Hesse, a 125 años de su arribo al mundo

Se han publicado más de 100 millones de ejemplares de las obras del novelista alemán

CESAR GÜEMES Y AGENCIAS

Cada día que transcurre, y decir 24 horas en la industria editorial del mundo es una pequeña eternidad, los conceptos de autor más leído, clásico, best-seller o marketing deben ser revisados. Hoy, tal como informa la editorial alemana Suhrkamp, "más de 100 millones de ejemplares de obras de Hermann Hesse han sido publicados en ediciones autorizadas", a las que es necesario sumar un "considerable número" de volúmenes piratas, sin tomar en cuenta las fotocopias que son moneda de uso en países donde el poder adquisitivo es minúsculo.

La cifra de Suhrkamp viene a cuento por un par de razones. La primera, desde luego, por el aniversario 125, este 2 de julio, del natalicio del prosista. La segunda, importante justo por ese tipo de cambios que se dan de acuerdo con los lectores y no con la industria editorial, es por cierta declaración que hiciera el entonces periodista cultural del semanario germano Die Zeit a la muerte del novelista, ocurrida en 1962: "Hay que decirlo con claridad: con Hesse hoy en día no se puede ganar ni un premio de consolación". Se equivocaba kilométricamente, no sólo en marcos o dólares, sino en apreciación de lo que es el mundo de la lectura.

En lo único en lo que Die Zeit tendría un mínimo de duda razonable es que al paso de muy pocos años Hesse se leería menos en Alemania que en el extranjero. Aun así, las cifras de lectura del autor de El lobo estepario son de sano vértigo. Tan sólo en su tierra natal Siddhartha ha alcanzado 3.5 millones de ejemplares; de cerca le siguen El lobo estepario (2.3 millones), Narciso y Goldmundo (1.8 millones), y Bajo la rueda, Demian y El juego de los abalorios con 1.5 millones de ejemplares cada uno. Ello quiere decir que, mes con mes, según informa el editor Volker Michels, Suhrkamp sigue enviando a las distintas librerías alemanas de 30 mil a 50 mil ejemplares de libros escritos por Hesse.

Lectura en chino

Otro dato interesante que maneja Michels se refiere al perfil del lector extranjero que acude al autor de Bajo la rueda: mientras en Estados Unidos, a diferencia de la enorme lectura que tuvieron sus libros en los años 60 y 70, el interés creciente por él se ha dejado sentir nada menos que en Japón, Corea y muy recientemente China. Nadie que sea leído en este último país, con su enorme potencial de población, podrá ser olvidado al menos en las próximas tres generaciones, que ya es decir.

Es posible que la forma en que un autor se lea y en cuántos miles de ejemplares se distribuya su obra fuera del país de origen tenga relación con el desarrollo de las naciones mismas, además del intrínseco valor literario. La hipótesis de Michels es similar, sólo que él se inclina por el desarrollo personal, no social: "El hecho de que millones de lectores se identificaran en el pasado con los personajes de Hesse, y continúen haciéndolo hoy, es simple consecuencia de que el autor lidiaba con los mismos problemas de los lectores. Los libros de Hesse constituían un intento de superar las propias crisis como la rebelión contra los padres, los fracasos matrimoniales, la sicoterapia y la guerra; sus escritos son muy privados, honestos, sin miramientos: entendió la escritura como forma de autoterapia".

Hesse es hoy el autor en lengua alemana del siglo XX más leído en el mundo. Sus libros han sido traducidos a más de 60 idiomas y si bien el estudio académico de su obra lleva un retraso en Alemania de varios años respecto del avance que se ha logrado sobre el tema fuera de su país natal, la editorial Suhrkamp anunció que es inminente la publicación de las obras completas, en versión definitiva, del creador de Demian.