Entre ellas había tres menores de edad
y dos presuntos tratantes de blancas
La policía de Chiapas detuvo a 37 personas que
se dedicaban a la prostiución; la mayoría, centroamericanas
RODOLFO VILLALBA CORRESPONSAL
Tapachula, Chis., 23 de junio. Efectivos de la
policía estatal detuvieron en esta ciudad y en Puerto Madero a 37
personas que se dedicaban a la prostitución, entre ellas tres menores
de edad, así como a dos personas a quienes se acusó como
presuntos responsables de trata de blancas, prostitución
y pornografía infantil. De las sexoservidoras detenidas sólo
cuatro eran mexicanas y el resto de diferentes países de Centroamérica.
En un operativo sorpresa, más de 20 efectivos
de la Agencia Estatal de Investigación de la subprocuraduría
general de Justicia arrestaron en Tapachula a 25 prostitutas. Según
la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chiapas (PGJECH),
de las mujeres retenidas por el ejercicio de la prostitución o pornografía
infantil, 16 resultaron ser de nacionalidad guatemalteca, dos salvadoreñas,
cuatro mexicanas y dos hondureñas.
Estas aprehensiones se efectuaron a las afueras de esta
ciudad, sobre la carretera costera denominado El 44; en la Calle 12 Oriente
número 28, donde había dos menores de edad, además
de un hotel en la Calle 11 Poniente y Avenida 14 Norte, en donde se encontró
a otra menor.
En el mismo operativo se detuvo a Clodualdo Manzano
Robledo y Martha Robledo Méndez, encargados del bar El Jacalito,
localizado en la Calle 12 Oriente, por la posible comisión de hechos
relacionados con prostitución de menores.
Asimismo, fuentes de la PGJECH informaron que se arrestó
a una tercera persona de quien no se proporcionó su nombre para
no afectar las investigaciones, pues podría estar relacionada con
una red de tratantes de blancas.
Por otro lado, en Puerto Madero, elementos policiacos
estatale revisaron vehículos en busca de armas y sustancias prohibidas
en la zona de tolerancia y lugares circunvecinos.
En esta acción fueron detenidas 12 personas en
los bares La Rockola, Mi Chely, Caracol II, Tauro, Marino y Rossy; diez
de ellas eran mujeres de diferentes nacionalidades centroamericanas -a
quienes se remitió al Instituto Nacional de Migración- y
dos homosexuales. Los propietarios de los antros mencionados fueron sancionados
por la autoridad competente por permitir que trabajaran sexoservidores
sin tarjeta de control sanitario.