Fox y el PAN, en la encrucijada de realizar cambios democráticos
o apoyarse en el PRI
Disfraza el Presidente las privatizaciones con las
llamadas reformas estructurales: Batres
El perredista instó al Congreso a continuar su agenda sin dejarse
influir por el Ejecutivo
CIRO PEREZ SILVA Y ROBERTO GARDUÑO/III Y ULTIMA
Tanto el Presidente de la República como su partido
están en un dilema. O toman la ruta de los cambios democráticos
que implica romper con el PRI y hacer alianzas con partidos democráticos,
o simple y sencillamente le siguen rogando al PRI que los apoye en sus
llamadas reformas estructurales, que no son más que reformas privatizadoras,
sostiene Martí Batres Guadarrama.
"Por eso no lo tocan, llevan año y medio rogándole
que los apoye y dejan intacto al sistema, al grueso de la administración
pública que sigue en manos del viejo partido del Estado, y eso hasta
ahora tampoco les ha funcionado plenamente", insiste el coordinador de
los diputados federales del PRD en San Lázaro.
Luego de que el Ejecutivo reanudó los ataques al
Congreso, acusando a las oposiciones de no permitir el avance del país,
Batres Guadarrama lo cuestiona: "si como dice Vicente Fox, las reformas
estructurales que ofreció en campaña dependen del Congreso,
entonces se equivocó de candidatura, ¿qué hace en
la Presidencia?, ¿qué caso tiene haber llegado a Los Pinos?;
llega a Los Pinos y se da cuenta que no tiene los instrumentos para el
cambio, eso es verdaderamente absurdo. En congruencia, lo que debió
haber hecho es contender por el liderazgo del Congreso".
Desde la Presidencia, recomienda, lo que se debe hacer
es usar los instrumentos de ese cargo para generar cambios políticos
y de justicia social.
"¿Qué más quiere? Tiene los instrumentos
para traer a Carlos Salinas al país, para detener a Espinosa Villarreal,
para aclarar el Fobaproa, para castigar a Luis Echeverría por lo
del 68 y la guerra sucia, para realizar cambios políticos
muy importantes y por los cuales sería reconocido por el pueblo
de México, no puede decir que el Congreso no lo deja. Si el Presidente
y el PAN se deciden por el cambio democrático y dejan a un lado
la utopía reaccionaria de la continuidad neoliberal, entonces podremos
hacer muchas cosas juntos".
Rechaza los señalamientos en el sentido de que
en el Congreso no hay acuerdos, y recuerda que el PRD ha participado y
votado a favor en las dos negociaciones presupuestales, incluso de la reforma
fiscal. "Esto trajo un efecto político positivo para el país,
a partir de la decisión de aprobar el presupuesto por consenso,
pero también un mensaje de estabilidad económica, un buen
mensaje a los mercados, de confluencia en grandes líneas a pesar
de la diferencia de proyectos. Además de que se han aprobado más
de 20 iniciativas del Presidente sobre la reforma financiera,ol por lo
que decir que no hay acuerdos en la Cámara es negar esta realidad".
-¿Por qué entonces los señalamientos
del Presidente en el sentido de que las oposiciones en la Cámara
son responsables de que el país no avance?
-Tiene básicamente una explicación de carácter
estratégico. La expectativa de cambio estaba concentrada en el Presidente,
no tanto en el Congreso. El peleó la Presidencia, dijo que iba a
sacar al PRI a patadas de Los Pinos y vio la Presidencia como el instrumento
para hacer los cambios que prometió, y resulta que no han sucedido
sustancialmente.
"Ha habido algunas cosas interesantes que no desconozco,
sobre todo en el área política, como la apertura de los archivos
del 68, la libertad del general Gallardo, de los ecologistas de Guerrero,
los pescadores de Michoacán, de Ericka Zamora, esos me parecen hechos
importantes, pero no tienen comparación con el tamaño de
la expectativa que el propio gobierno generó. A año y medio
de funciones, sin que se vean las transformaciones, entonces el Presidente
le echa la bolita al Congreso, esa es la estrategia electoral que va a
traer para tratar de revertir un fracaso y convertirlo en un triunfo para
él, lo cual veo bastante difícil".
-Sin embargo, en términos de imagen esos avances
políticos no le han redituado al Presidente.
-Lo que pasa es que lo político era el cambio.
La alternancia, la reforma del Estado, el equilibrio de poderes, las libertades,
los derechos humanos, todo eso es la parte fundamental del cambio, porque
el asunto de las reformas económicas estructurales, como eufemísticamente
se les llama a las privatizaciones, ese no era el cambio, eso es continuidad.
"Que no nos diga que la reforma eléctrica es el
cambio prometido, eso es un engaño. La reforma eléctrica
es una iniciativa de Zedillo, y respecto de la reforma laboral, el primer
proyecto lo hizo Salinas con la Coparmex; la reforma a las telecomunicaciones,
esa es una recomendación del Banco Mundial, ¡eso no es el
cambio prometido!, ¿esas son las reformas estructurales?, digo,
¡por favor, eso se llama continuidad!
"No es cierto que esas son las reformas estructurales
que van a generar el gran progreso de México, ¡eso es un engaño!
Y resulta por demás irónico que el candidato del PAN diga
que lucha por sacar al PRI de Los Pinos, ese un clamor nacional. Pero ya
en Los Pinos su programa es hacer lo que venían haciendo los gobiernos
del PRI".
Batres Guadarrama advierte que el Congreso debe continuar
con su propia agenda y no asumir el mismo papel que el Ejecutivo. El Congreso
tiene toda una agenda con la que se le puede decir al país que hay
otro rumbo.