Récord de festejantes en todo el país tras la victoria sobre Italia
Coreanos quieren naturalizar a Hiddink
Un joven murió y cientos de padres extraviaron a sus hijos
AGENCIAS
Seul, 18 de junio. Seúl está estremecida por los desbordados festejos y la alegría sin freno que se expandió, como auténtica marea roja, hasta el último rincón de una nación que se rindió al encanto del futbol y que transportó a otra dimensión la Copa del Mundo, ya de por sí rebosante en drama y emoción, al eliminar al tricampeón Italia, con gol de oro del ídolo Ahn Jung Hwan.
Fuegos artificiales estallaron en la capital, que batió récord de movilizaciones, con 1.5 millones de personas -4 en todo el país, según fuentes policiacas-, que superó con medio millón a la anterior de 1987, cuando la gente marchó en defensa de la democracia.
En Gonju, cientos de miles de personas pidieron con sus cánticos que se diera la nacionalidad surcoreana al técnico, el holandés Guss Hiddink. "šTe necesitamos, te necesitamos!", gritaban, mientras trascendió que el gobierno considera hacerlo ciudadano honorario.
Pero las prebendas no sólo apuntan hacia el estratega, sino también a los jugadores, pues las autoridades determinaron eximir del servicio militar obligatorio a los miembros de la selección nacional que lograran clasificar a la segunda vuelta de un Mundial.
Antes el beneficio sólo era para quienes conseguían una medalla olímpica o una prueba de los Juegos Asiáticos. El objetivo reside en constituir un equipo más aguerrido para la Copa del Mundo de 2006, fue la explicación.
Entre los festejos se reportó la muerte de un seguidor de 20 años en Busan, a consecuencia de un ataque al corazón después del gol del empate; el infortunado no pudo ver la victoria final.
Además la policía informó que recibió cientos de llamadas de padres llorosos que habían perdido a sus hijos en las celebraciones.
Agregó que unas 500 mil personas festejaron en el distrito de Gwanghwamun y otras 500 mil cerca de la municipalidad. En las calles de Suwon fue una cantidad similar, y en Daejeo unos 300 mil aficionados se agolparon cerca del estadio donde se jugó el partido.
El grito unánime, unificador y festivo fue: Taeha Minguk (gran país coreano).
Corea del Sur, país con miles de empresarios, ha dejado en claro que es poco probable que alguno de los numerosos solicitantes obtenga la patente del nombre Diablos Rojos, mote del equipo nacional que ya se aplica sin límite tanto en prendas de vestir como en galletas y licores.