Centrales repudian la violenta acción contra piqueteros que pedía trabajo y comida
Represión de la policía argentina deja dos muertos y unos 90 heridos
El gobierno de Eduardo Duhalde lamenta los hechos y promete "investigar los incidentes"
Agentes allanan un local de Izquierda Unida, coalición que encabeza el Partido Comunista
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 26 de junio. Dos jóvenes muertos, unos 90 heridos, seis de ellos de consideración, y 160 detenidos fue el trágico saldo de una violenta represión de policías y fuerzas de seguridad contra manifestantes de algunas organizaciones de piqueteros (desocupados), además de destrozos en comercios y automóviles y un autobús de pasajeros incendiado, en el incidente más grave sucedido después de la virtual rebelión popular de los días 19 y 20 de diciembre que derribó al gobierno de Fernando de la Rúa.
Mientras, el gobierno condenó la muerte de las dos personas y la trágica jornada del día y dijo que "investigará los incidentes".
Juan José Alvarez, secretario de Seguridad Interior, intentó justificar lo sucedido esta noche al sostener que había personas con bombas molotov y escopetas, y apeló a la responsabilidad de toda la dirigencia política y a la prudencia.
La represión no sólo se limitó a desalojar el puente Pueyrredón, acceso sur a esta capital, sino que se extendió por calles aledañas de Avellaneda, primer municipio al salir de Buenos Aires hacia el sur.
Los muertos son Darío Santillán, del Movimiento de Trabajadores Desocupados de Lanús, y Maximiliano Contesqui, de la Co-rriente Aníbal Verón (un fuerte movimiento, también del sur).
Asimismo, policías uniformados y de civil allanaron, sin orden judicial, un local de Izquierda Unida, coalición que encabeza el Partido Comunista, y hubo momentos dramáticos cuando los diputados Vil-ma Ripoll, de esa organización, y Luis Zamora, de Autodeterminación y Libertad, rescataron de los agentes a un joven herido.
Llaman a paro general
La Central de Trabajadores Ar-gentinos, que no participaba en estos piquetes sino que se movilizaba esta mañana junto a los desocupados que convergen en esa misma central, convocó a un paro general "contra la represión y el autoritarismo", y recibió el apoyo de los docentes.
Tanto la Confederación General del Trabajo oficial como la disidente repudiaron la represión contra los piqueteros, que sólo de-mandaban trabajo y comida.
El diputado Zamora, quien llegó rápidamente al hospital Fiorito en el sur, adonde fueron enviados los muertos y decenas de heridos, responsabilizó al gobierno por "ha-ber transmitido mensajes amenazantes" en los últimos días.
En el hospital también actuó la policía deteniendo a familiares de los heridos convirtiéndolo en cárcel momentánea. Los ánimos es-taban tan caldeados que un jefe policial que hablaba con periodistas fue atacado por un piquetero.
Por su parte, el comisario inspector Alfredo Franchiotti, a car-go del desalojo de los manifestantes en el puente, dijo esta tarde que "un grupo de 250 personas" participó en la marcha con la in-tención de "combatir" contra las fuerzas de seguridad, y señaló que hubo "infiltrados" entre los piqueteros, a la vez que descartó que las heridas de balas fueran responsabilidad de sus hombres.
A su vez, algunos jóvenes desocupados a cargo de la disciplina y seguridad de las columnas piqueteras estiman que pudo haber "in-filtrados de organismos de seguridad", ya que no reconocen algunas acciones que se les imputan.
La noche encontró a la ciudad tensa, después de una multitudinaria manifestación de bancarios en el centro y una marcha del Bloque Piquetero Nacional y los partidos de izquierda en repudio a los sucesos, rodeados de un impresionante operativo policial.
También la diputada Elisa Ca-rrió, de Alternativa para una Re-pública de Iguales, y dirigentes de su partido condenaron la "violencia de cualquier clase".
Hoy aumentó la percepción de que diversos anuncios de algunos funcionarios en estos días ayudaron a precipitar la situación.
Ayer en la provincia de Tucumán se registraron severos incidentes cuando la policía desalojó brutalmente a desocupados de un puente, e incluso arrojó gases la-crimógenos dentro de humildes viviendas provocando intoxicación a muchos niños.
Este día, también en esa provincia, unos 8 mil manifestantes se enfrentaron con policías y hubo escenas de fuerte violencia, y lo mismo sucedió en Salta y en Co-modoro Rivadavia, en el sur.
El presidente Eduardo Duhalde analizó con su gabinete la situación, mientras desde todos los sectores políticos se repudió la acción represiva, en la que intervinieron policías de la provincia de Buenos Aires, la Prefectura Marítima, Gendarmería e incluso la Federal, que al cruzar la "frontera sur" para participar en la acción violó sus propias normas.
Las víctimas se produjeron cuando la policía desalojó a más de dos centenares de manifestantes que intentaban cortar el puente Pueyrredón, lo que provocó que la situación se volviera incontrolable, aunque no sucedió lo mismo en otras vías de acceso a la capital, donde incluso piqueteros y policías dia-logaron y no hubo violencia.
El hospital Fiorito, en el sur de esta ciudad, registraba escenas conmovedoras, ya que la mayoría de los heridos llegó al lugar y el ulular de las ambulancias ponía una nota de dolor y tensión en la zona. Algunos pequeños comerciantes arruinados lloraban ante los destrozos en sus locales.
Subordinación al FMI
El dirigente de los jubilados y pensionados en el sur, Raúl Castells, dijo que "los cortes los hicieron los gendarmes", y se preguntó por qué nunca hubo muertos en esta situación de crisis.
Concluyó que se debe a la su-bordinacion del gobierno al Fon-do Monetario Internacional (FMI), que por estas horas recibe el repudio de la mayoría de los sectores sociales y políticos por sus intenciones de "asfixiar al país".
Esta noche se reforzaron todos los accesos a la capital, se redoblaron las medidas de seguridad en los comercios, y se incrementaron las guardias ante el temor de sa-queos o violencia. En los últimos meses hubo 13 mil actos de protesta en el país, y éste es el primer incidente grave que se produce.
El pasado 7 de junio periódicos locales informaron sobre la presencia de boinas verdes estadunidenses entrenando al Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Fe-deral, que incluso realizaron prácticas públicas en el metro, como una supuesta recuperación de la embajada estadunidense en esta capital y contra "la delincuencia y el terrorismo", lo que provocó una protesta de los organismos humanitarios, que "estiman que todo es-to echa fuego al incendio social".
En tanto el gobierno logró frenar una subida del dólar que en algún momento superó los cuatro pesos, mientras enfrenta una nueva presión del FMI y al no reconocimiento de los esfuerzos realizados, que abona la idea de analistas de que el organismo internacional y los grandes bancos "conspiran así contra Argentina y la región".