Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 24 de junio de 2002
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Mundo

Sus opositores, incapaces de esperar al plebiscito revocatorio de 2003, señala el ex militar

Inminente, otro golpe en Venezuela, advierte colaborador cercano de Hugo Chávez

Las fuerzas armadas son institucionales en 90 por ciento, sostiene Vilmar Castro

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 23 de junio. Coincidiendo con las recientes denuncias del presidente de Venezuela Hugo Chávez, el ex teniente coronel Vilmar Castro, presidente interino de Avensa y colaborador cercano del mandatario, advirtió que se espera un nuevo golpe y que sectores políticos opositores y medios de difusión privados insisten en reproducir las aventuras golpistas.

Hablando con La Jornada, en breve visita a Buenos Aires, Castro -antiguo compañero de Chávez- analizó la nueva situación creada en su país, donde el presidente censuró el pasado 16 de junio a la oposición que "manipula y confunde a sus propios militantes, y recordó a los militares que los que se prestaron a convalidar el golpe de Estado fueron abandonados por los instigadores del mismo, que huyeron hacia otros países".

Vilmar Castro fue uno de los hombres claves en la reorganización de las fuerzas bolivarianas durante el golpe y un intermediario de éstas con las fuerzas armadas, lo que permitió un giro sorprendente en la situación e hizo fracasar la acción apoyada desde Washington y otros países para quebrar la institucionalidad. A pesar de las severas críticas de todo el mundo hacia la acción de la mayoría de los medios de información venezolanos, que instigaron el golpismo, ahora parecen continuar en lo mismo. "Tratan de ganar terreno entre los militares que respondieron en su momento a favor de la Constitución y la institucionalidad", dijo Castro en coincidencia con la percepción de Chávez.

Y advirtió que la desesperada carrera de los que intentan golpear nuevamente no puede esperar al año 2003, cuando la propia Constitución bolivariana, surgida bajo este gobierno, dispone la posibilidad de realizar un plebiscito donde se puede revocar el mandato. "A partir del golpe fracasado del 11 de abril el país reacomoda fuerzas políticas. Fue importante recuperar el rol institucional de las fuerzas armadas, y se dio una lección al mundo y a los opositores."

-Hubo momentos confusos en aquellos días, unas horas donde no se sabía bien lo que estaba sucediendo con las fuerzas armadas, además de la evidente desinformación -se le indica.

-Sí, en principio hubo sectores de las fuerzas armadas un poco confundidos. Algunos planteaban que se mantenía la institucionalidad de la corporación castrense, con una tácita aprobación del golpe de Estado, pero rápidamente se vio que se había roto el camino constitucional. En esta visión cumplieron un papel importante los generales Julio Montoya y Raúl Baduel, que se plantearon el rescate de la Constitución. Entonces todo el sector militar prácticamente rectificó su posición.

Para Castro esta "lección de institucionalidad fue quizá lo que quebró las intenciones de las fuerzas que desde otras latitudes apoyaron el golpe de Estado, y mostró también la madurez política del sector militar y de la sociedad civil que dio al traste con el golpe"

En el análisis se destaca también el descarnado papel cumplido por medios venezolanos. "Es penoso decirlo pero se vio la poca dignidad de profesionales representantes de algunos medios y asumimos que muchos estuvieron bajo la intensa presión de los dueños de éstos y lamentablemente asumieron una posición carente de ética".

Sobre el rol que él cumplió en esas horas tan graves para Venezuela. Admite que fue algo "novelesco" y que su posibilidad de actuar se debió a su afinidad con sectores de las fuerzas armadas, como con los desaparecidos generales (muertos en un accidente) Luis Acevedo. inspector general de la Fuerza Aérea, y Pedro Torres, además con Julio Montoya y Raúl Baduel. "Mi cercanía con los compañeros de armas me permitió estar con ellos en la planificación de las operaciones que se iban a llevar a cabo y mi cercanía con el sector político permitió enlazar la estrategia militar con la de la movilización de la sociedad civil.

"La otra fase fue el rescate del presidente, que me tocó coordinar junto con el general Acevedo, de la Fuerza Aérea. Yo sugerí que no se enviara un avión porque como teníamos información de que lo querían sacar del país, una aeronave podía ser obligada a tomar otro rumbo en pleno vuelo. El general Baduel estuvo de acuerdo y partimos en tres helicópteros unos 60 u 80 paracaidistas de la fuerza aérea hacia la isla de La Orchilla, donde estaba preso Chávez.

Mientras que los generales conminaban "a los usurpadores a desistir en sus intenciones, éstos poco a poco fueron cediendo a las indicaciones que el general Montoya hizo desde Maracaibo. Hubo también una intervención de la Iglesia en la figura de un cardenal. Y así, cuando llegaron los helicópteros a la isla, ya todo estaba calmado y el presidente se fue directo a Miraflores con sus propia tropas cuando el pueblo entero estaba en las calles. Fue extraordinario", recuerda.

Tras el fracaso del golpe, "la oposición trabaja fuerte sus estructuras y nosotros también estamos fortaleciendo las áreas críticas para defender la revolución bolivariana con la vida si es necesario. Históricamente en Venezuela un golpe es sucedido por otro y estamos seguros de que están tratando de convencer a sectores más radicales y medios de las fuerzas armadas, pero afortunadamente hay muchos leales a Chávez y 90 por ciento de las fuerzas armadas mantiene una posición institucional emmarcada dentro de la Constitución", concluye.

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