Las reformas al Cofipe para reducir los gastos de campaña, centro de la discordia
Ningún acuerdo en la Permanente para convocar a un periodo extra de sesiones
PRI, PAN y PVEM rechazan propuesta perredista para que hoy se reanudaran labores
Los verdes se oponen al planteamiento de acotar las alianzas entre partidos políticos
ANDREA BECERRIL Y ROBERTO GARDUÑO
De nueva cuenta la resistencia para convocar a un periodo extraordinario de sesiones del Congreso de la Unión se impuso en la Comisión Permanente. A la nueva propuesta del PRD de reactivar los procesos legislativos del 27 al 29 de junio y del 9 al 30 de julio, PRI, PAN y PVEM replicaron con la negativa por la "inexistencia" de dictámenes a tratar.
El punto de discordia entre las fuerzas políticas que integran la Comisión Permanente es la reforma al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) para reducir el gasto de los comicios a celebrarse el año próximo y acotar las alianzas partidarias.
La propuesta presentada en la tribuna por el senador perredista Jesús Ortega no fue objeto de debate porque la mesa directiva, encabezada por Diego Fernández de Cevallos, la turnó a la primera comisión de ese órgano colegiado.
Aun así, dada la importancia del caso, Fernández de Cevallos abrió un espacio obligado para que PVEM, PAN y PRI fijaran una posición sobre el probable periodo extraordinario en cuestión. Eso sí, aclaró, no habría debate.
En primer lugar, Ortega subió a la tribuna y señaló que el Congreso de la Unión no estaba atendiendo los reclamos de la sociedad: "no está cumpliendo plenamente con las necesidades del país. No legislamos suficiente, y mucho de nuestro tiempo lo perdemos en debates nimios y poco sustantivos para enfrentar los graves problemas de México".
Consideró como "actitudes lamentablemente conservadoras" las posturas de legisladores de otros partidos porque, dijo, es preferible "para algunos de ellos que nada cambie, porque si a lo mejor las cosas cambian pueden afectar los intereses de su partido. Eso significa poner en primer término intereses partidarios antes que los de la nación. Debatamos, discutamos y dictaminemos las leyes que se necesitan".
El perredista propuso a la Comisión Permanente que lance una convocatoria al Congreso de la Unión para sesionar de manera extraordinaria en dos periodos, durante el receso del segundo año de ejercicio de la 58 Legislatura.
El primero de los periodos enunciados por Ortega abarcaría del 27 al 29 de junio y el segundo del 9 al 30 de julio. La materia de análisis, discusión, debate y aprobación consistiría en los siguientes temas:
Reforma política del Distrito Federal; reformas para el fortalecimiento del Poder Legislativo, en sus siguientes acepciones: informe presidencial, promulgación y publicación de leyes, facultades y trabajo de comisiones, periodos de sesiones, contenido y alcances de las resoluciones de las cámaras en materia de acuerdos, reformas sobre planeación, presentación, aprobación, vigencia y control en materia presupuestal; Ley de Desarrollo Social y reforma eléctrica y legislación secundaria.
Una vez que concluyó la exposición del senador perredista, Fernández de Cevallos concedió la palabra al diputado verde Bernardo de la Garza, quien trató el punto medular de su oposición a la reforma del Cofipe.
"Una reforma electoral que inhiba las alianzas va en contra de lo que la ciudadanía ha expresado con sus votos. El sufragio ha favorecido las alianzas que se hicieron a nivel federal en 2000, la alianza en Michoacán, la de Baja California y Yucatán. Han sido triunfadoras y los electores quieren que haya convergencias y diálogos", argumentó.
Fustigó la iniciativa presentada en el Senado sobre el particular, porque es inhibidora de las alianzas electorales y por lo tanto se contrapone al interés de la sociedad, dijo.
"No es verdad que no queramos contribuir, sin embargo se ha privilegiado lo mediático y lo electoral porque se quiere imponer una agenda que le interesa solamente a un partido", manifestó.
De la Garza no acusó directamente a ningún partido, pero antes de iniciar la sesión en el edificio del Senado, Fernández de Cevallos dio nombres de aquellos grupos políticos que no desean el debate sobre la reforma del Cofipe, que reduciría considerablemente el monto de los recursos económicos para las campañas políticas. En el 2000, con todo y proceso de elección, se erogaron 3 mil 500 millones de pesos y en 2003 el proyecto de gasto subiría a 5 mil millones, sólo para determinar quiénes serán los nuevos diputados federales.
-ƑQuién se opone a la reforma electoral? -se le preguntó a Fernández de Cevallos
-Hasta donde se puede apreciar PRI y PVEM están en contra de una reforma legal. Hasta donde se puede apreciar el PRD está a favor de esa reforma. Las diferencias que tenemos los perredistas y los panistas es que ellos quieren sólo reformar la ley y nosotros estamos por un cambio constitucional, porque ahí es donde se establecen las bases y los montos de campaña, de tal suerte que una reforma legal no sería suficiente.
-ƑQué sucederá si no ocurre la reforma?
-Que se tendrán gastos muy grandes a favor de los partidos y de los medios de comunicación, dinero que se puede ahorrar para el beneficio del país.
En ese tenor, más adelante, durante la sesión, el senador panista Jorge Zermeño reconoció la crítica contra el Congreso enunciada por Jesús Ortega, pero llevó agua a su molino al insistir en que el PRD y el PRI se oponen a la reforma constitucional en materia de energía eléctrica.
Para retomar el tema electoral respondió a De la Garza: "la iniciativa planteada no es en contra de la coalición, sino para fortalecer un esquema democrático en el que por medio del voto los electores le den a cada partido político el lugar que le corresponde. El PAN está a favor de que haya un periodo extraordinario de sesiones, pero tenemos que ponernos de acuerdo, primero, en los temas. Al PAN le interesa, como materia urgente, la reforma eléctrica, la reforma política del Distrito Federal y la Ley de Servicio Civil de Carrera, entre otras cosas".
Como el espacio era destinado a las posturas de los partidos, Fernández de Cevallos intentó oponerse a Ortega, quien pidió la palabra por alusiones personales. El panista le pidió orden al perredista, pero éste insistió en la solicitud, misma que a regañadientes fue aceptada.
En tribuna, Ortega pidió a los legisladores que sin importar los temas que se discutan, ya sea el de la energía eléctrica, el de la reforma política del Distrito Federal o cualquier otro, se avanzara en su tratamiento. "ƑCuál es el temor?, Ƒque la discusión conlleve a otro tema o que traiga costos políticos?", preguntó.
Después se concedió la palabra al senador priísta Fidel Herrera, quien dijo que su partido no se opone a un periodo extraordinario, "estamos trabajando a favor". Esa postura contrastó con las señales más recientes del priísmo en el sentido de que no le interesa un periodo extra donde se discuta el tema electoral.
Herrera planteó que el PRI quiere defender a la nación y promover el crecimiento, el desarrollo y la justicia: "el único cambio que sirve es el que le da mejores condiciones de vida a los mexicanos".
A contracorriente de lo que los legisladores de PAN y PRD consideran, el priísta remató: "sí queremos reformas electorales, estamos en tiempo y forma para realizarlas ahora o después. Queremos reformas para hacer más barato el sistema de elecciones, pero no cambios que constituyan ventajas adicionales para el partido en el poder o para el gobierno". En este ambiente, la posibilidad de que se efectúe un periodo extraordinario de sesiones se hace cada vez menos probable.