PRD: RECUPERACION DE LA CRITICA
Ayer,
la presidenta nacional del Partido de la Revolución Democrática
(PRD), Rosario Robles, formuló un severo reclamo al presidente Vicente
Fox por el desgobierno que padece el país.
La dirigente del partido del sol azteca destacó,
en una misiva enviada al mandatario, la tendencia del actual equipo de
gobierno de endosar las consecuencias de sus propios errores al Congreso
de la Unión y a las formaciones opositoras; denunció la incapacidad
o la falta de voluntad del Ejecutivo Federal para defender el petróleo,
el gas y la electricidad de la Nación; lamentó las abundantes
contradicciones que caracterizan el desempeño declarativo del actual
gabinete; condenó el que, hasta la fecha, las únicas iniciativas
sustanciales presentadas por el Ejecutivo al Congreso hayan sido para "aplicar
impuestos al hambre, la enfermedad, la educación y la cultura";
reprochó el manifiesto continuismo que, en múltiples ámbitos,
vincula a Fox con Carlos Salinas y con Ernesto Zedillo, y alertó
sobre la "grave situación" en la que se debate el país.
No es necesario ser perredista ni opositor para percibir
el escenario de alarma descrito y criticado por Rosario Robles. No pocos
panistas reconocen, en privado y en público, que el gobierno emanado
de la elección presidencial de hace dos años parece no ir
a ningún lado. En su edición de ayer, The Washington Post
habló del "estancamiento" en que se encuentra la administración
pública mexicana en casi todos los aspectos y en relación
con las promesas de campaña de Vicente Fox.
El deslinde del pasado priísta, el combate a la
corrupción, la reactivación de los sectores económicos
productivos -el campo y la industria, en primer lugar-, la reforma fiscal
orientada a la redistribución de la riqueza, el rescate de los sistemas
públicos de educación y salud, la dignificación de
los indígenas, la vigencia de los derechos humanos, el establecimiento
de una coherencia gubernamental, el respeto a los otros poderes de la Unión,
así como la defensa de la soberanía y de los migrantes mexicanos
en Estados Unidos, son, hasta ahora, algunas de las promesas más
gravemente incumplidas por el "gobierno del cambio", y en esos terrenos
la situación nacional es tan insatisfactoria como en los tiempos
de Salinas y de Zedillo, o más.
En otro sentido, y más allá de los certeros
señalamientos formulados por Rosario Robles, su carta al Presidente
de la República parece expresar una saludable reactivación
del PRD como agrupación opositora, crítica y, al mismo tiempo,
propositiva. No puede soslayarse el hecho de que parte de la crisis nacional
actual se debe al pasmo de la clase política en su conjunto, y en
especial de los partidos hoy opositores, y que se inició con la
victoria electoral de Fox de hace dos años.
Con un gobierno atrapado por sus propias incoherencias,
ineptitudes y frivolidades, la anestesia general que ha venido afectando
a los partidos de oposición realmente existentes -es decir, PRI
y PRD- agrava notoriamente la circunstancia del país y de sus instituciones.
Desde esa perspectiva, cabe esperar que los planteamientos formulados ayer
por Robles al titular del Ejecutivo Federal sean el inicio de una nueva
dinámica perredista en el Congreso de la Unión y en los gobiernos
estatales y municipales, en los medios, en los movimientos sociales y en
el resto del quehacer nacional.