respecto a las muchas promesas de campaña ahora incumplidas.
EL DESVELO PRINCIPAL, sin embargo, se refiere a los centavos (de dólar, desde luego). Aquel Fox bravucón, que se decía dispuesto siempre a aclarar lo que fuera necesario, ha dado paso, en los hechos, a un Fox a la defensiva, arrinconado por las evidencias de que en el asunto del financiamiento de sus actividades de precampaña y de campaña utilizó fondos oscuros, algunos de ellos provenientes del extranjero. Ya en el IFE le habían hecho antes la caridad de tratar de frenar el escándalo, gracias al Amigo Woldenberg y algunos de sus Amigos consejeros. Ahora, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores es el nuevo dique, al negarse a entregar toda la información requerida por el IFE (no por voluntad propia de este instituto, recuérdese, sino por instrucción judicial ejecutiva).
LA POSTURA PRESIDENCIAL delatora de que quien algo debe, algo teme (y del Amigo Lino Korrodi, quien no encuentra qué chicana inventar para explicar que no quiere ni puede dar cuentas claras del chocolate espesísimo) ha sido puesta en evidencia de alto contraste por Luis Felipe Bravo Mena (de que el jefe Diego es Bravo, hasta al Presidente muerde), quien ha mostrado de un golpe que las argucias jurídico-políticas en que se quieren meter el jefe del Ejecutivo y sus Amigos son fácilmente salvables mediante el procedimiento simple (además, muy propio de la tradición panista de decencia y buenas conciencias) de pedir a las autoridades depositarias del sacro secreto bancario, fiscal y fiduciario que, de no poder hacerlo esa comisión directamente, entonces todas las cuentas en las que se involucre al PAN (en este caso de los financiamientos de campañas) sean enviadas a ese partido para que él por voluntad propia las ponga en manos de las otras autoridades: las indagadoras. Trayecto similar podrían y deberían recorrer el Presidente y sus Amigos, pero han preferido el litigio legalista para tratar de ganar tiempo antes de que explote la bomba de sus relaciones financieras de 2-0. Hasta el PRI madracista se puso en esa misma línea, que tiene, sin embargo, una trampa que debe ser advertida a tiempo: pareciera que, en el fondo, PRI y PAN quisieran sujetar las investigaciones oficiales a los tiempos de campaña (no de precampañas) y a las contabilidades oficiales ya sancionadas por el propio IFE.
PERO, COMO HA de saber hasta Javier Aguirre, la mejor defensa es el ataque. Por lo que una forma de defender a los Amigos de Fox ha sido mediante el balconeo de los Amigos de Labastida. Para tales planteamientos tácticos, el gobierno federal ha filtrado informes que afectan directamente a la franja priísta que no está sujeta al convenio de mutuo interés hecho por Roberto Madrazo con Fox. Duro contra Beatriz Paredes y Manuel Bartlett, quienes resultan incómodos para los proyectos de reformas en materia de energéticos que el foxismo y el salinismo (representado éste por Roberto Madrazo) desean hacer. Duro contra el grupo cercano a Labastida (ya se había hecho, semanas atrás, una maniobra desde oficinas públicas de alto nivel para filtrar la presunta orden de comparecencia que se libraría contra Esteban Moctezuma Barragán a causa del Pemexgate, dándole a ese falso episodio una connotación de supuesto involucramiento del Joven Maravilla en hechos delictivos. En ese, como en otros casos, funcionó la máxima de "calumnia, que algo queda"). Ahora, el tiroteo ha alcanzado a Emilio Gamboa Patrón y a dos cercanísimos colaboradores de quien fue candidato presidencial priísta. No se necesita doctorado en ciencias políticas para ver que no se está tocando ni con el pétalo de una sospecha al madracismo de sabida experiencia consolidada en materia de financiamientos ilegales de campañas electorales. Pillerías, mapacherías, saqueos y corrupción sabido es que había en el PRI, y varios de los personajes ahora mediáticamente enlodados seguramente son culpables de lo que se les acusa y de mucho más. Pero hoy, con el agua al cuello, de lo que se trata con las filtraciones sobre el Pemexgate es de colocar el tema de los Amigos de Labastida en el mismo nivel de canje político que los Amigos de Fox. Candidatos del pasado compartido, tapaos los unos a los otros. Cambio expedientes de Amigos, unos por otros, diría el aviso clasificado.
Y NI SIQUIERA EL sumo pontífice pareciera estar en disposición de obrar un oportuno milagro de elevación de popularidades presidenciales en México. La salud de Juan Pablo II no le permitirá visitar Los Pinos para entrevistarse con el presidente Fox, así es que los genios diseñadores de la cartera publicitaria de Pancho Pantera deberán esforzarse para ver cómo exprimirán la visita papal de menos de 24 horas para beneficio de Juan Diego Fox, digo, Vicente Fox. Otro punto que en el pasado inmediato formaba parte de las intrigas de la telenovela real, hoy parece más bien un punto oscuro y amargo, pues la "compañera" del Presidente (esposa todavía, según la religión católica, de Manuel Bribiesca) habrá de pasar por una comisión de protocolo del Vaticano y México para saber qué tratamiento recibirá cuando acompañe legionariamente al Presidente de México a recibir al señor Wojtyla.
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