Recital del tenor luego de la presentación de su disco El último romántico

Carlos Montemayor interpretó a De Falla y Manuel M. Ponce, entre otros compositores

''Soy globalifóbico, pero con la disquera Global Entertaiment hice una excepción''

El segundo material estará listo en cuatro meses y preparan ya un tercer cd

PABLO ESPINOSA

Una breve pero intensa multitud supo la noche del lunes 17 cómo suena la especie humana, constató que la música es una cuestión estrictamente personal porque, contrariamente a lo que pensase el compositor Johann Sebastian Perogrullo, la música la hacen las personas. Disfrutó ese público, privilegiado, del discreto encanto de la voz humana, esa explosión de vida. Todo esto, entre otras apoteosis, ocurrió durante el recital que ofreció el tenor Carlos Montemayor en Bellas Artes y que fue todo un éxito.

Antes de tan exquisito recital, se realizó la presentación protocolaria del disco Carlos Montemayor. El último romántico (Global Entertaiment). La génesis de esta grabación fue narrada en cuatro tiempos, asignados al micrófono y en orden de aparición por los presentadores: el escritor Héctor Anaya; el subdirector del Instituto Nacional de Bellas Artes, Daniel Leyva; el director de la casa discográfica Global Entertaiment, Jorge Fernando Negrete; el pianista Antonio Bravo, y el tenor Carlos Montemayor.

Toda poesía es canto

Renacentista, rabelaisiano, artista al que mucho de lo humano no le es ajeno. Las evaluaciones de los presentadores culminaron con una disertación del propio Montemayor, quien condensó una cátedra de humanismo en torno del sentido social del acto de cantar, recitó un pasaje de La Ilíada en griego; una epifanía de La Eneida, de Virgilio, en latín; un pasaje erótico de El cantar de los cantares, de Salomón, en hebreo, y luego de ese canto (''toda poesía es canto") desplegó sobre el atril papeles antiguos pautados: las partituras de algunas de las piezas que conforman el disco El último romántico, editado por una disquera que provoca la excepción que confirma la regla: ''Mis lectores de La Jornada lo saben: soy globalifóbico, pero por Global Entertaiment -que nos convenció al pianista y a mí de no acudir a Deutsche Gramophon, sino con ellos para grabar nuestro disco- es la única ocasión en que no soy globalifóbico".

El recital de Carlos Montemayor en Bellas Artes fue un dechado de dicha. Los asistentes celebraron con vítores la demostración de calidad del tenor y del pianista. El público que llenó a tope la sala Ponce confirmó cómo también la música es un don humano, de la misma manera que la envidia es una de las bajas pasiones que nublan inteligencias. Envidia tienen muchos de la escritura de James Joyce, Alberto Blanco, David Huerta, Eduardo Lizalde, Carlos Montemayor, a quienes nadie imaginaría además de grandes escritores, como buenos músicos, si no fuera por las evidencias y por el verdadero conocimiento del sentido de la música, de su actitud. Es decir, de su poética.

El éxito fue entonces rotundo. Acompañado por el pianista Antonio Bravo, Montemayor cantó a Manuel de Falla, a Manuel M. Ponce, a Paolo Tosti, a Franz Lehar. En cuatro meses, anunció a La Jornada el director de Global Entertaiment, saldrá el segundo disco del tenor, quien estará acompañado nuevamente de Antonio Bravo y del extraordinario Cuarteto Latinoamericano. Un tercer disco está en proyecto, esta vez con acompañamiento de orquesta típica, salterio y vihuela, y en todos los casos con música mexicana y de América Latina.

šSalve, maestro Montemayor!