ASTILLERO
Julio Hernández López
VIENDO EL MARCADOR adverso y con el reloj en contra, un jugador ha pedido, desde la banda derecha, "una oportunidad" para entrar al campo de juego y salvar el orgullo mexicano: Donald Evans, se llama, pero no es centro delantero ni nada por el estilo, sino secretario de Comercio de Estados Unidos. Las empresas de su país, dijo en una comida organizada el pasado martes por la American Chamber of Mexico, "están dispuestas a correr riesgos y a prestar ayuda a México" en los asuntos energéticos, pues saben que el desarrollo económico de esta nación está supeditado a que sea capaz de asegurar un suministro eléctrico estable y confiable, para lo que él y sus refuerzos internacionales se apuntan con la idea de inyectar a las empresas energéticas estatales una nada adictiva y sí en cambio "saludable dosis de inversión privada".
LO BUENO ES QUE Evans y sus corporativos no fungieron como consejeros, a nivel de cancha, de Javier Aguirre en el juego contra Estados Unidos, pues seguramente habrían recomendado la sustitución de Ramón Morales por un güero oxigenado y, como similar concesión al gremio del Insen, el regalo de los valiosos últimos minutos de juego (remember Corea frente a Italia) a Alberto García Aspe para que cumpliera su sueño de despedirse del futbol en un Mundial.
MENOS DESEOSO DE "oportunidades", ayer, en Tlaquepaque, Eduardo Sojo (ES) sufría de descomposturas mecánicas que le hacían decir una y otra vez las mismas respuestas a reporteros que le pedían informara sobre las tareas que ha desarrollado en Estados Unidos no para vender botellones de agua purificada de alguna empresa personal, sino para negociar la forma de pago de los adeudos de líquido que exigen a México los gringos. El coordinador de asesores de políticas públicas de la Presidencia de la República se portó como reprimido aguador del equipo de Estados Unidos, al que le hubieran prohibido dar de su cantimplora personal algunas gotitas de información a los sedientos periodistas mexicanos.
COMPARTA EL LECTOR los sufrires del mencionado Ojo, perdón, Sojo, en la escuela primaria y secundaria de capacitación para albañiles que en un municipio jalisciense había inaugurado el presidente Fox. De ser posible, acompañe esta degustación con alguno de los recientes discursos presidenciales sobre derecho a la información, transparencia del ejercicio gubernamental, indagaciones del pasado y demás yerbería de la botica de Los Pinos.
ES: Los técnicos están trabajando, y cuando terminen los técnicos, ya entraremos los políticos a nuestra tarea. El diálogo se ha mantenido.
(Algo preguntó un reportero.)
ES: Junto, les digo. Los técnicos están trabajando las diferentes propuestas y el diálogo se ha mantenido con Estados Unidos. Cuando terminen las propuestas, continuaremos el diálogo político.
-ƑQué propuesta han tenido de la parte estadunidense?
ES: Yo hasta ahí lo dejaría. Cuando tengamos ya la información, entonces ya daríamos más declaraciones. Yo creo que es un tema delicado, porque hay que ser prudente en las declaraciones. Yo diría... los técnicos están trabajando las diferentes propuestas, los técnicos de Estados Unidos están en su derecho.
-Lo repite usted.
ES: Es que los técnicos están trabajando, el diálogo político se ha mantenido y en cuanto terminen el trabajo los técnicos de Estados Unidos y México, retomaremos el diálogo político (...)
(Otra pregunta, no bien captada por las grabadoras.)
ES: Hay propuesta del gobierno de México y hay propuesta de Estados Unidos, y los técnicos de ambos países lo están evaluando.
-ƑPor qué se había manejado como...?
ES: En cuanto terminen el trabajo los técnicos. Yo creo que será en los próximos días.
-ƑPor qué se había manejado esto de que había rechazado Estados Unidos la eventual propuesta que ustedes le hicieron?
ES: No. Fue una primera reunión de trabajo, muy positiva (...) El diálogo se ha mantenido. En cuanto terminen los técnicos las propuestas, pues retomaremos el diálogo político...
(Otra pregunta.)
ES. Yo hasta ahí dejaría. Yo hasta ahí dejaría la declaración. Es un tema delicado y hay que ser extremadamente prudentes. Muchas gracias. Les agradezco mucho su atención.
(ALGO BUENO PUEDE sacar el pragmático lector de esta columna: si un día quiere hacer un regalo original a algún funcionario experto en hacerse Sojo de hormiga, obséquiele un compact disc repleto de la frase "los técnicos están trabajando... el diálogo se ha mantenido". Una última recomendación, si quiere saber qué se está Ƒnegociando? respecto al agua mexicana en Washington, pregúntele a su distribuidor de agua embotellada más cercano.)
OTRO ESPECIALISTA en mercadeos es el autodenominado Partido Verde Ecologista de México, que forma parte del consorcio de genéricos intercambiables de la familia González Torres. Ayer, el encargado del productivísimo changarro político, el senador Jorge Emilio González, presentó ante la prensa la adaptación a la política de las tesis farmacéuticas de los medicamentos similares: Don Simi, perdón, el Niño Verde, declaró a su productivo membrete dispuesto a culminar el proceso de expulsión del PRI del poder (que formalmente compartió con el PAN en aquella Alianza para el Cambio de 2000, que se deshizo cuando al papi del hijo no le dieron la secretaría de ecología) con una posible alianza homeopática con el mismo presunto expulsado, es decir, con el PRI. Valiose González (el hijo, no el papá), para lanzar su revolucionaria tesis, de una encuesta hecha por Mitofsky en la que, según eso, eliminando a los indecisos y a quienes no declaran su preferencia, si los mexicanos votaran hoy para elegir diputados federales lo harían así: 40.4 por ciento en favor del PRI, 31.9 por el PAN, 15.6 por el PRD y 7.8 por el PVEM.
ANTE TAN SUCULENTO manjar de prerrogativas electorales, González junior está dispuesto a aliarse con el PRI para tener mayoría absoluta en San Lázaro, y "así poder corregir el rumbo del país", "poner orden" y hacer "las reformas necesarias". Además, en el Senado, los 60 priístas y los cinco negociantes del ecologismo podrían también hacer mayoría. La tesis de Don Simi es sencilla: "lo importante es sentar las bases para un nuevo sistema político, que es lo que no ha hecho Vicente Fox; transformar el sistema presidencial, el sistema de partido de Estado, que ya sentando las bases, puede entrar a gobernar el que sea". Incluso, si ganara el PRI, este partido ya no volvería a ser lo mismo, porque "lo importante no es si entra el PRI o no. Lo importante es que el que gane no vuelva a poder actuar como actuó el PRI durante los últimos 20, 30 o 40 años del milenio anterior. Eso es lo importante. No el partido, sino el sistema político".
AH, POR CIERTO, el Presidente insistió ayer en que el desempleo va cediendo, y anunció casas y más casas de interés social, y beneficios en las hipotecas. López Obrador, por su parte, pelea con la PGR por el asunto de la vigilancia en los bancos, mientras el plebiscito sobre los segundos pisos viales también amenaza con caer, por falta de dinero. Y ya se despide por hoy esta columna (temblorosa), yendo a prenderle veladoras a San Karol para ver si antes de su visita manda como regalo de 2 de julio la disolución de los matrimonios religiosos para que Vicente y Marta puedan regalar a su pueblo la segunda versión de la boda del siglo.
Fax: 55 45 04 73 [email protected]